domingo 23  de  marzo 2025
DUDAS

Atentado contra Trump, el inexplicable lapso del Servicio Secreto

El hecho de que la USSS dejara que un tirador armado se posicionara a 150 metros de un evento preplanificado es malicia, o incompetencia masiva, dijo un exoficial de la marina

Por MARTÍN AROSTEGUI

MIAMI.- El inexplicable lapso por parte del Servicio Secreto (USSS) que facilitó el atentado contra el expresidente Donald Trump el sábado 13 de julio será investigado a fondo por el Congreso. Los miembros republicanos abiertamente responsabilizaron al presidente Biden y cuestionaron a la directora del USSS cuando ella apareció en la Convención Nacional Republicana, exigiéndole explicaciones.

“La seriedad de este fracaso en seguridad y el momento tan escalofriante de nuestra historia no pueden ser subestimados. Plantea serias preocupaciones sobre cómo un tirador pudo haber accedido a un techo al alcance y con línea de vista directa a donde hablaba el presidente”, dijo el presidente del Comité de Seguridad Interna, Mark Green, en una carta dirigida al secretario del DHS, Alejandro Mayorkas. El presidente de la Cámara de representantes, Mike Johnson ha dicho que Mayorkas está intentando “bloquear” el testimonio de Cheatlel, según declaraciones de Fox News.

El senador J.D. Vance, quien fue nominado para vicepresidente por los republicanos esta semana, culpa directamente a la Casa Blanca del atentado contra Trump. “La premisa central de la campaña del presidente Biden es que Trump es un fascista autoritario que debe ser frenado a cualquier costo. Esa retórica llevó directamente al intento de asesinar a Trump”, declaró. El representante de Georgia, Mike Collins, afirmó, “Biden dio las órdenes”.

Expertos en seguridad, operaciones especiales, contraterrorismo, tiro y contraterrorismo que comparecieron ante los medios han expresado asombro de que un colapso de tal magnitud pudiera haber afligido a una agencia que presume ser el mejor servicio de protección del mundo.

“El hecho de que la USSS dejara que un tirador armado con un fusil se posicionara a 150 metros de un evento pre planificado es o malicia, o incompetencia masiva”, dijo el exoficial SEAL de la marina, Eric Prince, fundador y gerente de Blackwater, una de las mayores empresas de seguridad a nivel mundial.

“Claramente, el Servicio Secreto falló en lo básico de controlar el perímetro y después de los disparos, su extracción de Trump fue torpe, dejándolo expuesto a más ataques”, dijo Prince horas después del atentado, apuntando a que dos agentes femeninas que socorrieron a Trump eran demasiado bajas para cubrirlo de más disparos.

Cuota femenina

Es conocido que la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, promociona la ideología de género en su agencia con políticas DEI, dando prioridad al aumento de la presencia de mujeres en los grupos de protección personal.

Su meta es que el 30% de los agentes sean mujeres para el año 2030. Fuentes informadas en Washington indican que ella debe su puesto al favoritismo de Jill Biden, la esposa del presidente Biden.

Actuación del USSS

Detalles cada vez más sorprendentes siguen surgiendo sobre la pésima actuación del USSS y la Policía de Pennsylvania, con quienes coordinaban medidas de seguridad alrededor de la concentración de Trump.

El tirador había sido señalado como “sospechoso” por la policía mucho antes de cometer el atentado y miembros del público lo vieron trepando a la azotea por una escalera que él colocó, lo notificaron a agentes de la policía local quienes intentaron perseguirlo hasta el techo.

Hubo minuto y medio entre el momento en que el tirador fue localizado en la azotea por la policía y cuando empezó a disparar, lo cual hubiera dado tiempo para sacar a Trump del podio y neutralizar la amenaza. Pero el USSS parecía ignorar la alarma y el sicario aprovechó el tiempo para descargar entre cinco y ocho disparos de su fusil semiautomático AR-15 antes de ser abatido. Las balas de .55 mm rozaron la cara de Trump, mataron a uno de sus seguidores e hirieron seriamente a dos personas más.

Explicaciones

La señora Cheatle tendrá que explicar a los congresistas que no había comunicación directa entre policías que vigilaban el perímetro exterior por donde el atacante se movía y los agentes USSS que controlaban el perímetro interior alrededor de la tarima, según avances del análisis interno que prepara su agencia.

