viernes 11  de  octubre 2024
LETRAS

Periodista se vale de la comedia para ahondar en tragedias totalitarias

DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el periodista y escritor cubano Juan Manuel Cao, quien presenta en Miami su novela La gran locura

Por ROXIMAR TOVAR

MIAMI.- Por varías décadas, el periodistay presentador Juan Manuel Cao se ha valido de su profesión para mostrar y profundizar los hechos noticiosos que acontecen cada día en el mundo. Pero esta vez, el cubano -nacido en La Habana y ganador de tres premios Emmy- ha dejado a un lado su oficio para adentrarse en las letras y presentar lo que es su segunda novela: La gran locura, un texto basado en hechos reales contados desde la comedia.

DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el periodista y escritor para hablar del libro, que verá la luz este jueves, 30 de noviembre, en el Teatro Tower, en Miami.

¿Qué es La gran locura?

La gran locura es una novela fantástica repleta de hechos increíblemente reales. Pero es sobre todo una comedia, una mirada no solo al lado siniestro de las dictaduras sino a su costado ridículo. Y es también un dibujo irónico de su contraparte: el mundo libre. Lo que no quiere decir que esté equiparando ambas realidades o relativizando las tragedias totalitarias.

Es una novela en dos capítulos: el primero, transcurre dentro de lo que titulé El manicomio; y el segundo, narra todo lo que les sucede a los personajes cuando escapan de ese manicomio y son absorbidos por otro tipo de locuras.

- ¿Cuánto tiempo le llevó escribir la novela?

Bastante. No soy un escritor profesional; es decir, no vivo de la literatura, soy periodista y hago dos programas diarios: uno de televisión y otro de radio, que me consumen gran parte del día. Luego, está la familia y los deberes domésticos.

Creo que cada vez hay menos escritores que puedan darse el lujo de encerrarse a crear o aislarse para convocar las musas.

Yo escribo con todas las interrupciones de la vida diaria. Tenemos un solo espacio en la casa habilitado como oficina colectiva y el buró de mis dos hijos (que comparten una misma mesa) está silla con silla junto al mío. Pero esto ha tenido sus ventajas porque ellos, mientras yo escribía, iban leyendo por encima de mi hombro y la novela tiene un montón de ideas que son suyas. Por ejemplo: gracias a sus comentarios conocí el alucinante mundo de las micronaciones o el movimiento de los transhumanistas; elementos que terminé incorporando a la trama y que la enriquecieron. Ellos me decían: 'papá eso que estás inventando ya existe'. Así empecé a descubrir que no te tenía mucho que agregar, que bastaba con copiar ciertas realidades para crear un mundo insólito. También, me sirvieron de termómetro, pues a veces, cuando me paraba a hacer otra cosa y dejaba la computadora abierta, me complacía escucharlos reír a carcajadas con determinados pasajes de la novela. Entonces, pensaba: 'voy bien, creo que se va entendiendo la ironía'.

- ¿Qué enseñanza le dejó el libro en el proceso de escritura?

¿El proceso de escritura?, creo que los escritores se miran demasiado el ombligo. Hay demasiados libros sobre el proceso de creación, el dilema de la página en blanco, la inspiración o el drama de los incomprendidos. Demasiados escritores que escriben sobre los escritores y la escritura.

Yo prefiero mirar por la ventana. Fuera de ti mismo hay un montón de temas. Sin embargo, hay dos cosas a la que presto especial atención: el lenguaje y la dramaturgia. En esta ocasión he intentado algo arriesgado: una trama sin trama, con una estructura alocada que refleje el mundo demencial y estrafalario que intento describir, donde el entorno es más importante que las peripecias de los personajes, pues al tratar de sobrevivir en un mundo sin pie ni cabeza la vida de cada uno de ellos se ve aplastada por los acontecimientos.

- ¿A quién está dirigida La gran locura?

Eso es algo que nunca me planteo de antemano. Es peligroso hacer una literatura con mensajes dirigida a determinados fines, porque el panfleto te acecha, la idea de dar lecciones morales o esconder mensajitos políticos en la trama me resulta cuando menos de mal gusto.

Lo que no quiere decir que uno renuncie a la pretensión de decir algo más o menos trascendente, pero eso lo guardé para la última página. El resto prefiero que lo descubra el lector.

En realidad he pretendido burlarme de los que se toman demasiado en serio y de los poderes que en nombre de grandes causas terminan haciendo el ridículo y dejando por el camino un montón de damnificados. Me basta con que el lector se divierta; si después llega a alguna conclusión útil, eso sería un extra. El resto es cuestión de estilo.

- ¿Dónde se encuentra disponible el texto?

Bueno, este jueves 30 de noviembre a las 7:00 a.m. será su lanzamiento oficial en el Teatro Tower (1508 SW 8th St, Miami), están todos invitados, la entrada es abierta al público.

Allí, Ediciones Universal tendrá ejemplares a la venta con un precio especial del primer día y luego estará disponible en Amazon.

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