MIAMI.- "Pasaron treinta años de amor y aún te sigo amando", reza una línea de la canción Promesa de Amor, lanzada en 1975. Como esa misma promesa, casi 50 años después, el público sigue amando a Mocedades.
MIAMI.- "Pasaron treinta años de amor y aún te sigo amando", reza una línea de la canción Promesa de Amor, lanzada en 1975. Como esa misma promesa, casi 50 años después, el público sigue amando a Mocedades.
El grupo español, fundado en 1969, alcanzó la fama y el cariño de españoles y latinoamericanos por la manera en que sus canciones se mezclaban con la vida cotidiana y se convertía en una especie de banda sonora de tantas familias, que a pesar de los años los siguen recordando.
Eres tú se llevó los elogios del público con un mega hit en el Festival de la Canción de Eurovisión de 1973. Además, un año después se ubicó en el número 9 de la lista de éxitos en Estados Unidos.
Sus melodías quedaron grabadas en los corazones y el imaginario de aquellos muchachos que se enamoraban, se comunicaban y de algún modo aprendían a vivir con las canciones de Mocedades en los años 70 y 80.
Para las generaciones que lucen sus canas, cantar esas canciones es reencontrarse con su adolescencia, revivir la nostalgia por sus años "mozos". Y para los más jóvenes es una oportunidad de conocer un grupo que ha perdurado a través de los años, con letras que en su momento, cuando no se medía el éxito por visualizaciones de YouTube o likes en las redes sociales, despertaban la euforia del público que abarrotaba sus conciertos.
Tras algunos cambios en sus integrantes, el grupo cuenta actualmente con Izaskun Uranga (miembro original), Rosa Rodríguez, José María Santamaría, José Fernando González y José Miguel González. Este último contó a DIARIO LAS AMÉRICAS cómo la agrupación ha sabido perdurar a través de los años sin perder el sello que la caracteriza y adaptándose a los nuevos tiempos.
¿Cómo ha sido esta especie de renacimiento de Mocedades en 2018?
Creo que hemos vuelto a nuestros orígenes, y llevamos varias ciudades recorridas en Estados Unidos en los últimos años, pero especialmente este año hemos querido iniciar la restauración de nuestra presencia en ciudades que hacía mucho tiempo que no visitábamos.
¿Qué se mantiene del espíritu original de aquel Mocedades de los años 70 y 80?
Conserva la misma esencia y armonía vocal, el mismo timbre y, por supuesto, sigue al frente del grupo nuestra compañera y fundadora [Izaskun Uranga]. Sobre todo, se mantiene el sello con el que se creó y eso es lo más bonito porque al final, cuando cierras los ojos y escuchas un disco de hace 30 años o 40, y escuchas un concierto de hoy, sientes que es la misma armonía. Y eso es lo más bonito que nos dicen, y el mejor halago, cuando nos dicen que han pasado los años y suenan igual. Para nosotros ese es el mayor de los regalos.
¿Qué siente José Miguel González al formar parte de una agrupación tan legendaria?
Es una responsabilidad, un orgullo, un honor. Como dice nuestro amigo José María Napoleón: “es un sueño que nunca soñé’, o como dice el maestro Armando Manzanero: “hay sueños en la vida que corres el riesgo de que se te cumplan”. Y eso es un poco de lo que –a mí personalmente, porque soy el más joven de la agrupación- me ha pasado.
¿Cómo ha sido la experiencia de estar de gira con Mocedades?
Tiene cosas buenas y malas, sobre todo, momentos de risas entre compañeros. Yo soy el más serio del grupo, pero mis colegas tienen buen sentido del humor. Hay viajes, cansancio, pruebas de sonido, problemas que se presentan. Y al final, en esencia, lo más sencillo para nosotros es cantar, lo más satisfactorio, y es lo que menos dura.
En cuanto a la música, ¿qué se mantiene del Mocedades original?
