MIAMI.- El término Serendipity (serendipia en español), usado para calificar un hallazgo venturoso e inesperado, nos remite a grandes descubrimientos como la penicilina, los rayos X o la viagra. También al coñac, las patatas chips, los hornos microondas y el LSD.
La historia de este neologismo se remonta a la Inglaterra de 1754 y lo debemos al IV conde de Orford, Horacio Walpole, autor de la novela El castillo de Otranto, que fundó el género de terror gótico, muy popular a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Walpole lo extrajo de Los tres príncipes de Serendip, cuento tradicional persa, donde los protagonistas, tres príncipes de la isla Serendip (hoy Sri Lanka) lograban vencer todos los obstáculos gracias a extraordinarias casualidades, increíbles chiripas, diríamos los cubanos. Con el paso de los años el relato ha tenido otras traslaciones, poemas, libros, más de una película, y en este caso, ha generado la creación de artes visuales.
Serendipity es el título que los cubanos Natasha Perdomo y Rafael López-Ramos, radicados en Miami desde hace más de una década, han escogido para una exposición personal doble, con la que celebran 20 años de su primera exposición juntos, en marzo de 1997 en Vancouver, y de su matrimonio, que iniciaron unos meses después en esa ciudad canadiense. Desde entonces sus vidas han estado marcadas por la serendipia, vista, en su caso, como la unión de dos seres distintos que no esperaban, no sólo encontrarse, sino también fundirse, descubrirse con el paso del tiempo y cada día.
"The dawn mist glowing High Hopes Series",d e Natasha Perdomo.
CORTESÍA
El milagro de la serendipia, ese extraño arte para encontrar lo que no buscábamos, tal vez comienza con indagar donde jamás, o donde menos, buscaríamos. Y eso es lo que han hecho, y han descubierto sin proponérselo, Rafael y Natasha. De ahí la maravilla de sus vidas y uno de los signos invisibles que marca el camino de sus obras, distintas por sus formas, pero interesadas en una misma búsqueda: la creación como instrumento para intentar encontrar su lugar en el mundo. Y ese hallazgo han decidido celebrarlo.
Las piezas que Perdomo escogió para Serendipity, con fino misticismo y desde la naturaleza, hablan del caos contemporáneo, apropiándose del espíritu de movimientos como el simbolismo y el neo-romanticismo. Extraordinarios paisajes que se mezclan con varias esculturas de pared, donde se puede apreciar su excelencia en el campo de la orfebrería. El mundo femenino, sus intereses como mujer contemporánea, fuera de todo estereotipo, es una de sus actuales preocupaciones.
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"The Dawn Mist Glowing High Hopes Series", de Natasha Perdomo.
CORTESÍA
López-Ramos es un artista marcado por múltiples confluencias. Sus lienzos suelen ser un diálogo de mixturas, donde persisten elementos emblemáticos de la historia cubana y universal que han marcado, para bien y para mal, a su generación. Constantes en su obra, como la iconografía de la Revolución Cubana, símbolos religioso afrocubanos e imágenes católicas que aluden al sincretismo, guiños a la pintura colonial, súper héroes, personajes de la cultura popular y símbolos esotéricos ligados a la tradición política estadounidense. Como él mismo ha dicho: “un cóctel carnavalesco de narrativas disímiles”. En Serendipity muestra pinturas, collages y obras realizadas con objetos que ha encontrado viajando por Miami.
Serendipity se exhibe en Artium Gallery, 2248 NW 1st Place, Wynwood Art Distric, Miami. La inauguración es el jueves 9 de febrero, a partir de las 6 p.m. Las piezas estarán en exposición hasta el 7 de marzo. Para más información, consulte la página web artium-miami.com.
Acerca de los artistas
Nacida en Cienfuegos, Cuba, en 1962, Natasha Perdomo además de estudiar artes visuales, se ha interesado por la escritura creativa. Pintora y orfebre, sus piezas se han exhibido en importantes galerías y museos de Latinoamérica, Europa y América. Recientemente participó en SYZYGY (Museum of Contemporary Art North Miami MOCA) y OCHO Cuban artists from Havana, Miami and New York (17 Frost Gallery, Brooklyn, New York).
López-Ramos (Cabaiguán, 1962) estudió en la prestigiosa Academia San Alejandro y el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana. Participó en legendarias muestras colectivas como El Objeto Esculturado (Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, La Habana, 1990) y 1er Salón de Arte Cubano Contemporáneo (Museo Nacional de Bellas Artes, 1995). Sus últimas exposiciones personales son Aporías cromáticas (Museo de Arte Contemporáneo North Miami, 2015), Wonderland (The Art Link, Miami, 2013 - 17 Frost Art Space, Brooklyn, NY, 2012).