Especial
@luisfsanchez6
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Tres cubanos fueron figuras clave en la hazaña del Miami FC, que se convirtió en el primer club de la National Premier Soccer League en coronarse bicampeón.
En su momento, los mediocampistas Ariel Martínez y Héctor Morales y el delantero Darío Suárez vistieron la divisa de Cuba, pero los tres eligieron probar su valía en el balompié profesional.
Martínez ancló en Estados Unidos con grandes pergaminos. Había jugado diez temporadas el equipo de Sancti Spíritus de su natal isla y 54 veces defendió la camiseta del escuadrón nacional, con el que marcó 11 goles. Su calidad era tan notable que en la Copa de Oro 2015 de la CONCACAF, disputada en Estados Unidos, los comentaristas de TV lo bautizaron como "La Isla" porque, a juicio de ellos, no tenía compañía en su nivel.
En esa edición, luego de que Cuba venciera 1-0 a Guatemala en Charlotte, Carolina del Norte, y se clasificara a cuartos de final del torneo máximo de la región, Martínez decidió que era la hora señalada para cumplir sus sueños. Cuando regresaron al hotel, en lugar de irse a dormir salió a la calle y tomó un taxi. Le pidió al chofer, que era uruguayo, que lo llevara a Miami y le dio todo el efectivo que tenía. Era el precio de su nueva vida.
Ahora en el Miami FC es el único jugador que sobrevive desde la temporada de expansión del club en el 2016. Ha sido parte de los ocho títulos que ha conseguido el club azulnaranja en su breve y rica historia. Llegó a cuartos de final en el 2017 en la US Open Cup, el torneo de fútbol más antiguo de Estados Unidos, y fue factor clave en los dos títulos en la NPSL.
En Miami se siente como en casa, encuentra cubanos por todas partes, cuando pide un Uber el conductor es cubano, en la cafetería el dueño es cubano, va a bailar a un club y ocho de cada 10 canciones son cubanas. Se siente cómodo y feliz en Miami, que es lo que imaginó con palmeras, gente latina y una ciudad siempre en fiesta.
“En realidad soy como un soldado, voy donde me manden pero el destino ha querido que mi centro de operaciones sea Miami, que es como si estuviera en Cuba”, comentó. “Además, tengo la suerte de jugar con Darío [Suárez], quien fue mi compañero en la selección de Cuba, y con Héctor [Morales]. Si por mi fuera, traería a todos los jugadores cubanos al equipo, pero eso no es posible porque hay mucho talento de otros países que también merecen estar”.
El Miami FC logró el bicampeonato de la NPSL luego de vencer 3-1 al legendario Cosmos en el mismísimo Nueva York, con dos goles del capitán Dylan Mares y uno de Shawn Green, este último tras recibir un preciso pase de Suárez.
“Nos sacamos una espina que teníamos clavada”, afirmó Martínez, “En el 2017, el Cosmos nos eliminó en definición por penales y nos impidió avanzar a la final de la North American Soccer League”.
El Suárez cubano
Por su parte, Suárez decidió quedarse en Estados Unidos un partido antes que lo hiciera Martínez en la Copa de Oro del 2015. Había militado con el FC La Habana, la escuadra de su ciudad natal, y también había vestido la divisa nacional Sub-20 antes de jugar cuatro partidos con la selección mayor.
Empezó su nueva vida en Estados Unidos con el AFC Ann Arbor de Michigan en la NPSL. En la temporada del 2017, fue el máximo goleador de su equipo con seis goles y tres asistencias. Al año siguiente se incorporó al Miami FC.
Se trata de un delantero muy enfocado, que siempre está en movimiento en busca de aprovechar cualquier descuido y demostró esa habilidad en el momento que más lo necesitaba el Miami FC en la final, cuando el Cosmos estaba abajo 2-1 y se jugaba la vida para empatar. En fulminante contragolpe, Suárez tuvo la sangre fría necesaria para dar el último pase, ayudar a sellar la victoria y frenar todas las esperanzas del rival que, alentado por una multitud que colmaba el estadio, se había lanzado a matar o morir y finalmente murió luchando.
“Eso es lo que nos ha transmitido nuestro entrenador Paul Dalglish”, afirmó Suárez, de 26 años de edad. “Siempre nos dice que no dejemos escapar la menor oportunidad y así lo hicimos durante toda la campaña”.
El más nuevo
El “Chino” Morales es quien menos tiempo lleva de los tres en el Miami FC. Llegó a principios de año, procedente del Cascadia, de la región noroeste de Estados Unidos. En el 2016, cuando abandonó Cuba, jugó con el AFC Ann Arbor y lo ayudó a llegar a los playoffs regionales.
En la isla había jugado con las selecciones Sub-17, Sub-20 y Sub-23, es decir era toda una promesa que había seguido el proceso formativo pero de pronto se encontró que si no cambiaba de aires se iba a estancar y prefirió tomar el riesgo.
No se equivocó. Se trata de un jugador de tranco largo, inteligente y con mucho sentido de juego colectivo.
“Venimos preparándonos juntos desde febrero pasado -explicó Morales-. Poco a poco fuimos mejorando y el entrenador supo estimular nuestra determinación e inculcó una cultura ganadora para luchar sin desmayo en cada partido. Esa mentalidad es la que ha hecho la diferencia esta temporada”.
Con la ayuda de Los Tres Mosqueteros cubanos y otros jugadores de gran talento como Mark Pais, Tomás Granitto y Miguel González, entre otros, el Miami FC supo sumar otro laurel a su rica historia, que lo convierte en uno de los clubes más ganadores y queridos en el sur de la Florida.