Dicen que “lo bueno se hace esperar”. Y El último duelo es una fiel demostración de ello.
Dicen que “lo bueno se hace esperar”. Y El último duelo es una fiel demostración de ello.
Veinticuatro años tuvieron que pasar para que los oscarizados Ben Affleck y Matt Damon (Good Will Hunting) se unieran de nuevo delante y detrás de la pantalla grande para que viera la luz una película que tiene todo para recoger el aplauso de la crítica y sus colegas del séptimo arte.
La presencia del ganador del Premio de la Academia, Ridley Scott (Gladiador, Blade Runner y Thelma & Louise), como director, y Jodie Comer (Free Guy), como protagonista de El último duelo, coronan la historia de una afrenta que ocurrió en la vida real en la Francia del siglo XIV.
En el largometraje, la actriz británica da vida a Marguerite de Carrouges, quien alzó su voz en aquella época para denunciar a Jacques Le Gris (Adam Driver) por violación.
Si en pleno 2021, cúspide del Movimiento #MeToo, la sociedad cuestiona una acusación como la de la esposa de Jean de Carrouges (Matt Damon), las creencias y valores del Medioevo no pintan una panorama nada favorable para la dama en cuestión. Pero amén de su epopeya, la intérprete es el eje de la historia. Cada una de sus palabras y cada uno de sus gestos son seguidos milimétricamente por el espectador que ansía conocer la verdad. Ni hablar del performance de Driver, quien en los últimos años se ha erigido en un coloso del arte interpretativo; mientras que a Damon y Affleck se les ve en personajes distintos a otros que han encarnado en el pasado.
La denuncia de Marguerite de Carrouges hará eco en los oídos del Rey Carlos VI, quien autorizará un duelo a muerte entre Jean de Carrouges y Jacques Le Gris.
Más allá del drama humano, las emociones se incrementarán a medida se acerque el enfrentamiento estos dos caballeros, escena que se preparó durante seis meses, bajo el ojo atento del diseñador de producción, Arthur Max, quien consultó documentos legales y trabajó con maquetas para apoyar al realizador a visualizar la secuencia. Una participación especial tuvo el director de la segunda unidad, Rob Inch, quien convocó a dobles de riesgo que supieran andar a caballo y a expertos en combate para la filmación de la escena.
El último duelo, de 20th Century Studios y Walt Disney Studios Motion Pictures, no se limita a ser un retrato histórico ni un desfile de caballos, peleas e impresionantes armaduras, urja en los prejuicios de una sociedad (aún en la actualidad) que favorecía la palabra del hombre por encima de la voz femenina y arrinconaba a la mujer a vivir posiciones incómodas y dolorosas a lo largo de su vida.
El filme de Scott, ya hoy en las carteleras del mundo, podría significar el inicio de la carrera para acariciar otro Oscar. Solo el tiempo lo dirá.