LAS VEGAS.- EFE
A diferencia de Iowa, donde Hillary Clinton obtuvo una victoria raspada, y Nuevo Hampshire, donde Bernie Sanders se impuso cómodamente, Nevada sí tiene una importante presencia de población latina: de las más de 2.830.000 personas que viven en el estado, 790.000 tienen origen hispano.
LAS VEGAS.- EFE
Por las polémicas opiniones de Donald Trump o por la reforma migratoria, los latinos han sido protagonistas de la campaña electoral estadounidense, pero este sábado en Nevada será la primera cita de los caucus demócratas en esta campaña en la que los votos hispanos podrían ser la clave.
A diferencia de Iowa, donde Hillary Clinton obtuvo una victoria raspada, y Nuevo Hampshire, donde Bernie Sanders se impuso cómodamente, Nevada sí tiene una importante presencia de población latina: de las más de 2.830.000 personas que viven en el estado, 790.000 tienen origen hispano y más de 196.000 están registradas para votar.
Clinton aparecía como clara favorita en Nevada, pero su diferencia se ha reducido y un reciente sondeo de CNN/ORC dio a la exsecretaria de Estado una ventaja de solo un punto sobre Sanders.
"Los latinos en Nevada son una minoría, pero una minoría con peso que decide elecciones", señaló a Efe el presidente de la consultora demócrata Prospero Latino, José Dante Parra, quien puso como ejemplo la reelección en ese estado del senador Harry Reid en 2008, gracias a que el voto hispano "se había convertido en el nuevo árbitro".
Apuntó que "hace unos meses era claro que Clinton tenía el maillot amarillo, como dirían en ciclismo", pero contrapuso que "Sanders ha hecho un loable esfuerzo en organizar campaña aquí".
"Aunque muy reducida, Clinton mantiene una ventaja, pero ella y su equipo van a tener que sudar para mantenerla. Cualquier tropiezo podría darle a Sanders una victoria antes impensable", vaticinó.
Desde los círculos económicos, el presidente de la Cámara Latina de Comercio de Nevada, Peter Guzmán, opinó en una conversación con Efe que los latinos decidirán su voto pensando en "la economía, el trabajo y, después, la inmigración".
"Clinton y Sanders han hecho un trabajo fantástico para aproximarse al votante latino", añadió Guzmán, quien subrayó la "tremenda contribución" que hace la población hispana en Estados Unidos.
Reforma migratoria, educación, sanidad accesible e igualdad entre mujeres y hombres son los temas que surgen en cualquier entrevista con latinos que simpatizan con los demócratas.
Alan Alemán, nacido hace 23 años en México, es uno de ellos y además tiene una curiosa anécdota: en 2013 el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, contó la historia de su vida en un acto público para concienciar a la opinión pública sobre los problemas que afrontan los "dreamers" (soñadores) que no tienen papeles.
"No puedo votar porque soy un 'dreamer'. Nada más puedo vivir y trabajar legalmente y estar sin miedo, sin que me deporten", contó Alemán.
Forma parte de la iniciativa "LatinX Millennials For Bernie", en apoyo a Sanders, de quien dijo que es "alguien que no nos da más promesas y que de verdad nos va a sacar de las sombras, va a ayudar a la comunidad latina".
Junto a la Universidad de Nevada-Las Vegas está una de las sedes de la campaña de Sanders, donde unos veinte jóvenes voluntarios trabajaban entre carteles con motivos de apoyo al senador de Vermont, como "Únete a la revolución" o "A él no le comprarán", mientras otros apelaban a razones más simpáticas: "Tiene un gran cabello".
Ahí estaban Jennifer y Alejandra, de ascendencia mexicana y que con 16 y 15 años tampoco podrán votar por ser menores, pero que están comprometidas con la campaña de Sanders en su tiempo libre.
"Es como un hombre mayor pero con la mentalidad de la nueva generación", explicaron entre sonrisas sobre el precandidato.
"Siento que mi voto es convencer a la gente para que apoye a Bernie", aseguró Jennifer.
Ya de noche, centenares de personas hicieron fila para entrar a un anfiteatro en el acto final de la campaña de Hillary Clinton en Las Vegas.
Entre los asistentes estaban las hermanas latinas Stephanie y Cinthia Rojas, que subrayaron a que lo que más les gusta de la exsecretaria de Estado es que es una "mujer fuerte" que demuestra que "se puede ser iguales que los hombres".
"Necesitamos algo muy diferente en Estados Unidos", señaló Stephanie, mientras que su hermana subrayó que Clinton puede afrontar la subida del ingreso mínimo y una reforma migratoria "que muchos hispanos estamos esperando".
También entre el público estaba Gloria Rodríguez, que trabaja organizando convenciones en casinos y que apostó porque Clinton será capaz de "presionar al Congreso" para aprobar una reforma migratoria.
"Sanders es un poco socialista y eso no me gusta porque está tratando de subir los impuestos a toda la gente", dijo Rodríguez poco antes de callarse un segundo debido a la música que llegaba del escenario, donde un grupo de mariachi ya había comenzado su actuación.