Dr. Rafael Marrero
Especial
Dr. Rafael Marrero
Especial
Tirando de hilos que podrían conectar a la República Popular China (RPC) con los comicios de los Estados Unidos EEUU, el portal de periodismo investigativo Kanekoa está hurgando en el posible espionaje del Partido Comunista Chino (PCCh) en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020.
En una serie de boletines informativos difundidos en su sitio web, este servicio noticioso explicó un presunto vínculo entre las firmas de asesoría electoral Konnech Inc., afincada en EEUU, y Jinhua Yulian Network Technology Co., ubicada en China, así como el rol desempeñado en las votaciones por el director ejecutivo de ambas, Eugene Yu.
Como si de un real puzle se tratara, en el que las piezas van conformando mejor la imagen total, la conclusión a la que ha llegado Kanekoa se sustenta en la investigación realizada por Catherine Engelbrecht, de True the Vote, y Gregg Phillips, de OPSEC Group, quienes desde hace tiempo lanzaron la alarma de un posible fraude electoral durante la última contienda por la presidencia de EEUU.
Este 13 de agosto, Engelbrecht y Phillips presentaron nueva información sobre el particular durante el evento The Pit, encuentro efectuado en Arizona y al que asistieron unos 150 periodistas, investigadores, influenciadores y otras partes interesadas en el polémico tema. Al parecer, ambos formaron parte de una investigación de un año sobre Konnech tras descubrir que la dirección IP del servidor de esa empresa cambiaba de ubicación entre Grand Rapids, Michigan, y Zhejiang, China.
Tras conocer ese y otros hallazgos relativos a las dos firmas citadas, Kanekoa¸ autoproclamado a favor del movimiento America First, se dio a la tarea de profundizar en el asunto, desenrollando la madeja de hechos, fechas y actores presuntamente involucrados en el espionaje chino que habría podido incidir en los resultados de los pasados comicios presidenciales.
Cronológicamente hablando, Konnech, empresa creadora del software PollChief® usado por miles de oficinas electorales en nuestro país, fue fundada en EEUU, en 2002, y aparece en Internet bajo el dominio konnech.com; Jinhua Yulian Network Technology, entretanto, fue creada en China, en 2005, y estuvo online bajo yu-lian.cn hasta 2013, fecha en la que su sitio web fue eliminado.
El primer gran detalle llamativo de este caso es que ambas firmas de asesoría electoral fueron creadas por la misma persona, solo que, en Konnech, Eugene Yu figuraba como tal y en Jinhua Yulian Network Technology, como Jianwei Yu, su nombre de pila chino. El segundo, que este mismo ejecutivo redirigía el tráfico de la segunda empresa hacia la primera y en ambas usaba la misma imagen de portada.
Según Kanekoa, en el portal eliminado de la compañía china aparecía esta declaración de Yu: «Podemos proporcionar el servicio de consultoría electoral más profesional y soluciones de actividades electorales para todos los lugares y niveles de comités del Partido, APN, CCPPCh, sindicatos, federación china en el extranjero, federaciones de mujeres [y la] Liga de la Juventud Comunista», entre otras comunidades y entidades.
Es decir, a través de su empresa china, Yu ofrecía servicios electorales para el Partido Comunista Chino (PCCh), la Asamblea Popular Nacional (APN) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), organismo de asesoramiento político de la RPC y parte central del sistema del Frente Unido del PCCh.
Aparte de la citada declaración, Yu también elogiaba al expresidente chino Jiang Zemin y afirmaba: «Después de muchos años de inversión científica y tecnológica, de acuerdo con el principio de "primero las tareas políticas y segundo los beneficios económicos de las empresas", nuestra compañía ha perfeccionado el conjunto de teoría de gestión electoral y las herramientas de software en línea». Paralelamente, decía que esperaba «brindar servicios de consultoría y gestión de campañas electorales democráticas con características chinas».
En la sección “Historias de éxito” del mismo sitio web, por su parte, se enlistaban otras de sus competencias, entre las que destacaban la gestión de elecciones, voluntarios electorales, puntos de distritos electorales, almacenes electorales y, la más preocupante, un sistema de gestión de elecciones de votantes en el extranjero de EEUU.
Citando a un periodista independiente que asistió a The Pit y que firma sus artículos bajo el nombre de CognitiveCarbon, Kanekoa resaltó que lo descubierto por Engelbrecht y Phillips «fue impactante: encontraron datos que incluían detalles personales de casi 1,8 millones de trabajadores electorales estadounidenses; detalles como sus nombres, números de teléfono, direcciones, etc. Incluso, nombres de los miembros de la familia, cosas que se pueden recopilar de forma rutinaria cuando contratas a alguien y le emites un cheque de pago».
