Pero Puerto Candelaria ha trazado un camino por el que no sólo transita la música, sino también el teatro, la danza y el humor, que son los recursos de los que se valen sus integrantes para "exponer ácida y burlonamente el absurdo que es Colombia en la actualidad".
De hecho, Puerto Candelaria ha trazado un camino por el que no sólo transita la música, sino también el teatro, la danza y el humor, que son los recursos de los que se valen sus integrantes para "exponer ácida y burlonamente el absurdo que es Colombia en la actualidad". "Un lugar imaginario y a la vez real donde no sólo existe la música".
Así, visitar Puerto Candelaria es "adentrarse en un viaje de sonidos que parten de la tradición colombiana, pero que juega sin miedo con el realismo mágico y con todas las influencias recogidas de los viajes; visitas a otros puertos del barco candelario" y la "inagotable inspiración" del Sargento Remolacha (Juancho Valencia director y pianista), quien hace más de 15 años "zarpó con el único rumbo de ir adelante".
En las canciones de la agrupación confluyen cumbia, rock, ska, jazz, chucu chucu o "neo plancha" e invitan "al baile demente o a la reflexión profunda".
La agrupación ha marcado records "impensables" para la escena independiente, como más de 80 ciudades alrededor del mundo recorriendo Suramérica, Norteamérica, Europa e incluso Asia, "increíbles" ventas de discos y una "notable" influencia en las nuevas generaciones musicales, lo que lo convierte junto a su casa matriz Merlín Producciones en un modelo exitoso de industria cultural.
Sus cinco producciones discográficas -incluido un DVD en vivo- representan un documento fundamental para la música y cultura de su generación.
FUENTE: EUROPA PRESS