Los Miami Marlins quieren ir más lejos y ganarse la atención del público en la ciudad. Los peces están en la carrera por acceder a playoffs por primera vez desde que clasificaron en la atípica temporada acortada de 2020 por la pandemia del COVID-19 y desde 2003 en una temporada normal.
Los Marlins están haciendo las cosas bien y su mánager, Skip Schumaker -un gran admirador del coah del Miami Heat, Erik Spoelstra, espera que con algunas de las enseñanzas que ha podido aprender de entrenadores como Spoelstra, Phil Jackson, entre otros, puedan seguir enrumbados hacia la postemporada, pero sobre todo que se cuente con el apoyo de la fanaticada.
“Cuando terminen los juegos (el Heat y los Panthers), con suerte podremos comenzar a llenar nuestros asientos. Porque tenemos a un tipo que batea .400 (Luis Arráez) y otro que es ganador del premio Cy Young (Sandy Alcántara)”, precisó el estratega de los Marlins a MLB.com en días recientes. El momento ha llegado, ahora hay que esperar para ver si el llamado del estratega es escuchado por los fanáticos de Miami.
https://twitter.com/SportsCenter/status/1669203175994269696
Schumaker espera que el público que apoyó a los equipos del sur de Florida en la NBA y en la NHL también lo hagan en MLB. “También tenemos algunas cosas buenas. Es un momento emocionante para estar aquí (Loan Depot Park)”.
Actualmente, al estadio de los Marlins asisten 11,568 fanáticos por juego. Es el segundo peor promedio de la temporada, solo superado por los Oakland Athletics (9,137), aunque el equipo de Miami está como segundo de su división y con -de momento y por mucho por jugarse- uno de los boletos de comodín en sus manos.
Es un momento especial en lo deportivo para Miami, que, aunque los equipos de la ciudad perdieron las series por los campeonatos de baloncesto y hockey sobre hielo, también recibieron la noticia de la llegada de Leo Messi. Los Marlins, de la mano de Schumaker, también quieren ser parte de la historia.
Y por qué no, hacer lo que no pudieron el Heat y los Panthers. Darle un cetro a la ciudad que no celebra un campeonato desde hace ya una década, con el Heat.