jueves 28  de  marzo 2024
béisbol

Los aspirantes a inmortales

Esta semana se dan a conocer a los candidatos que buscarán ingresar al Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas el próximo año, en medio de una elección donde se asoma un nuevo candidato latino como el gran favorito
Por LUIS E. RANGEL

MIAMI.- El Salón de la Fama se vuelve a reactivar y con él, las conversaciones y dilemas sobre los nuevos candidatos que aparecerán a partir de esta semana en la papeleta de los electores miembros de la Asociación de Cronistas del Béisbol de Estados Unidos (BBWAA, por sus siglas en inglés).

El año pasado fueron exaltados el dominicano Vladimir Guerrero, Jim Thome, Trevor Hoffman y Chipper Jones, a través de los votos de la BBWAA, mientras que Jack Morris y Alan Trammell lo hicieron por la vía del Comité de la Era del Béisbol Moderno.

La de 2018 fue una papeleta apretujada, mientras que la de este año luce un poco más despejada, aunque eso no quiere decir que pudiera haber sorpresas y, como siempre, controversias.

DIARIO LAS AMÉRICAS hará un repaso por los candidatos más sobresalientes de 2019, y en donde una vez más luce enorme la posibilidad, de que por tercer año corrido sea distinguido un jugador de origen latino después de que fueran elegidos el boricua Iván Rodríguez en 2017 y Guerrero en 2018.

El más seguro

Esta será la primera ocasión en la que aparecerá el considerado mejor taponero de la historia, Mariano Rivera. El panameño tiene todas las cualidades que le gustan a los electores: números indiscutibles, éxito en la postemporada y una personalidad libre de manchas. Rivera, quien jugó sus 19 años con los Yankees de Nueva York, es el líder en salvados con 652 y además dejó efectividad ajustada de 205, también la máxima cantidad en los anales. Rivera lanzó en 96 partidos en la postemporada y en 141 innings dejó una minúscula efectividad de 0.70. Invitado 13 veces al Juego de las Estrellas, Rivera además fue Más Valioso de la Serie Mundial de 1999 y Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Americana en 2003.

Con gran chance

El boricua Edgar Martínez irá a su última oportunidad en la papeleta de la BBWAA y tras obtener el año pasado un 70.4% del mínimo requerido de 75%, parece tener buena oportunidad de lograr el salto final. Martínez es considerado el mejor bateador designado de la historia. Jugó 18 años, fue dos veces campeón bate y terminó con un porcentaje de embasamiento de .418. Su OPS de .933 es más alto que por ejemplo el de Vladimir Guerrero, Chipper Jones, Hank Aaron, Frank Robinson, Mike Piazza, Mike Schmidt, todos miembros del Salón de la Fama.

Roy Halladay, entretanto, hará su debut en la papeleta. El lanzador derecho fue uno de los serpentineros más dominantes de su época y aunque no concluyó con números típicos de un miembro del Salón de la Fama la realidad es que los parámetros de los lanzadores ha cambiado. Halladay, quien falleció en un accidente aéreo en noviembre del año pasado, terminó con efectividad ajustada de 131, superior a miembros de Cooperstown como Bob Gibson y Tom Seaver. El derecho ganó dos Cy Young. Y aunque este año no alcance el 75% de los votos, más temprano que tarde lo hará.

A la sombra de los esteroides

Bajo otra situación Roger Clemens, Barry Bonds y Manny Ramírez estarían fácilmente adentro de Cooperstown desde hace varios años. Clemens es el máximo ganador de Cy Young en la historia con siete y Bonds, también con siete, el pelotero que más veces se ha impuesto en el premio al Jugador Más Valioso. Pero la sombra de los esteroides los lleva ya por séptima ocasión a la papeleta del Salón de la Fama. Clemens logró el 57.3% de los votos, mientras que Bonds obtuvo el 56.4% el año pasado. Está claro que cuentan con cierto apoyo, pero, al menos por ahora, no parecen tener el soporte necesario y el tiempo se les está acabando.