Traemos la misma esencia, pero con la adaptación a los tiempos actuales. No somos un grupo anclado en los años 70, que no ha evolucionado, sino que hemos hecho de todo, porque consideramos que así debe ser. No se trata de hacer por hacer, pero sí de innovar. Y ahí están dos discos anteriores dedicados a Disney, o a las bachatas de Juan Luis Guerra, que nadie se imaginaba que Mocedades fuera a cantar bachata. Y ahora, nuestro más reciente disco, llamado Por Amor a México, es con mariachi sinfónico, hemos hecho duetos con Manzanero, con José María Napoleón, con Aida Cuevas. Es un álbum de satisfacciones.
América se ha convertido en parte de Mocedades. Cuando hacemos bachatas pensamos también en la salsa del Caribe, y en la alegría de estas tierras. Cuando cantamos con mariachis pensamos en México. Pero también Mocedades ha incursionado en la canción popular argentina, por ejemplo, con canciones de Atahualpa Yupanqui. No sé si Mocedades ha sido capaz de trasladar el mensaje musical desde cualquier género de la música americana o del mundo, o si la música del mundo se adapta a Mocedades. Pero lo que está claro es que siempre el grupo se ha interesado en innovar, en no quedarse anclado, pero manteniendo el origen, la polifonía y las buenas voces. Además, tuvimos la suerte de contar con el maestro Juan Carlos Calderón, uno de los mejores compositores, como cabeza del grupo.
¿Qué significa cantar en Miami, donde hay tantos latinos que siguen su música?
En Miami está reflejada la cultura hispanoamericana de manera especial. Por eso cuando vienes a Miami es como que das un concierto para todas las nacionalidades de Latinoamérica. Venir aquí siempre nos reconforta y sobre todo nos da la perspectiva de saber que generación tras generación, entre padres e hijos han pasado la antorcha de una música que ha trascendido a la década en que se formó. Al final todos te dicen ‘esta es la música que escuchaba mi papá’ o ‘esta es la música que yo escuchaba en casa’, y eso es lo que más nos puede gustar.
Con una trayectoria de éxito, ¿ahora qué le falta por cumplir a Mocedades?
Poco se puede decir después de haber tenido la fortuna de cantar con figuras desde Plácido Domingo, Armando Manzanero, pasando por José Luis Perales, entre otros. Vamos a tratar de hacer duetos con artistas jóvenes en las próximas fechas. Creo que el mayor sueño es permanecer, no sé si otros 50 años, pero sí unos cuantos más en el alma y el corazón de la gente que nos ha hecho estar activos.
Creo que eso es lo más importante, porque al final lo que un artista se debe llevar es el cariño del público. Si no sientes lo que haces, es mejor que no lo hagas. Y nosotros tenemos la fortuna de que cuando hacemos nuestro trabajo nos aplaudan. Y eso no pasa siempre y es un regalo de Dios. Al fontanero, con todo el respeto, cuando hace su trabajo magistralmente, no le aplauden. Y tiene tanto mérito como lo que hacemos nosotros cantando. Sin embargo, los artistas tenemos la fortuna de que nos aplaudan. Más fortuna que eso no se puede pedir. Sueños, hay muchos, pero el mayor es el presente. Y ese presente es bastante generoso con nosotros.
¿Qué traerán a Miami con el concierto de este domingo?
Volverán a escuchar Tú, ¿Quién eres tú?, La otra España, Tómame o déjame, Secretaria, Amor de hombre, El vendedor, Desde que tú te has ido, ¿Quién te cantará?, La loca. Son tantos éxitos, que no podemos ir a cualquier parte del mundo sin cantarlos. Habrá alguna canción nueva, pero, sobre todo, el repertorio de siempre.
El concierto tendrá lugar este domingo 16 de diciembre, a las 7 p.m., en el James L. Knight Center, 400 SE 2nd Avenue. Miami, 33131.