MIAMI- Si en lo que va de año, usted siente que está gastando más dinero respecto al año anterior, no está equivocado.
MIAMI- Si en lo que va de año, usted siente que está gastando más dinero respecto al año anterior, no está equivocado.
Según previsiones realizadas por expertos de Bloomberg Economics, los hogares estadounidenses tendrán que desembolsar unos 5.200 dólares más en 2022 comparado con 2021, a causa de la alta inflación.
Dado que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) más reciente, 7,9 % en febrero, es el más alto reportado en las últimas cuatro décadas, Andrew Husby y Anna Wong pronostican que el gasto por hogar registrará un considerable aumento este año. Hablamos de unos $433 dólares mensuales más que usted tendrá que gastar, como promedio, en sus principales compras cotidianas.
Según estos especialistas, sólamente los precios de los alimentos y la energía (incluyendo la gasolina y la calefacción), representarán un gasto adicional de unos 2.200 dólares anuales, algo que repercutirá más en el bolsillo de quienes ganan menos.
Innegablemente, "el consumo básico ha cruzado un umbral", dijo el presidente de análisis estratégico de IRI, Krishnakumar Davey. Según este experto, "los consumidores observan que pagan cada vez más y están comenzando a sacar algunos artículos de su cesta porque [sencillamente] no pueden pagarlos".
Un reporte de "The Wall Street Journal" al respecto reveló que los ejecutivos de la industria de comestibles han señalado que los consumidores se están volviendo más sensibles al precio. Ahora optan por marcas de la tienda y seleccionan los productos que les resultan más baratos.
Ya grave, esta situación estaría sujeta a empeorar si se añaden otros dos factores cruciales a este panorama: la posible reducción en el alza de los salarios, dado que más gente se irá sumando poco a poco a la bolsa laboral y los crecientes problemas en la cadena de suministros, derivados de la pandemia de COVID-19 y agravados por el conflicto ruso-ucraniano; sin entrar en detalles en las políticas económicas desacertadas de la administración Biden.
Estimaciones de locura
Según los más recientes datos reportados por la Oficina de Estadísticas del Departamento del Trabajo, está clarísimo que los estadounidenses sufren una inflación desmesurada, sobre todo, en áreas tan básicas como la alimentación, la gasolina, la vivienda y los seguros.
El índice anual de alimentos en general, por ejemplo, subió un 7,9 % al cierre de febrero (el mayor desde julio de 1981), mientras que el de carnes, aves, pescados y huevos aumentó un 13,0%. De la gasolina, ni hablar: su índice subió un 38,0% en el mismo período, al tiempo que el de la vivienda alcanzó un 4,7% (el mayor desde mayo de 1991).
A juzgar por el vaticinio de los expertos, se prevé que el IPC haya aumentado un 8,41% en marzo y se incremente un 5,1 % al finalizar 2022— es totalmente comprensible entonces el desfavorable estado de opinión sobre los problemas de la economía. Las razones, obviamente, sobran.
Opinión popular negativa
La Encuesta de Expectativas del Consumidor del Banco de la Reserva Federal de Nueva York (FRBNY, por sus siglas en inglés) reveló que la gente espera una inflación más alta de cara a los próximos 12 meses, toda vez que su expectativa pasó de un 5,8 % en enero al 6% en febrero.
Ejecutado por el Centro de Datos Microeconómicos de la Fed, el estudio de la FRBNY indicó que muchos de los encuestados dijeron estar peor este año respecto a 2021. De ahí que pronosticaron un deterioro de su situación económica actual en los venideros 12 meses.
En cuanto a las expectativas sobre la futura disponibilidad de crédito, los participantes en la pesquisa consideraron que será más difícil, mientras que en lo concerniente a la tasa de interés promedio en las cuentas de ahorro opinaron que será más alta. Una posición bastante desalentadora y pesimista, pero en correspondencia con la realidad.
Bajo puntaje de confianza
En su más reciente edición, el Índice de Confianza Económica de Gallup tampoco fue muy esperanzador que digamos. Según este estudio, cerca del 80% de los estadounidenses considera que sus condiciones económicas actuales son “justas” o “pobres”.
"Los estadounidenses se han vuelto más pesimistas sobre la economía durante el último mes con un 75% que afirma que las condiciones empeoran, frente al 70% en febrero y el 67% en enero. Su perspectiva económica de ahora está casi empatada con la más negativa desde los primeros días de la pandemia, en abril de 2020", puntualizó la investigación.
