MIAMI — Una jueza federal en Miami declaró en un fallo que cuatro importantes compañías de cruceros realizaron operaciones turísticas a Cuba, que estaban prohibidas por la ley estadounidense entre 2015 a 2019.
MIAMI — Una jueza federal en Miami declaró en un fallo que cuatro importantes compañías de cruceros realizaron operaciones turísticas a Cuba, que estaban prohibidas por la ley estadounidense entre 2015 a 2019.
En su sentencia del lunes, la jueza Beth Bloom dijo que las líneas de cruceros Carnival, Norwegian, Royal Caribbean y MSC deben compensar a los descendientes de un empresario estadounidense por utilizar una terminal de La Habana, confiscada por el régimen cubano, por los viajes realizados fuera de las categorías de viaje permitidas por la ley.
Después de que el expresidente Barack Obama iniciara un acercamiento con la isla, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió permisos a las compañías de cruceros para transportar pasajeros estadounidenses a Cuba, pero eso no significaba que la gente pudiera viajar por turismo, dijo la jueza.
“El hecho de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) emitiera permisos para viajar a Cuba y de que los funcionarios del poder ejecutivo, incluido el presidente, alentaran a los acusados a hacerlo, no inmuniza automáticamente a los acusados de su responsabilidad si llevaron acabo actividades turísticas prohibidas por la ley”, escribió Bloom.
La jueza dijo en su decisión que el asunto podía proceder a juicio para decidir el monto de indemnización.
Bloom indicó que dichas compañías transportaban a los pasajeros por fuera de las categorías de viaje permitidas por la ley. El documento judicial de 169 páginas muestra que las cuatro líneas de cruceros también concedieron contratos millonarios a varias agencias del régimen cubano para utilizar la terminal y realizar visitas guiadas.
El documento también reveló que las compañías obtuvieron más de 1.100 millones de dólares en ingresos por la reservación de cruceros con escalas en Cuba.
Cuando los pasajeros de cruceros comenzaron a viajar a Cuba en 2016, hicieron excursiones a clubes nocturnos, lugares emblemáticos, ríos y playas.
Eso fue antes de que el entonces presidente Donald Trump anunciara restricciones en junio de 2019, lo que provocó que las líneas de cruceros eliminaran rápidamente sus escalas en Cuba y redirigieran sus embarcaciones sobre la marcha.
Un mes antes de que se anunciaran esas restricciones, el gobierno de Trump decidió activar una disposición del embargo de Estados Unidos a la isla que permitía a los estadounidenses demandar a casi cualquier empresa que realizara actividades comerciales o se beneficiara de propiedades confiscadas por el régimen de Cuba.
Todos los presidentes habían suspendido lo que se conoce como el Título III de la Ley Helms-Burton de 1996 desde su aprobación debido a objeciones de los aliados de Estados Unidos que hacen negocios en Cuba y por el efecto sobre futuros acuerdos negociados entre Estados Unidos y la isla.
Una de las excepciones de la disposición de esa ley es para los usos de esa propiedad para viajes legales, y Bloom dijo que estos cruceros no estaban exentos.
La compañía Havana Docks busca alrededor de 9,2 millones de dólares. El presidente de la compañía Mickael Behn, es el nieto de William C. Behn, un estadounidense que era propietario de tres muelles que fueron confiscados en 1960. Mickael Behn es ejecutivo de una televisora y vive en Miami y Londres.
Las compañías de cruceros no respondieron a una solicitud de comentarios. Tampoco se pudo contactar de momento al abogado que representa a Havana Docks.
FUENTE: Con información de AP