Obra de Dalí llega a Miami en una experiencia multisensorial

Esta exposición interactiva consiste en una experiencia de 360 grados con más de 200 obras gráficas originales, donde el espectador se verá rodeado de la estética daliniana en un viaje onírico. Las piezas forman parte de la colección Shanahan, y entre ellas hay esculturas, medallas y grabados envueltos por un cuidadoso diseño de realidad aumentada y música que, junto a fotografías tomadas por Enrique Sabater, sumergen al espectador en el universo del artista. Los asistentes podrán llevarse un recuerdo oficial de la experiencia, y disfrutar de la gastronomía española en una terraza al aire libre.

El artista español Salvador Dalí (11 de mayo de 1904 - 23 de enero de 1989) es considerado un alto exponente del surrealismo, quien se movió en distintos estilos y técnicas como la escultura, la fotografía, el performance, el diseño de telas, entre otros, siempre con su sello distintivo y transgresor.

Dalí itinerante

En entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, Ignacio Shanahan ahondó en los detalles de una exhibición de corte único en el mundo y en la que lleva trabajando por más de dos décadas.

“Comenzó todo este periplo en el año 1998 cuando junto a mi padre tuvimos la posibilidad de armar una colección de Salvador Dalí con el fin específico de que fuera itinerante, divulgativo sobre su vida y obra. En el año 2000 pudimos inaugurarla por primera vez en Argentina y ya estamos 23 años en una itinerancia permanente, en más de 40 ciudades, con más de 2 millones de visitantes y con un gran éxito”, explicó el curador.

Ese espacio de tiempo le ha permitido “no solo repensar el trabajo de curaduría en los últimos 25 años, sino también contactar con múltiples personalidades del mundo de Dalí, conocedores, amigos suyos, biógrafos, otros curadores, grandes coleccionistas y siempre el público, tremendamente fanático y tocado por este artista tan generador de emociones”.

Su inclinación por la vida y obra de Dalí viene desde la niñez: “Desde muy pequeños, mi hermana y yo, quienes hoy en día llevamos adelante este proyecto, fuimos educados por mi padre, un fanático absoluto de Dalí, que lo siguió por el mundo, mucho antes de que nosotros naciéramos. Antes de empezar a hablar ya teníamos cuadros de Dalí colgados en nuestra casa. El amor comenzó a ser visual antes de intelectual”.

Su investigación en torno al artista le regaló varios hallazgos: “Me enamoré de su obra. Empecé a investigar mucho más profundo, a leer a los biógrafos, a leerlo a él mismo, y me fui enamorando también del hombre. Logré traspasar esa barrera entre el Dalí mito y el Dalí real. Pude conocer que el hombre que estaba de fondo, más allá del personaje, es una figura tremendamente interesante, inteligente, culta, educada. Así es que a partir de mis 18 años comencé a trabajar curando una exposición de Dalí, que para mí fue un sueño en vida”.

En el camino para conseguir piezas originales tuvo parte la casualidad. Como afirmó, “es una tarea imposible que se explica solamente porque nuestra familia, nuestra colección, tuvo una suerte enorme que fue conocer a una persona muy especial dentro del mundo de Dalí, alguien que fue amigo de él, secretario, administrador, tesorero, fotógrafo, hijo del corazón y algunas cosas más del matrimonio Gala-Dalí durante 13 años: Enrique Sabater, un catalán que falleció hace 10 años”.

El hecho de haber compartido cerca de Dalí por tanto tiempo, y de apreciar su obra, hizo que Sabater comprara piezas suyas por más de 30 años. “Llegó un momento de su vida en que tenía una colección vasta, y entabló una linda amistad con mi padre, a través de la cual surgió una de esas ideas que mueven montañas, que fue tomar parte de la colección, comprarla, y transformarla en una colección itinerante”, constató.

El punto era divulgar la obra de Dalí, “no armar una colección por colores, por periodos o procedencia, sino juntar cosas elegidas a dedo para mostrar una distinta faceta, para ver a Dalí como ningún museo lo presentaba”.

Así, en este proceso que inició en 1998 eligieron entre 8.000 obras las que formarían parte de la colección itinerante. El objetivo principal: “dar a conocer a Dalí y lograr que la gente ame a Dalí como nosotros lo amamos”. Así, en este proceso que inició en 1998 eligieron entre 8.000 obras las que formarían parte de la colección itinerante. El objetivo principal: “dar a conocer a Dalí y lograr que la gente ame a Dalí como nosotros lo amamos”.

Hace unos tres años se desarrollaron las capas digitales con las que cuenta la colección física actualmente. No obstante, Shanahan aseguró que “está muy lejos de estar terminado, siempre va a ser un trabajo en proceso, es un animal que está vivo”.

Sobre los retos de mantener viva una muestra itinerante, admitió que “no es fácil hacer una exposición de este calibre, son muchas piezas móviles. Somos la única de estas colecciones del mundo que tiene al mismo tiempo obra física con un enorme trabajo de curaduría para mostrarla, y por otro lado la suma de todas estas capas digitales”.

Pero el resultado vale la pena y Miami le sonríe a Dalí. “Hace un año y medio empezamos a dialogar para traer esta exposición a Miami”, reveló el curador. Si bien al principio se preguntó cómo sería la reacción del público de Miami, “la respuesta viene siendo fenomenal, es incontable la cantidad de gente que visita y busca conocerme para estrecharme la mano, para felicitarme, para hacerme preguntas”.

Aquí puede encontrar las entradas: surreal-360.com.