martes 7  de  enero 2025
ESCENA

Nilo Cruz: "El arte nos cambia la vida"

El dramaturgo ganador del premio Pulitzer Nilo Cruz conversa sobre su nueva obra Sed en la Calle del Agua, con motivo del estreno mundial de la pieza

Diario las Américas | WILMA HERNÁNDEZ
Por WILMA HERNÁNDEZ

MIAMI.- Nilo Cruz aborda la depresión y el rol del arte en la sociedad en la obra que estrena el 14 de marzo en el Miami-Dade County Auditorium.

Ambientada en un asilo para enfermos mentales en la década de los años 30, Sed en la calle del agua cuenta la historia de una artista que ha caído en depresión tras perder a su hija a causa de una enfermedad y por no tener suficiente dinero para sobrevivir el invierno de Nueva Jersey, adelanta la sinopsis.

El psiquiatra encargado del caso se da cuenta de que el arte es vital para esta mujer y de que probablemente sea el único camino para su salvación.

El texto de la pieza, dirigida por Cruz, insta a reflexionar y propone cuestionamientos sobre el destino de la protagonista: ¿Podrá el arte devolverle a esta pintora el deseo de vivir? ¿Cómo el proceso creativo cura el alma femenina?

Se trata de una obra con la que el autor también se identifica y que le provoca examinar decisiones pasadas.

Conforman el elenco Daniel Romero, Claudia Tomás y Carlos Acosta Milián, con Orlando Urdaneta como actor invitado.

DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el cubanoamericano Nilo Cruz sobre cómo surgió este texto y los paralelos que entreteje con relación a temas sociales. El dramaturgo ganador del premio Pulitzer también recordó un momento significativo en su vida que le valió haber encontrado su voz como escritor.

-¿Cómo surge este texto y por qué lo titulas Sed en la Calle del Agua?

Yo había escrito ya la historia, pero no tenía un título. Y la historia tiene que ver con dos pintores que están casados, viviendo en Estados Unidos durante la Gran Depresión de finales de los años 20 y principio de los 30. Y habla sobre cómo ellos tratan de sobrevivir siendo artistas.

Recuerdo que estaba en New Jersey haciendo una obra de teatro y me encuentro delante de una calle que se llama Water Street, la calle del agua. Y cuando vi el título, dije: ‘¡oh, wow! interesante que haya sed en la calle del agua.

Para mí, tiene que ver con la abundancia que existe en EEUU, pero a la cual no todo el mundo tiene acceso, desafortunadamente. Y por eso hay sed. Tiene que ver con la parte capitalista de este país y la sed de aquellos que no tiene acceso a ese mundo. Y de ahí surge el título.

La obra empieza cuando uno de mis personajes tiene un colapso mental. Y poco a poco, a través de secciones de psicoanálisis, conocemos el trauma que tuvo este personaje a raíz de no tener suficiente dinero para mantener su familia. Son dos artistas que pierden una hija durante un invierno muy frío por no tener dinero para la calefacción. Son personajes bohemios, irresponsables, muy jóvenes para tener hijos y a causa de eso ocurre algo horrible.

-El rol del arte es un tema recurrente en tus obras, en esta se relaciona a cómo puede ser vehículo de escape o cura de la depresión

Así es. La cura parte del individuo. En esta obra, la artista empieza a rescatar su bienestar a través de la pintura. El arte nos cambia la vida y es un tema que he abordado anteriormente. También la literatura. En Dos hermanas y un piano, dos mujeres que están bajo arresto domiciliario tratan de escapar de esa prisión a través de la literatura.

Lo mismo ocurre con Ana en el trópico. La historia de Anna Karenina ayuda a los personajes de la obra a cuestionar sus propias vidas. Y Sed en la Calle del Agua ocurre algo muy parecido también. El arte es importante en muchas de mis piezas, es clave para sobrevivir.

Y, sobre todo, en este país, que usualmente cuando hay recortes de presupuesto, lo primero que se va en las escuelas son los problemas de arte. Entonces, la pieza sí tiene cierta validez cuando uno lo compara a lo que ocurre actualmente.

También estamos censurando una serie de libros en este estado, sobre todo, libros importantes. Yo creo que la literatura es tan necesaria como como el alimento; es un alimento del alma que nos enseña a reconocer la vida en otros individuos, a reconocer pasiones o errores humanos. Por eso también el agua en esta obra tiene varios significados, porque es importante para nutrirse. El personaje principal se llama Emma Rose (Rosa), es norteamericana. Tiene sed de su propia creatividad que se le ha frenado por la depresión.

-¿Has padecido de depresión o convivido con alguien que la padezca?

No, nunca. Pero sí tuve una hija a una temprana edad. Y de esa manera la obra se hace muy personal para mí, porque en ese mismo año en que mi hija nació, yo encontré mi voz como como escritor.

Entonces fue muy difícil para mí ser padre y al mismo tiempo ser escritor. Yo sufría mucho con eso, porque se me estaban dando oportunidades como escritor, como dramaturgo y, a la vez, tenía la responsabilidad de ser padre y continuar en una relación con la mamá de mi hija que ya en verdad no estaba funcionando. Me parece que es una obra muy cercana a mí. Y por eso me intrigó la historia, sobre todo, cuando hice una investigación sobre dos artistas que vivieron en esa época de los años 30. Y, de cierta manera, me identifiqué mucho con la obra.

También está inspirada en artistas que han pasado por este tipo de crisis, de asumir responsabilidades de cosas que no pueden resolver. Y las inquietudes artísticas que roban mucho tiempo, porque ser artista es una manera de dar a luz, pero es otro tipo de creación, que después compartes con el mundo.

-Tu hija te trajo el regalo de ser padre y, a la vez, de haber encontrado tu voz, algo tan importante para un escritor.

Sí, claro. Gracias a Dios que ella ya tiene 30 y pico de años y está muy bien, tiene su carrera. Pero también es un memento de reflexionar y decir: ‘si hubiera sido más padre en aquel momento, si me hubiera olvidado un poco de mi escritura. Y esta obra también es una manera de examinar ese pasado.

Pero, al mismo tiempo, es interesante compartir esta experiencia con el mundo a través de esta historia, sobre todo, esa lucha del creador que es tan difícil, porque es muy diferente.

El trabajo del creador es explorar a través del tiempo y así surge el producto. Somos máquinas. Y eso no muchas veces lo reconocen en la sociedad. Es como el trabajo del científico, que también atraviesa un proceso de probar hasta encontrar el producto.

-¿Si pudieras volver atrás, qué harías diferente?

No creo que lo hiciera diferente, porque había otras circunstancias que hay que tomar en cuenta. Logré restablecer la relación con mi hija, pero no fue fácil, no fue de un día para el otro.

-¿Cómo defines la labor del teatro?

El teatro es un espejo de la sociedad en el que nos podemos identificar con los personajes en escena. Es como un reflejo del comportamiento humano y que, de cierta manera, despierta o crea una catarsis en el público.

-¿Qué significa ganado un Pulitzer, premio que obtuviste por Ana en el trópico?

Fue un gran honor. Y, a la vez, una manera de abrir el camino para otros hispanos que están haciendo una gran labor en el teatro y en novelas. Creo que era necesario y era el momento propicio.

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Sed en la Calle del Agua, funciones del 14 al 17 de marzo en el Miami-Dade County Auditorium. Para boletos visite miamidadecountyauditorium.org.

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