La propia indagación encontró que los estadounidenses tienen una visión bastante sombría de las condiciones económicas actuales, ya que solo el 22% de los encuestados las considera “excelentes o buenas”, el 35% las califica de “solo aceptables” y el 44%, de “malas”. Sobre esos resultados, "este es el puntaje de confianza más bajo desde que comenzó la pandemia", remarcó el estudio.
Principal problema de EEUU
Uno de cada cinco estadounidenses cree que el alto costo de la vida y la gasolina a causa de la inflación, constituyen el principal problema de EEUU. "Juntos, estos [parámetros] representan más de la mitad de los problemas económicos que el 35% de los estadounidenses citan como el principal escollo de la nación", agregó la investigación de Gallup.
En cuanto a la percepción sobre las causas no económicas del actual panorama inflacionario, el reporte encontró que "el 68 % de la gente piensa que la inflación es culpa del presidente Joe Biden", es decir, "culpan más [de la situación] al Gobierno federal que al conflicto militar entre Rusia y Ucrania", que se desató a finales de febrero. Un año antes la crisis era notablemente visible en todos los sectores económicos.
Aunque la presente Administración culpa a la guerra como responsable del alza inflacionaria, una investigación del San Francisco Fed Bank, citada por The Epoch Times, señaló que nuestra inflación es más alta que la inflación promedio registrada en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y comenzó a acelerarse desde marzo del 2021 a causa de las políticas económicas de la Casa Blanca, en particular su guerra contra la industria del petróleo.
Si bien los problemas con las cadenas de suministro globales, exacerbados por el conflicto y los cambios en los patrones de gasto debido a la pandemia han elevado la inflación en todo el mundo, la realidad es que la de nuestro país ha superado la registrada en otros países desarrollados.
El reporte del Banco de la Reserva Federal de San Francisco señaló en este sentido que "las medidas de apoyo fiscal diseñadas para contrarrestar la gravedad del efecto económico de la pandemia, pueden haber contribuido a esta divergencia al elevar la inflación alrededor de tres puntos porcentuales a finales de 2021".
Cuestionados acerca de los 14 principales problemas nacionales que les afectan, la mayoría de los participantes en la investigación de Gallup (59%) coincidieron en que la inflación les preocupa mucho, mientras que otro grupo importante, el 58%, reconoció sentirse muy preocupado por la economía en general.
Entre el resto de las situaciones que alarman a los interrogados figuraron: el crimen (53%), el hambre/la falta de vivienda (52%), el acceso a la atención médica (49%), la disponibilidad de energía (47%), el medio ambiente (44%), los problemas raciales (41%), la inmigración ilegal (41%), la seguridad social (40%), el consumo de drogas (38%), el riesgo de un ataque terrorista en EEUU (38%) y el desempleo (32%).
La inflación excesivamente alta
Sin duda alguna, "los estadounidenses experimentarán otro año adverso de inflación e incertidumbre", tal como aseguró en recientes declaraciones la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. Está previsto que el IPC aumente mes tras mes y finalice 2022 con un incremento del 5,1%.
Un reporte de Business Insider en este sentido subrayó que, para los estadounidenses, será casi imposible eludir el citado impuesto inflacionario de este año; por ende, 2022 podría representar lo peor de esta era en términos de inflación.
Es más: si el precio del petróleo subiera a $160 por barril, como ya estima Bloomberg, el costo del galón de gasolina podría escalar por encima de los cinco dólares, lo que obligaría a los estadounidenses a apretarse más el cinturón, y no el de seguridad precisamente.
Por el bien de nuestra economía, en general, y de nuestras billeteras en particular, ojalá que la inflación tienda a disminuir en lo que resta de año; ojalá que el Gobierno, la Reserva Federal y el resto de las instancias gubernamentales a cargo de las decisiones en este sentido, tomen las medidas más acertadas. De lo contrario, tendremos por delante la extensión de un gravísimo problema.
Sobre el Dr. Rafael Marrero
Multipremiado economista, empresario y comentarista de noticias. Graduado de las universidades de Stanford y Cornell, es un reconocido experto en EE.UU. en contratación federal, emprendimiento para pequeñas y medianas empresas y gestión de proyectos. Autor del bestseller de Amazon La salsa secreta del Tío Sam.