Estados Unidos amplió el alcance de sus aranceles al acero y el aluminio, informó el Departamento de Comercio el martes, en una decisión que impacta a cientos de productos que contienen esos materiales.
La Oficina de Industria y Seguridad informó en una nota que añadió 407 tipos de mercancías a las listas de artículos considerados "productos derivados" del acero y el aluminio.
Estados Unidos amplió el alcance de sus aranceles al acero y el aluminio, informó el Departamento de Comercio el martes, en una decisión que impacta a cientos de productos que contienen esos materiales.
La Oficina de Industria y Seguridad informó en una nota que añadió 407 tipos de mercancías a las listas de artículos considerados "productos derivados" del acero y el aluminio.
La medida significa que el 50% de aranceles que pesa sobre estos dos materiales, impuesto por el presidente Donald Trump a principios de este año, se aplicará a su contenido de acero y aluminio.
La medida entró en vigor el lunes 18 de agosto, y la notificación que detalla los cambios fue publicada en el Registro Federal este martes.
"La acción de hoy abarca turbinas de viento y sus partes y componentes; grúas móviles, bulldozers y otras maquinarias pesadas; vagones, muebles, compresores y bombas, y cientos de productos más", indicó el Departamento de Comercio el martes.
La medida "cierra vías para la evasión" de aranceles, dijo Jeffrey Kessler, subsecretario de Comercio para la Industria y la Seguridad, al reiterar el objetivo de impulsar las industrias del acero y el aluminio de Estados Unidos.
Desde su regreso a la Presidencia, Trump ha impuesto un arancel del 10% a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos, además de aranceles más altos a docenas de economías como la Unión Europea y Japón.
En el caso del acero y el aluminio, Trump determinó inicialmente un arancel del 25% antes de duplicarlo al 50% en junio.
Aunque hasta el momento el impacto de los aranceles de Trump sobre los precios a los consumidores ha sido limitado, economistas han alertado que los efectos completos aún están por verse.
Casi todas las empresas han enfrentado la entrada en vigor de los aranceles con la compra adelantada de productos. Otras han trasladado algunos costos a consumidores o han absorbido parte de la nueva carga arancelaria en medio de sus grandes ganancias.
Las grandes empresas e intermediarios se acostumbraron a pagar o no pagar aranceles a EEUU y quintuplicaron sus dividendos por décadas a costa del déficit comercial de EEUU, el impacto directo a la industria del país y los precios impuestos a los consumidores estadoundienses. Eso ya terminó, como dijo el presidente Donald Trump.
Y si aprovechan para otra escalada de precios, el Presidente también les recordó que hay otra serie de medidas para contrarrestar esas actividades abusivas durante muchos años.
Algunos analistas vinculados a gobiernos de izquierda señalan, como es de esperar, que es poco probable que importadores y minoristas sean capaces de aguantar esos costos de manera indefinida, y que eventualmente se aumenten más los precios a los consumidores.
FUENTE: Con información de AFP.