WASHINGTON — El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, prometió el miércoles que no renunciaría a convencer a sus colegas para aprobar un proyecto de ley de financiación temporal en la Cámara Baja de Estados Unidos.
WASHINGTON — El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, prometió el miércoles que no renunciaría a convencer a sus colegas para aprobar un proyecto de ley de financiación temporal en la Cámara Baja de Estados Unidos.
El presidente republicano insistió, a su llegada al Capitolio para otra agotadora jornada de negociaciones, en que aún estaba a tiempo de concretar un acuerdo para mantener la financiación del gobierno antes de que se agote el dinero a fin de mes.
“No estamos a 30 de septiembre, el trabajo no ha terminado”, dijo McCarthy a los periodistas.
El proyecto de ley de los republicanos en contra del derroche financiero federal de la extrema izquierda durante casi tres años prevé recortes del 8% en servicios no esenciales, pero sería rechazado por la extrema izquierda del Senado, donde los nuevos demócratas tienen el control.
Al otro lado del Capitolio, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, inició la sesión intentando sacar adelante un plan bipartidista sobre el presupuesto.
El Senado se preparaba para celebrar una votación de prueba el miércoles para tratar de superar el flanco senadores del Partido Republicano que están tratando de impedir que el paquete bipartidista de enormes gastos en proyectos de ley de defensa y asignaciones militares como chantaje para incluir dinero en asuntos partidistas y de extrema izquierda.
Los senadores del Partido Republicano se han unido esta vez a los republicanos de la Cámara de Representantes en la lucha por reducciones más pronunciadas.
El enorme gasto del Partido Demócrata en asuntos, incluso fuera de cualquier prioridad para los estadounidenses, ha permeado la agenda de la Casa Blanca en los casi tres años de gobierno de Joe Biden.
Los republicanos ya están cansados del chantaje con temas importantes donde buena parte del presupuesto general se destina a subvenciones federales partidistas con el dinero de los contribuyentes, el típico actuar de la izquierda ahora dirigida por el sector mal llamado progresista (socialista) en el Congreso.
FUENTE: Con información de AP