MIAMI.- Desde su experiencia como migrante peruana en Estados Unidos, la escritora y filósofa ancestral Lorena Saavedra Smith ha convertido su historia de vida en un puente de sanación colectiva. Su primer libro, Despierta tus raíces, que verá la luz el próximo 30 de septiembre, invita a reconectar con la memoria, la tierra y la espiritualidad como camino de reconciliación personal y comunitaria.
Nacida en Perú y marcada por la cosmovisión de los pueblos originarios, Saavedra se define como “filósofa Pacha”, un término que refleja su visión arraigada en el respeto a la Madre Tierra y la interconexión de todos los seres. También es eco-psicóloga, una disciplina que enlaza el bienestar emocional con la salud del planeta.
Instalada en Estados Unidos desde hace dos décadas, Saavedra atravesó procesos de desarraigo, soledad y depresión que la llevaron a explorar la escritura no como ejercicio intelectual, sino como ritual de resistencia y reencuentro. “Escribir fue mi manera de sanar y de volver a escuchar la voz de mis ancestros”, explica.
La sanación
Su libro no busca ubicarse en la categoría de autoayuda convencional, sino que propone una mirada más profunda: la sanación comienza en el cuerpo y se extiende al territorio, la cultura y la memoria colectiva. En un tiempo marcado por el individualismo y la desconexión, Despierta tus raíces plantea la importancia de volver a la comunidad y de recuperar los saberes ancestrales como medicina frente a la ansiedad y el desarraigo.
La autora dedica su obra a las futuras generaciones, especialmente a mujeres migrantes que viven “entre dos mundos”, enfrentando la necesidad constante de adaptarse a diferentes entornos culturales. Para Saavedra, la cultura ancestral ofrece claves indispensables para el cuidado de la salud mental de la diáspora latina: “Sanamos en comunidad, donde la memoria ancestral está viva y la espiritualidad no se puede separar del bienestar”.
Con este lanzamiento, Lorena Saavedra se suma a la creciente ola de voces latinas que reivindican la espiritualidad y la memoria cultural como herramientas de transformación. Su propuesta es clara: reconectarse con la raíz no es solo un acto personal, sino también un gesto colectivo de resistencia, valentía y amor.