lunes 25  de  marzo 2024
Tv y Medios

Luisa María Jiménez: "Soy una mujer sin miedos"

La reconocida actriz reflexiona sobre sus aspiraciones, su filosofía de vida tras un percance de salud y la Cuba de hoy
Por WILMA HERNÁNDEZ

MIAMI.-La actriz cubana Luisa María Jiménez asegura que hoy se toma la vida con más calma, y aunque no ha dejado de soñar, ahora lo hace con los pies en la tierra.

“Mi mente está diferente. No tengo apuro por nada ni espero nada. La vida me da las cosas día a día, y yo las voy recibiendo y voy por los caminos que ella pone ante mí. Ya tengo mucha paz interna, estoy muy centrada, tranquila y esperando que la vida disponga, y con madurez digo sí o no”, reflexionó Jiménez durante su entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.

Esta nueva filosofía la adquirió a raíz de recuperarse de un derrame cerebral, que hace más de dos años casi le cobra la vida, pues desconocía que convivía con un aneurisma cerebral congénito.

“Por un problema personal grande que tuve, un día la presión arterial se disparó y me dio un derrame cerebral hemorrágico. Quedé semivegetal, no veía, no hablaba, no podía articular las palabras, no podía caminar, me puse tan delgada que era hueso y pellejo”, recordó la actriz, indiscutiblemente considerada entre las más destacadas de la isla.

“Estoy viva porque la vida lo quiso, y por la ayuda de todo. Recibí una atención impecable. Eso no lo voy a olvidar nunca, esté donde esté”, añadió la actriz, que fue atendida en La Habana.

También dice haber descartado los temores y hoy se siente más cómoda en su propia piel.

“Soy una mujer sin miedos, y estoy contenta con lo que soy, con mi pensamiento. Quiero vivir libremente, estar en paz y que eso sea lo que rija para todos los cubanos; y que las personas sean más humanas, dondequiera que estén, que sean más gratas, más consecuentes, porque los tiempos son complejos y abruptos”, indicó.

La intérprete, que encarnara a la Tojosa en la icónica telenovela cubana de época Sol de batey, recientemente visitó Miami, un viaje que catalogó como “exploratorio” y que además le sirvió para reencontrarse con amigos, colegas y su público exiliado, que aún la recuerda con tanto cariño.

Precisamente su viaje a EEUU fue un sueño cumplido, pues desde pequeña anhelaba conocer este país, según reconoció Jiménez, a quien su carrera la ha llevado a Europa, y aunque su tierra natal la reclama, prefiere desprenderse y abrirse al mundo, como corresponde a los artistas.

“Estudié y me hice en Cuba, y soy un poco de todos. Eso de ir y venir me gusta mucho, pero vivir en un sitio instalada de por vida, no lo quisiera. A mí me gusta salir, trabajar, regresar, y estar en todas partes donde me propongan trabajo, pero no desarraigarme del todo”, expresó.

En cuanto a la idiosincrasia de sus paisanos, dispersos por el mundo, asegura que los define la añoranza e historia en común: el hecho de que han tenido que emigrar.

“Cuando un cubano ve a otro, ve su pasado, lo que dejó atrás, y eso también es especial. Creo que eso no sucede con el resto de los extranjeros. Un italiano ve a otro italiano y no pasa nada, un francés ve a otro en medio de un lugar y no pasan esas cosas. Ahora, un cubano ve a otro cubano en el desierto de Sahara y se produce una explosión, y creo que eso es particular de nosotros, eso es lindo”, comentó.

Sobre el privilegio de viajar, que gozan los artistas en la isla, afirmó que es un “derecho humano”.

“Todos necesitamos explorar para tener puntos de vista, y decidir si quiero estar un tiempo en China, en África, y regresar para mi país cuando yo lo desee. Esa apertura y esa necesidad es derecho de todos los cubanos, y de la humanidad”.

Además, reflexionó sobre la sociedad cubana de hoy en día, que inevitablemente ha ido mutando.

“El cubano se ha deformado bastante, es producto de las circunstancias en las que se mueve. Creo que las limitaciones, los sueños, las aspiraciones, los deseos de ver mejoría, de que lo ayuden a tener una vida un poco mejor, eso impacta”, expresó.

“Nuestra Cuba, la que todos conocemos, ha ido cambiando. Las personas sí se han puesto insensibles, han perdido un poco de aquella esencia a la que siempre nos acostumbraron en nuestra infancia”, agregó.

Por otro lado, el recibimiento que recibió de sus fans en este lado de la orilla, asegura fue algo impresionante, “una avalancha de amor y emoción”.

“No esperaba tanto. Siempre he dicho que no creo merecer tanto, pero creo que soy una ladrona de corazones. Ese es el robo que me pueden adjudicar. Constato que he robado el corazón de los cubanos, y es el gran premio y la gran satisfacción que tengo, porque no tengo nada más”, expresó.

“Muchas personas me abrazan como si fueran mi familia. Eso es grandioso, y el artista que logre eso de sus admiradores, tiene todo. Creo que eso es más grande que el dinero o vivir en una mansión, es imperecedero”, afirmó.

La actriz, cuya versatilidad interpretativa la ha llevado a sobresalir en el cine, la televisión y el teatro, destacó que su personaje de la Tojosa marcó su carrera como sello distintivo que la persigue hasta hoy, incluso que ha heredado a su hija, quien también heredó la melena y rasgos de la intérprete.

“Creo que surgió un sentimiento de protección en el público televidente, un cariño hacia ella, era como la niña de todos los cubanos. Pienso que por ahí vino todo ese cariño, y esa gran popularidad, que incluso heredó mi hija y mi familia, porque mi hermano Néstor Jiménez, que también es actor, cada vez que entraba a un sitio le decían: por ahí viene “el tojoso”, y echaba chispa cada vez que le decían eso”, reflexionó sobre su rol como la niña esclava, que era abusada por sus amos, y que logró impregnarse en sus espectadores.

Aunque no descarta la idea de aceptar propuestas de trabajo en Miami, su visa de turista que obtuvo por cinco años, no se lo permitiría.

“Sí me han caído ideas, ciertas propuestas, pero primero tendría que resolver mi visa de trabajo. Me encantaría hacer algo aquí, claro que sí, venir, regresar, poder hacer ese intercambio, eso me parece atractivo”, reveló.

Sobre qué tipo de personaje aceptaría interpretar en la Capital del Sol, tendría que resultarle interesante.

“El actor es actor y para mí los personajes tienen que decirme algo, ser interesantes para la vida, para los tiempos que corren, para los seres humanos”, explicó.

“Deben tener mensaje para la mujer sobre todo. Sean de la época que sean, tienen que mostrar algo, enseñarnos algo, y aunque sea negativo, hacernos mejor persona. Creo que el mensaje de la actuación es ese, reflexionar, poner a las personas en el tapete por lo claro, y causar el impacto positivo que hace falta para el mejoramiento humano”, recalcó sobre los personajes que busca interpretar.

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