CARACAS.-ANDREA GANDICA CROCE
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@andreagcroce
Es fundamental que los pacientes con piel sensible cuiden su cutis de manera adecuada y eviten los factores que la irritan, para no empeorar y agravar su problema de sensibilidad, pasando a tener una piel intolerante
CARACAS.-ANDREA GANDICA CROCE
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La piel sensible es aquella que reacciona en forma exacerbada a diferentes estímulos y como consecuencia, se irrita con facilidad, se reseca y en ocasiones puede dar lugar a manifestaciones dermatológicas como la rosácea y los eccemas.
A continuación mostramos algunos de los problemas más comunes de las personas con piel sensible, y posibles soluciones para aminorar los daños.
Piel seca. (CORTESÍA)
Existen diferentes tipos de piel sensible, entre ellas, las que se desencadenan por factores externos como los contaminantes ambientales, el estrés, los malos hábitos de cuidado, el sol, el frío, los cambios bruscos de temperatura, la falta de humedad ambiental, tratamientos cosméticos inadecuados, peelings muy agresivos o láser).
Peeling. (CORTESÍA)
Las que se generan por factores internos como la ingesta de algún alimento/medicamento, debido a un desequilibrio hormonal o por predisposición genética.
Piel grasa. (CORTESÍA)
Las formas mixtas
Es fundamental que los pacientes con piel sensible cuiden su cutis de manera adecuada y eviten los factores que la irritan, para no empeorar y agravar su problema de sensibilidad, pasando a tener una piel intolerante.
Pieles mixtas. (CORTESÍA)
Toma en cuenta los siguientes tips para cuidar la piel sensible:
Utiliza productos y cosméticos hipoalergénicos, dermatológicamente testados, idealmente libre de conservantes y perfumes. Prefiera productos de higiene suaves: sustitutos del jabón o syndets, y cremas dermo-limpiadoras. Si hay dudas, mejor peda el asesoramiento con un especialista.
Ten cuidado con la exfoliación excesiva. Si su piel lo tolera, exfolie como máximo una vez por semana, con un producto no abrasivo y con mucho cuidado.
(CORTESÍA)
Evita los cambios bruscos de temperatura, así como los lugares excesivamente secos que contribuirán a irritar y a resecar aún más la piel.
Mantenga su cutis siempre hidratado: lea las etiquetas de las cremas y busque ingredientes emolientes como las ceramidas, el ácido hialurónico, los ácidos grasos esenciales (como por ej. el ácido esteárico), la urea y el lactato de amonio, entre otras.
(CORTESÍA)
Cuidado con las cremas que contengan ácido retinoico o retinol. A pesar de que son excelentes para combatir el envejecimiento cutáneo, pueden ser demasiado fuertes para este tipo de cutis.
(CORTESÍA)
Cuida tu alimentación. El consumo de ácidos grasos omega 3 (presentes en el salmón, las anchoas, las sardinas, nueces, almendras y semillas de chía) tiene un efecto protector y anti-inflamatorio que refuerzan la función de la barrera cutánea. Reconoce y evita aquellos alimentos que empeoren la sensibilidad cutánea como el café, el alcohol, los picantes, los condimentos, la comida altamente procesada, entre otras.
(CORTESÍA)
Evita la exposición al sol, y siempre utiliza fotoprotectores aptos para piel sensible con FPS mayor a 30. En general, los protectores solares físicos o minerales, que son aquellos que no son absorbidos por la piel (óxido de zinc y dióxido de titanio) tienen menor probabilidad de generar irritación en comparación con otros protectores solares con fotoprotectores químicos.
(CORTESÍA)
Lava la ropa con jabones neutros, evita perfumes/suavizantes de tela y si es necesario repita el ciclo de centrifugado para evitar que queden residuos de detergente. Utilice preferentemente ropa de algodón y evite el uso de nylon, lycra o lana.
(CORTESÍA)
Higieniza la piel del rostro con agua tibia y seca con una toalla de algodón sin frotar.
(CORTESÍA)
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