Si esto le resulta alarmante, prepárese para lo siguiente: «según los informes, también se encontraron detalles substanciosos sobre dónde se ubicaron las máquinas electorales, incluidos los planos de los edificios utilizados en las elecciones. Nominalmente, esa información sería útil para las agencias electorales, porque la aplicación que estaban usando les ayudó a rastrear su inventario de máquinas electorales. Nada de esto, sin embargo, debería haber quedado a la vista para que cualquiera lo viera, y seguro que no debería haberse hecho en China».
A estas alturas, puede que usted se esté preguntando cómo lograron descubrir esto. Pues bien, aquí está la respuesta: «Mientras Phillips y su equipo investigaban, hicieron algunos controles de ciberseguridad rutinarios para saber qué servicios estaba utilizando la dirección IP china y así determinar qué había detrás. Uno de esos escaneos mostró un puerto en esa dirección IP, que normalmente usa una aplicación de base de datos llamada “MongoDB”», al parecer, uno de los productos de Konnech.
Si bien ese hallazgo es sumamente importante, más lo es el hecho de haber constatado que el acceso a esa base de datos no estaba restringido. Básicamente, no tenía ningún protocolo de seguridad configurado, ni siquiera una contraseña para impedir que alguien entrara, por ende, Phillips y su team pudieron acceder sin problemas, según CognitiveCarbon, quien también es experto en tecnología de la información.
«Aparentemente, apuntó, China tiene una ley según la cual cualquier dato que se encuentre en su Internet pertenece al Gobierno, por lo que, en efecto, tiene la "custodia" de todo lo que existió en ese servidor. Tal vez por el hecho de que los programadores chinos conocen esa política del PCCh, son perezosos y no se preocupan mucho por asegurar sus servidores de bases de datos». En su opinión, «[esto] podría ser algo cultural, una especie de actitud de "cuál es el punto [si], de todos modos, todo les pertenece a ellos”».
Tratando de engranar las piezas de este rompecabezas, y teniendo en cuenta que empresas de EEUU usualmente subcontratan a otras provenientes de China, donde todo les sale más barato, CognitiveCarbon dijo que «lo que pudo haber sucedido es que Konnech contrató a uno o dos programadores en China para desarrollar y probar piezas de sus aplicaciones con la idea de que, llegado el momento, traerían la aplicación final (y la base de datos) de regreso a Gran Rapids para su despliegue y uso en elecciones verdaderas».
Desde su punto de vista, los programadores chinos no siempre tienen las suficientes habilidades de administración y seguridad de red, y pueden cometer errores en la configuración e implementación de sistemas de producción. También es posible que no cambien las direcciones IP tras finalizar la fase "Beta" y antes de estar "en vivo" en alguna ciudad de EEUU. Asimismo, pueden copiar los datos de "producción en vivo" a un sistema de desarrollo en China para seguir refinando la aplicación y eliminando errores, incluso, cuando el sistema ya está en uso.
Como la base de datos de “MongoDB” estaba completamente desprotegida, es probable que posibles intrusos no solo leyeran todos sus datos, sino también los cambiaran, sobrescribieran o agregaran otros. Por ejemplo, alguien podría haber agregado docenas de trabajadores electorales que no fueron examinados y estaban actuando como plantas para cumplir con las órdenes de alguien en las máquinas electorales o las boletas, señaló el también diseñador de supercomputación.
Dado que Phillips y su equipo pudieron entrar en “MongoDB”, añadió que es lógico pensar que los propios equipos de ciberseguridad de China también lo hicieron y, por tanto, el PCCh probablemente está en posesión de los datos de los trabajadores electorales de EE UU. Lo que el PCCh hizo con esa información no se sabe, pero, ciertamente, hay razones para sospechar que podría usarla para su propio beneficio, aseveró.
Como supuestamente el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) rechazó el intento de Engelbrecht y Phillips de informar acerca de esta preocupante situación, este periodista independiente cuestionó si no está interesado en saber si esos datos fueron mal utilizados por China para lo que llamó «secuestrar nuestras elecciones».
A raíz de este descubrimiento, Kanekoa investigó perfiles de Linkedin, publicaciones de Facebook, registros de dominios, archivos de Internet, patentes de empresas y motores de búsqueda chinos, entre otras herramientas de código abierto, para establecer una conexión entre las empresas de Eugene más otras firmas chinas presumiblemente implicadas.