Ramírez quizás no tenga los mismos pergaminos de Bonds y Clemens, pero la realidad es que nadie los tiene. El dominicano ciertamente dejó números que no dejan confusión de su inmortalidad. Conectó 555 jonrones y tuvo un OPS de .996, el octavo más elevado en la historia, a lo largo de 19 campañas. El año pasado, su segundo en la papeleta, sacó apenas un 22% de los votos, y es que a diferencia de Bonds y Clemens dio dos veces positivo a sustancias prohibidas.

Andy Pettitte aparecerá por primera vez en la votación. El zurdo fue un ganador consistente en su época y además fue exitoso en la postemporada. Pero Pettitte, quien ganó 256 en 18 años, confesó haber tomado sustancias ilegales. El serpentinero concluyó con una efectividad de 3.85, una cifra que parece no apta para los estándares de calidad de Cooperstown.

Sammy Sosa, entretanto, irá por séptima vez a la votación. El dominicano, también implicado en el escándalo de los esteroides, terminó con 609 cuadrangulares, pero no parece tener el apoyo de los electores. El año pasado apenas obtuvo un 7.8% y su candidatura corre riesgo de quedar afuera para 2020.

En ascenso

Mike Mussina irá por sexta ocasión al voto de los electores y el derecho obtuvo un 63.% el año pasado. Con una papeleta un tanto más despejada, es posible que el serpentinero alcance al menos el 70%. Mussina lanzó por 18 años y ganó 270 juegos. Su efectividad es de 3.68, un tanto elevada para lo que debería ser un miembro del Salón de la Fama, pero concluyó con un muy robusto WAR de 83, mucho más alto que el promedio de los abridores que están en Cooperstown que es de 73.9, y en general es el 14ta mejor entre todos los lanzadores que actuaron después de la II Guerra Mundial.

El más controversial

Omar Vizquel nunca imaginó que sería después de retirado que generaría tanta controversia en el béisbol de las Grandes Ligas. Y es que su candidatura se ha convertido en un punto de quiebre entre los tradicionalistas, que parecen favorecerlo, y los enfoques más modernos que consideran que el venezolano no debería estar en Cooperstown.

Vizquel es considerado como uno de los mejores torpederos defensivos de la historia, y algunos lo sitúan sólo por debajo de Ozzie Smith. Ganador de 13 Guantes de Oro, el caraqueño eventualmente fue mejorando con el madero y tras una larga carrera de 24 años terminó con 2877 imparables.

No obstante, según las tendencias más modernas Vizquel no fue tan excelso con el guante como se dice y su aporte con el madero fue mínimo. De hecho, terminó con un OPS ajustado de 82, una cifra bastante discreta para el Salón de la Fama.

Vizquel irá por segunda vez a la papeleta, y tras haber obtenido un 37% en su primer año, los más optimistas esperan que pueda seguir incrementando poco a poco su cosecha. No obstante, con el pasar de los años y con electores más jóvenes sumándose al cuerpo de votantes calificados para el Salón de la Fama, es posible que sus opciones para convertirse en inmortal nunca se concreten. En todo caso, sólo el tiempo dirá.

El efecto del Coors Field

Con los números que posee, Larry Walker probablemente estaría desde hace rato en el Templo de los Inmortales, pero el toletero zurdo jugó la mayor parte de su carrera en Colorado, en donde los bateadores se beneficiaban grandemente por los efectos de la altura. Walker irá a su novena votación y tras haber obtenido sólo el 34.1% el año pasado nada parece presagiar que logrará su objetivo. Walker terminó con .965 de OPS y ganó tres coronas de bateo, todas con los Rockies.

Ahora tocará esperar para ver si al igual que Walker, Todd Helton, quien también jugó en Colorado, se verá afectado por este efecto. Helton terminó con .953 de OPS y logró un título de bateo, además de disparar 369 estacazos. Será la primera vez que este jugador, que bateó de por vida por encima de .300, con más de .400 de porcentaje de embasamiento y más de .500 de slugging aparezca en la papeleta de votación.

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