Cheatle también tendrá que explicar por qué no se utilizaron helicópteros y drones a disposición tanto del USSS como de la policía estatal de Pennsylvania para vigilar la zona.

Circulan informes por redes sociales que un contra francotirador del USSS tenía al asesino en su mira antes de los disparos, pero le fue negado el permiso para eliminarlo. Esto ha sido tajantemente negado por el USSS, que dice que sus francotiradores están autorizados a disparar contra cualquier inminente amenaza sin esperar permiso.

Solo en casos de rehenes, si hay civiles inocentes por medio o negociaciones en curso, sería necesario que un francotirador de élite coordinara con superiores u otras unidades del equipo para disparar a un terrorista armado cuando se da la oportunidad, según procedimientos del SWAT también aplicados por departamentos de policía.

Cuestionamientos

Pero Prince observó que un contra francotirador posicionado al costado de la tarima donde estaba Trump fue lento en reaccionar. “Separó su cara del rifle en vez de devolver fuego inmediatamente”, cuando surgieron los disparos, según el excomandante SEAL.

El Congreso va a insistir en saber por qué el Servicio Secreto no reforzó la seguridad en torno a Trump después de que gestores de su campaña lo pidieran al acercarse la fecha de su nominación oficial como candidato republicano. Se espera que Cheatle justifique los fracasos de los que ella misma admite ser responsable, por carencia de recursos para tareas volviéndose cada vez más amplias y complejas.

Piden renuncia

El FBI se ha puesto a cargo de investigar el atentado a Trump “porque el DHS no puede investigarse a sí mismo”, dijo el coronel del ejército retirado Emilio González, quien trabajó en el equipo de seguridad del expresidente George W. Bush. “Será en su propio interés aclarar las responsabilidades por los enormes errores cometidos. La señora Cheatle debe renunciar, pero tenemos una administración que nunca despide a nadie, pase lo que pase”, precisó González.

Tanto González como otros expertos dicen estar sorprendidos con la rapidez con la que el FBI supuestamente afirmó que el asesino “actuó solo”. La CNN lo anunció al momento que identificaban su nombre como Thomas Mathews Crooks mediante pruebas de ADN y la cadena también resaltó que Mathews se registró como republicano al inscribirse para votar en las elecciones.

Pero dos años antes, Crooks contribuyó con $15 al Progressive Turnout Project, un PAC (Comité de Acción Política) de izquierda con sede en Chicago, que funciona como órgano vital de la maquinaria demócrata para movilizar el voto, concentrando recursos en los “swing states” de Pennsylvania, Wisconsin y Michigan. El grupo se especializa en motivar a “votantes inconsistentes”, según su página web que también demoniza a Trump como “el peor peligro a la democracia” y resalta la necesidad de “pararlo a cualquier precio”.

Historial del pistolero

El historial de Mathews parece lleno de contradicciones. Amigos entrevistados dicen que era retraído y solitario, pero al mismo tiempo ejercía trabajos sociales en un albergue de ancianos, mientras se entretenía con videos extremadamente violentos y perseguía su afición a las armas y el tiro. No lo dejaron entrar al club de tiro de su high school por supuesta ineptitud, pero pudo penetrar armado por líneas policiales para casi matar a uno de los líderes políticos más importantes del mundo. Su padre es libertario y su madre es demócrata.

Supuestamente tenía pocos amigos, pero sus profesores lo eligieron por su aptitud matemática y capacidad de programador informático para participar en un video de publicidad producida por la empresa Blackrock, que rápidamente sacó el video de internet cuando Crooks logró su notoriedad mundial.

Al cierre de esta edición, el FBI anunciaba que información extraída del celular de Crooks incluye varias fotos de la cabeza de Trump y cronogramas de sus planeados actos políticos, indicando que el atentado se planeó con gran anticipación, como también es demostrado por el descubrimiento de complejos artefactos explosivos en su coche y en su casa, preparados al parecer con el posible conocimiento de sus padres.

Analistas también apuntan a que había un reconocimiento previo del lugar de la concentración trumpista, ya que Mathews parecía saber con exactitud dónde posicionarse para su misión.

¿Sería posible que elementos radicales del partido demócrata con experto conocimiento psicológico pudieran haber captado al joven, demostrando la combinación de complejos de inferioridad y fantasías violentas encontrada en personalidades psicópatas, y lo motivaran a atentar contra Trump para hacerse héroe? Es una pregunta a la que el Congreso buscará respuestas.

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