BUENOS AIRES. El próximo 6 de junio Berlín será espectadora de lujo de un encuentro de fútbol único en la tierra. La Juventus se enfrentará al Barcelona en la final de la Copa de Campeones para decidir quién le arrebatará el cetro al Real Madrid. El escenario tendrá mucho condimento latino.
No es casualidad que italianos y catalanes compartan una característica ofensiva en común: sus dos estrellas son argentinos. Por un lado se encuentra Lionel Messi, quien no necesita carta de presentación ni hace falta repasar sus proezas durante esta campaña. Por parte del equipo de Turín, las brillantes actuaciones de Carlos Tevez llevaron a su escuadra hasta las finales de Champions, Copa de Italia y la obtención del campeonato en la Liga local, siendo en esta última el goleador del torneo.
LEA TAMBIÉN: Escándalo en fútbol argentino por ataque de fanáticos
Al expandir la mirada en todo el continente, la calidad del juego argentino resalta en diferentes ligas, como en Inglaterra, donde Sergio “Kun” Agüero se coronó nuevamente como el goleador de la competencia. Ante la estadística, es necesario desentrañar cómo está en la actualidad el fútbol argentino, lugar de nacimiento de cada uno de estos “killers” de la red.
Liga de poca calidad
Haciendo foco en la competencia local, el panorama no refleja el rendimiento de sus figuras en el exterior. Los malos arbitrajes, la falta de presupuesto de las instituciones, la mala administración de los equipos y la violencia son moneda corriente. Las características negativas del torneo argentino lo ubican muy por detrás de las grandes competencias europeas.
Desde lo deportivo la lista de 30 convocados que Gerardo “Tata” Martino publicó el pasado 11 de mayo, no deja bien parada a liga sudamericana. De entre todos los seleccionados por el entrenador argentino, sólo cuatro de ellos actúan en el ámbito local, el resto en Europa.
LEA TAMBIÉN: El fútbol volverá a llevarla la atención en el 2015
El defensor Milton Casco, proveniente de Newell´s Old Boys, y los volantes Maximiliano Rodríguez (mismo equipo), Fernando Gago (Boca Juniors) y Federico Mancuello (Independiente) son los únicos privilegiados. Estos jugadores se desempeñan en un torneo argentino desfavorable para la ejecución de sus tareas y el disfrute de sus aficionados.
Sin beneficios
En lo administrativo, la superpoblación de abonados impide en muchos casos el ingreso al estadio de los mismos aficionados que pagan mensualmente un monto para utilizar las instalaciones de sus clubes. Boca Juniors, por ejemplo, tiene más de 143.000 socios que depositan dinero todos los meses para ganarse el derecho de ver los partidos desde la tribuna. Sin embargo, su estadio tiene capacidad para 57.395 espectadores. Ante esta desproporción, las autoridades del club decidieron imponer una venta de entradas adicionales exclusivas para las personas con membresía.
Según el portal argentino Canchallena.com, “el pasado 12 de mayo aficionados de Boca esperaron varias horas en más de 160 puntos habilitados para comprar entradas adicionales. Los socios que no pudieron conseguir su entrada, debido al colapso del sistema, se dirigieron al estadio y allí se produjeron disturbios”. El Secretario General de Boca, César Martucci, reconoció que “es imposible tener una solución porque ya está colmada la capacidad”.
Sin instalaciones
Muchas de las instituciones que componen la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) viven una realidad muy distinta a la de los clubes europeos. Ezequiel Nizzero, exjugador de J.J. Urquiza (que milita en la Primera C), reconoce que “durante una pretemporada, el club estaba tan mal económicamente que tuvimos que llevar nuestros propios colchones o bolsas de dormir al predio donde íbamos a quedarnos entrenando. Obviamente nos bañábamos sin agua caliente. Muchos de los jugadores viajaban en transporte público, eso complicaba mucho las cosas, por lo que agarraban colchonetas de ejercicio y dormían debajo de los árboles”.
Árbitros de terror
Al momento de impartir justicia, los árbitros locales caen regularmente en equivocaciones amateurs y son sancionados con la inactividad constantemente. Por citar un ejemplo, las últimas actuaciones de Germán Delfino en los enfrentamientos entre Boca y River demostraron la poca capacidad para dirigir que tienen muchos de los jueces regionales.
Juan Simón, secretario técnico del club xeneize, confesó al periódico deportivo Olé que “los árbitros se están pasando de la raya. Es una vergüenza" en referencia al mar arbitraje de Delfino en el último superclásico. Otros jueces reconocidos en el ámbito local como Pablo Lunatti, Andrés Merlos, Darío Herrera y Mauro Vigliano también han sido sancionados por la AFA con anterioridad por sus malos desempeños. Muchas veces los mismos clubes presionan a la máxima autoridad del fútbol argentino para seleccionar a los árbitros que dirigirán sus encuentros. Esto conduce indefectiblemente a una imparcialidad no voluntaria a la hora de aplicar el reglamento deportivo con objetividad dentro del campo de juego.
El sábado 6 de junio, el Estadio Olímpico de Berlín enfrentará a dos de los mejores delanteros del mundo en el partido más esperado del año. Como si de la entrega de los Óscar se tratase, la gala ceremonial previa del partido refleja la diferencia organizacional y económica de las grandes entidades deportivas europeas y las instituciones sudamericanas.
