sábado 19  de  abril 2025
VENTAS

Biden subsidia empresas en quiebra de vehículos eléctricos

Después de años de incentivos e inyecciones multimillonarias, más del 94% de los estadounidenses desestima los supuestos beneficios de los vehículos eléctricos, lo que se considera un gran fracaso

Por Leonardo Morales

WASHINGTON- El gobierno estadounidense anunció el jueves que otorgará 1.700 millones de dólares en subvenciones a la industria automotriz para que pueda desarrollar sus líneas de producción de vehículos eléctricos, así como piezas o autopartes como baterías.

Estos subsidios se destinan ahora a una decena de fábricas cerradas o amenazadas, instaladas en ocho estados diferentes, porqueo las ventas de vehículos eléctricos en EEUU han sido un fracaso y apenas representan el 3% de todas las ventas en el país.

Esas concesiones, que se enmarcan en la mal titulada Ley de Reducción de la Inflación, se dirigirán en particular a empresas situadas en los estados de Georgia, Michigan y Pennsylvania, donde Biden y los demócratas buscan desesperadamente el voto para las elecciones de noviembre.

Propósitos electorales y dinero de los contribuyentes

El objetivo, de énfasis electoral, es readaptarlas a la producción de vehículos eléctricos o de sus repuestos. Es decir, los demócratas destinan dinero de los contribuyentes para subsidiar empresas en quiebra, sólo porque se incluyen dentro de los planes del actual gobierno en la Casa Blanca. Lo que no hace el gobierno con empresas importantes para el consumo nacional como las dedicadas a la agricultura, la ganadería y grandes fábricas de otros sectores.

Los demócratas, en pleno caos por el deficiente trabajo en economía y el destape de un deterioro mayor de la salud mental y física de Biden, tiran ahora de todas las opciones para intentar convencer a los votantes.

Biden marcha debajo del expresidente Donald Trump en todas las encuestas por un margen de entre 6 y 13 puntos en los mismos estados antes mencionados, que fueron clave en las elecciones de 2020.

Michigan y Pennsylvania fueron severamente afectados por la política de cambio climático de Joe Biden, quien ordenó cerrar la línea 5 del gran oleoducto Enbridge que entrega combustible a Canadá, en especial en las regiones de Ontario y Quebec.

Otro de los grandes fracasos de la administración Biden ha sido el derroche de dinero para impulsar la industria de los vehículos eléctricos, un sector que no ha podido atraer más allá de compradores curiosos o jóvenes adoctrinados en universidades con falsas teorías sobre el medio ambiente o que simplemente quieren estar a la moda.

El fabricante de vehículos eléctricos Fisker se declaró en bancarrota, la segunda empresa de vehículos eléctricos en hacerlo en el último año, mientras incluso los líderes de la industria batallan para atraer a más compradores.

Fisker Group Inc. dijo en una presentación ante el Tribunal Federal de Quiebras en Delaware que sus activos oscilan entre 500 millones y 1.000 millones de dólares, calculó sus pasivos entre 100 y 500 millones de dólares, y que tiene entre 200 y 999 acreedores.

“Al igual que otras empresas de la industria de vehículos eléctricos, hemos enfrentado varios obstáculos macroeconómicos y de mercado que han afectado nuestra capacidad para operar de manera eficiente”, dijo la compañía en un comunicado el lunes. “Después de evaluar todas las opciones para nuestro negocio, determinamos que proceder con la venta de nuestros activos bajo el Capítulo 11 es el camino más viable para la empresa”.

El Capítulo 11 de la Ley de Quiebras permite a las empresas en Estados Unidos con problemas financieros reorganizarse bajo la protección de la ley.

La empresa de automóviles eléctricos fue fundada hace siete años por el diseñador Henrik Fisker, quien ha sido su presidente y director general. Él diseñó la SUV Ocean 2022 totalmente eléctrica, así como el lujoso híbrido enchufable Karma que se lanzó en 2011. Fisker también es conocido por liderar el desarrollo del automóvil deportivo BMW Z8.

Sin señales de despunte

Fisker, con sede en Manhattan Beach, California, y otras nuevas empresas como Lordstown Motors Corp., buscaron enfrentarse a líderes de la industria como Tesla y grandes fabricantes de automóviles en Detroit, que han entrado agresivamente al mercado.

Sin embargo, las ventas de vehículos eléctricos se han desacelerado tanto por la falta de infraestructura como por el aumento de la inflación que ha encarecido los préstamos para automóviles.

La venta de vehículos eléctricos creció solamente 3,3% a casi 270.000 durante los primeros tres meses de este año, muy por debajo del crecimiento del 47% que impulsó ventas récord y una participación de mercado del 7,6% el año pasado, según J.D. Power. La desaceleración, liderada por Tesla, confirma los temores de los fabricantes de que actuaron demasiado rápido para ampliar su mercado. La participación de los vehículos eléctricos en las ventas totales de Estados Unidos cayó al 7,15% en el primer trimestre.

Eso ha llevado a enormes recortes de precios y de empleos en empresas líderes como Tesla.

Otra startup eléctrica, Rivian, frenó este año la construcción de su planta de fabricación de 5.000 millones de dólares en Georgia para acelerar la producción y ahorrar dinero.

Lordstown solicitó protección por quiebra el verano pasado, ya que afrontaba serias dificultades de financiación.

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FUENTE: Con información de AFP.

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