El pasado martes se dio a conocer el primer corte de las votaciones para el Juego de Estrellas a celebrarse el próximo 19 de julio en el Dodger Stadium, en la ciudad de Los Ángeles. El evento permite que el público elija a los titulares para el juego. ¿Es realmente una buena idea?
A nuestro criterio, no. El líder bate de la actual temporada de Grandes Ligas, el venezolano Luis Arraez, quien antes de la jornada de ayer bateaba para .355, apenas es la cuarta opción para la inicial de la Americana, con 307.442 votos -claro, es el primer corte- para esta fiesta. Pero Vladimir Guerrero Jr. lidera la contienda por la primera almohadilla de este circuito. Sin embargo, parece que los fanáticos -con el debido permiso de la Major League Baseball- premian la popularidad por encima de lo que se haga en el terreno. La muestra más evidente este año es el estelar campocorto de los Padres de San Diego, Fernando Tatis Jr.
El dominicano apareció entre los cinco shortstops más apoyados de la Liga Nacional sin haber participado en un solo juego durante la actual temporada.
Tatis Jr, quien figura en la portada de MLB Show, se fracturó una muñeca durante el receso de temporadas y aún no tiene fecha para su retorno, pero logró en el primer corte 165.074 papeleta, ¿justo? Para nada. Sucedió también el año pasado con Mike Trout, que, aunque jugó poco más de 30 juegos antes del Juego de Estrellas, fue el jardinero con más apoyo en la Liga Americana. Al parecer era mejor antes, cuando los números eran el motivo de invitación.
Este año también se pueden observar otros casos, quizás menos absurdos que el de Tatis Jr. Pero es inmerecido que en este primer corte -con esperanza de que cambie pronto- el dominicano José Ramírez, tercera base de los Guardians de Cleveland, esté actualmente por debajo de su paisano Rafael Devers, aun cuando es el líder en remolques de la liga y está teniendo una temporada de ensueño.
Entonces parece que no hay que dejarlo todo en el terreno, sino que ser popular. Hacer shows y tal vez interactuar en redes para ahora ser All-Star. Invitamos a MLB a recapacitar.