A lo largo de los años, Miami ha sido reconocida por múltiples razones. Algunos consideran a la ciudad del sur de Florida como el escenario ideal para vacacionar, mientras que otros la reconocen como el epicentro del intercambio cultural en el mundo; en pocas palabras, un lugar en el que individuos de diferentes nacionalidades comparten a diario sus costumbres unos con otros.
Pero algo que nunca ha formado parte de la descripción de Miami son campeonatos deportivos. Nueva York, con sus Yankees, Knicks y Gigantes ha tenido esa distinción de ciudad de campeones, al igual que Boston con sus Celtics, Patriotas, Medias Rojas y Bruins. Chicago ha podido alardear del éxito de sus clubes con los Bulls, Medias Blancas y Blackhawks; de hecho, incluso los Cubs, después de más de 100 años de sequía, lograron aportar un título.
Miami ha tenido sus campeones. El Heat consiguió tres cetros entre 2006 y 2013. Los Marlins sumaron uno en 1997 y otro en 2003. Y a pesar de décadas sin celebrar, los Dolphins también cuentan con anillos en su historial, gracias a las coronas de 1973 y 1974.
Pero la ciudad nunca ha podido combinarse para una época de triunfos en distintas disciplinas.
Ahora, quizás por primera vez en su historia, la ciudad cuenta con múltiples referentes en varias disciplinas al mismo tiempo. La llegada de Lionel Messi al Inter Miami de la MLS le colocó la guinda al pastel a unos meses redondos para los residentes miamenses.
Messi tendrá la difícil misión de convertir al Inter en una franquicia ganadora. Su simple presencia ya transformó a la organización en relevante, algo con lo que los directivos habían fracasado en los primeros años de su fundación.
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El mariscal de campo de los Dolphins de Miami, Tua Tagovailoa, se estira durante una práctica del equipo, el 6 de junio de 2023.
AP Foto/Lynne Sladky
En el Hard Rock Stadium, un saludable Tua Tagovailoa encabezará a un combinado de los Dolphins que tiene mucho por demostrar, pero que quizás está en una mejor posición para hacerlo que nunca antes, gracias a la recuperación de su mariscal de campo, que vio su carrera pender de un hilo tras sufrir dos conmociones cerebrales en la temporada pasada.
Luis Arráez, en su búsqueda de historia con un promedio cercano a los .400 puntos, ha acaparado los titulares en el béisbol de las Grandes Ligas este año. Su desempeño ha sido fundamental para que los sorpresivos Marlins registraran su mejor primera mitad en años y la posibilidad de emular lo hecho por aquellos peces de Cabrera, Josh Beckett y compañía en 2003 luce tan viable como en ninguna zafra desde entonces.
Y después de ver el trofeo desaparecer frente a sus ojos en la pasada final de la NBA, Jimmy Butler tiene entre ceja y ceja completar la tarea en la venidera campaña. El Heat ha sido el equipo que más alegrías le ha llevado a Miami en los últimos años y podría tener el mayor peso sobre sus hombros en esta nueva etapa deportiva en la ciudad.
Miami tiene a sus abanderados. Llegó el momento de cambiar la historia.