Básicamente, encontró «cómo Konnech ha estado contratando codificadores chinos para su sucursal en Zhejiang desde al menos 2005, cómo la compañía estadounidense construyó una plataforma de comunicación para los Institutos Confucio, en 2006; cómo miembros del Parlamento australiano se quejaron de los codificadores chinos de Konnech durante su elección de 2020 y cómo [Jinhua] Hongzheng Technology (fundada por Lin Yu en 2015 y registrada en el sitio web de Michigan de Eugene, en ese mismo año) ha estado desarrollando tecnología de votación para la APN [Asamblea Popular Nacional de China] en asociación con Lenovo, Huawei, China Unicom, China Telecom y China Mobile».
Cabe mencionar que Lin Yu trabajó como supervisora de Eugene en Jinhua Yulian Network, desde 2014 hasta 2019 (ahora se sabe, recordemos, que esa firma fue registrada por el propio Eugene, pero con su nombre chino). Paralelamente, trascendió que Eugene mezcló el sitio web de la otra empresa de Lin Yu, Jinhua Red Date Software Co. (reddatesoft.com), con el de su compañía electoral china (yu-lian.cn), el que, a su vez, fue registrado bajo el e-mail de su firma electoral de EEUU, [email protected].
Según Kanekoa, de este modo quedó establecido el vínculo entre Konnech, empresa de tecnología de votación actualmente usada en Australia, Canadá y los Estados Unidos, con Jinhua Hongzheng Technology, Jinhua Red Date Software y Jinhua Yulian Network, la firma comunista china creada por Eugene bajo su nombre chino.
De acuerdo con Kanekoa, a pesar de toda esta información, Eugene todavía brinda tecnología de votación a los países mencionados. «Es más, según Catherine Engelbrecht y Gregg Phillips, la oficina del FBI en Washington D.C. está intentando encubrir esta crisis de seguridad nacional, en lugar de investigar por qué los ciudadanos chinos asociados con los gigantes de las telecomunicaciones están programando el software electoral estadounidense».
Actualmente, en el portal de Konnech aparece lo siguiente: «Desde la asociación del primer cliente de Konnech con la ciudad de Detroit hasta los 32 clientes con los que trabajamos actualmente en América del Norte, nuestro fundador y presidente, Eugene Yu, ha implementado un enfoque centrado en el cliente».
Además de que esta empresa es utilizada por «miles de oficinas electorales en América del Norte», entiéndase, los Estados Unidos y Canadá, según reza en su propio portal, también conviene mencionar que la mayoría de sus ingenieros informáticos y empleados se graduaron en universidades chinas, entre ellas, la Universidad de Zhejiang, la Universidad de Nanjing, la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing, la Universidad Agrícola de China y la Universidad de Ciencia y Tecnología de HuaZhong.
Aparte de eso, Konnech también es responsable de la creación de la plataforma de comunicación de los Institutos Confucio, los mismos que, en el pasado, fueron vinculados con el robo de propiedad intelectual estadounidense al ser usados por la RPC para financiar y penetrar instituciones educativas locales, como, por ejemplo, las universidades de Michigan, Maryland y Emory.
En el caso concreto de Eugene Yu, además de fundar y dirigir Konnech, fue funcionario de la Fundación Educativa Estadounidense Zhu Kezhen (entre 2000 y 2001), entidad cuya misión oficial es unir la Universidad de Zhejiang con universidades estadounidenses. Por supuesto, no es necesario explicar todo lo que realmente se esconde tras este tipo de vínculos.
Lo que sí hay que subrayar ahora es que, afortunadamente, los hallazgos de True the Vote y OPSEC Group, más los siguientes análisis de Kanekoa y CognitiveCarbon, están disponibles en Internet para que el mundo evalúe qué pudo haber ocurrido en las pasadas elecciones presidenciales, pero, sobre todo, para que usted, votante comprometido con este país, conozca los entresijos de la firma electoral “estadounidense” Konnech, que es de aquí, pero no lo es. ¡Usted seguro me entiende!
Sobre el Dr. Rafael Marrero
Multipremiado economista, empresario, comentarista de noticias y autor Bestseller. Su nuevo libro “América 2.0: La Guerra de Independencia de EEUU. Contra China” está disponible en Amazon. https://bravozulupublishers.com
Fuentes:
1. https://kanekoa.substack.com/p/have-chinese-spies-infiltrated-american
2. https://cognitivecarbon.substack.com/p/mongodb-what-is-it-and-how-did-it
3. https://konnech.com/about.html#
4. https://kanekoa.substack.com/p/us-election-company-previously-registered?utm_source=substack&utm_campaign=post_embed&utm_medium=web
5. https://kanekoa.substack.com/p/the-curious-case-of-jinhua-konnech?utm_source=substack&utm_campaign=post_embed&utm_medium=web
6. https://www.truethevote.org/the-pit-replay/
7. https://patriotgames.com/