MIAMI.- REDACCIÓN
MIAMI.- El histórico cojunto italiano afronta crisis económica
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El Parma fue declarado hoy en bancarrota por un tribunal italiano que nombró a dos funcionarios contables para determinar si el club puede continuar la temporada de la Liga italiana de fútbol, según aseguraron medios locales.
El fallo del juez de Parma llegó después de una audiencia que duró diez minutos y un día más tarde de que el presidente del club, Giampietro Manenti, fuera detenido por presunto lavado de dinero.
Último de la clasificación con nueve puntos después de que la Liga lo castigara con la quita de tres unidades por no pagar sus compromisos, el Parma tiene una deuda estimada en 218 millones de euros (unos 232,5 millones de dólares) y cambió dos veces de dueño desde diciembre. Además, los futbolistas y el cuerpo técnico llevarían cinco meses sin cobrar.
El Parma vivió su época dorada en los años '90, cuando ganó tres Copas de Italia, una Recopa, dos Copas UEFA y una Supercopa europea. En 2004, el club quedó involucrado en la quiebra de la empresa láctea Parmalat.
Los funcionarios designados deberán resolver el pago a los acreedores y a los empleados, además de determinar si el club podrá jugar los 13 partidos que le restan, producto de las 11 fechas que faltan más los dos encuentros que no jugó por sus deudas y que tendría que reprogramar.
Para continuar la temporada se espera la ayuda de la Liga, que el 6 de marzo había decidido destinar cinco millones de euros para el apoyo financiero del club en caso de que se decretara la quiebra.
Carlo Tavecchio, presidente de la Federación Italiana (FIGC), aseguró que el fallo del tribunal "allana el camino para el posible rescate del club, con el inicio de una nueva fase que le podría permitir continuar su actividad".
A menos que se presenten compradores, el Parma será relegado a la serie D, la máxima categoría amateur que tiene el fútbol italiano.
Se considera que al menos se necesitarán unos 70 millones de euros para mantener al club en la Serie B, teniendo en cuenta que el descenso a esta altura parece inevitable.
Tavecchio y la FIGC recibieron fuertes críticas en las últimas semanas por haber ignorado durante meses el empeoramiento de la situación económica del club.
Ya en agosto el Parma había sufrido un duro revés cuando no pudo participar por sus deudas en la actual edición de la Liga Europa, por más que había ganado su derecho en la cancha, al finalizar sexto en la pasada campaña en la Liga italiana.
"Decir que no hay responsabilidad de nadie es demasiado fácil", afirmó la semana pasada Giovanni Malagò, presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI). "Tiene que haber algunas personas que son responsables y deben se identificadas, no sólo para respetar a la ciudad de Parma, sino también para todo el sistema de fútbol y nuestro país", agregó el dirigente.
"Esta es una historia muy fea que no deber ocurrir de nuevo debe. No es tolerable que un club de fútbol sea comprado por alguien que no tiene garantías financieras. Es urgente cambiar las reglas para que evitar que mañana podamos tener otro caso como el de Parma", completó Malagò.