MIAMI.- Los Juegos Olímpicos están llenos de historias de vida en las cuales la superación de las más inimaginables adversidades cobran protagonismo.
MIAMI.- Los Juegos Olímpicos están llenos de historias de vida en las cuales la superación de las más inimaginables adversidades cobran protagonismo.
Tal es el caso de la judoca Majlinda Kelmendi, quien entregó a Kosovo su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos tras derrotar en la final de la categoría de menos de 52 kilogramos a la italiana Odette Giuffrida.
Cuatro años atrás, en los juegos de Londres 2012, Kelmendi compitió bajo la bandera de Albania pero, pero tras ser reconocido Kosovo por el Comité Olímpico Internacional (COI) en diciembre de 2014, decidió cambiar su nacionalidad.
"Me he imaginado tantas veces este momento, es la primera vez que Kosovo viene a los Juegos Olímpicos y a pesar de ello ganamos una medalla de oro", afirmó la luchadora al conseguir el oro olímpico.
"Quería mostrarle al mundo que Kosovo no es solo un país que ha vivido una guerra", añadió la luchadora.
La favorita cumplió en Río su deseo más grande
En Río de Janeiro se proclamó campeona del mundo en 2013 y en esa ciudad repitió conquista, pero esta vez olímpica y representando por primera vez a su país Kosovo.
Kelmendi llegaba como la vigente campeona de Europa (2014 y 2016) y del mundo (2013 y 2014), sin embargo, lo más importante para ella, tal como lo expresó esta semana, es que con su victoria Kosovo se convirtió el país número 100 en obtener una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
"No es solo mi familia la que está feliz, también todos los habitantes de Kosovo, todos los niños. Es como un sueño hecho realidad", sentenció.
FUENTE: REDACCIÓN