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MIAMI— “La violencia doméstica no discrimina”, expone la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica. Personas de cualquier raza, edad, género, sexualidad, religión, nivel educativo o situación económica pueden ser víctimas o perpetradores de violencia doméstica.
En consecuencia, vemos comportamientos que dañan físicamente, intimidan, manipulan o controlan a una pareja o miembro familiar, la obligan a comportarse de maneras que no quieren, incluso a través de violencia física, amenazas, abuso emocional o control financiero.
Es importante saber que hay múltiples formas de abuso, así como conocer los comportamientos que podrían llevar a situaciones de violencia. Detectar a una persona abusiva es, por lo general, difícil en las primeras etapas de la relación.
Según informa el sitio citado antes, “muchas personas abusivas parecen parejas ideales en las primeras etapas de una relación. Los comportamientos posesivos y controladores no siempre aparecen de la noche a la mañana y pueden surgir e intensificarse a medida que la relación crece”. Pero hay un punto clave que suele estar en la mayoría de las relaciones abusivas, y es que la pareja abusiva intenta establecer o ganar control a través de métodos diferentes.
"La violencia intrafamiliar —como le llamamos cuando sucede dentro de la familia, que puede ser no solamente entre la pareja, sino entre madres e hijos, hermanos, miembros que viven en el mismo hogar— se nutre del aislamiento, del control, de la cohesión y del silencio", explicó Kattia Castellanos, conferencista, psicóloga, autora y especialista en prevención de crímenes violentos.
"Y esa es la situación que tenemos durante este tiempo sin precedentes de la pandemia. Para muchas personas quedarnos dentro del hogar, trabajar dentro del hogar, es algo seguro, pero si ya en ese hogar había violencia, y los confinas en pandemia es una situación de gran peligro y de impacto social, especialmente para la mujer. Se habla de que hay violencia contra el hombre, pero estadísticamente está comprobado que la mayoría de la violencia ocurre del hombre hacia la mujer, y el 80% de los homicidios domésticos ocurren dentro del hogar", agregó.
Según Castellanos, “esa es la gran preocupación con la pandemia”, por eso "lo más importante es que se puedan tomar medidas, porque lo me más me impactaba era pensar que estaban aisladas en la pandemia. Era estar atrapada con tu abusador".
Para estudiar el impacto del confinamiento por la pandemia, la Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica reclutó a profesionales que atienden a sobrevivientes de violencia de género en los Estados Unidos para completar una encuesta entre septiembre de 2020 y diciembre de 2020.
Entre los datos obtenidos resaltan:
Como resaltó Castellanos, quien lideró por más de 20 años la Unidad de Víctimas del Departamento de Policía de Coral Gables como Especialista en Intervención y Prevención del Crimen, durante la pandemia su trabajo se centró en aconsejar a las familias: “Por ejemplo, si hay niños en el hogar, lo que exacerba toda la situación, y el abusador está en el hogar, es mejor poner el escritorio del niño lo más lejos posible”.
Asimismo, alertó que durante la pandemia “muchas personas se han armado”. Aconsejó “saber en qué parte de la casa está el arma cuando comienza la discusión, alejarte de ese lugar. Alejarte de baños y cocinas, que son los lugares donde más homicidios suceden. Buscar un lugar a donde puedas escapar, tener a alguien que te llame todos los días. Proteger a sus mascotas también, porque el abuso a los niños va junto con el abuso a las mascotas, porque es parte del control”.
El Equipo de revisión de muertes por violencia doméstica del condado de Miami-Dade señala que “cada año, se estima que 3,3 millones de niños están expuestos a la violencia de los miembros de la familia contra sus madres o cuidadoras” en EEUU. En esa línea, “la investigación sobre niños testigos de violencia conyugal indica que los niños que observaron incidentes de violencia doméstica que involucraron el uso o la amenaza de un arma de fuego exhibieron niveles más altos de problemas de conducta que los niños que no lo hicieron”.
“En los hogares donde ocurre el abuso de la pareja, los niños tienen 1.500 veces más probabilidades de ser abusados. El 40-60% de los hombres que abusan de las mujeres también abusan de los niños”, revela el estudio.
Según un informe de la Corte de Florida, “la violencia familiar es más traumática para la mayoría de los niños que la violencia callejera. Las víctimas y los perpetradores suelen ser personas que un niño conoce íntimamente y de las que depende en busca de amor y protección”.
Sin embargo, como agrega el reporte, “la violencia doméstica puede afectar a diferentes niños de manera diferente. Un estudio acuñó el término ‘paquete de adversidad’ para describir los factores que pueden acumularse en la vida de un niño. Estos factores incluyen abuso infantil, abuso de sustancias por parte de los padres, dificultades de salud mental (en los padres o en el niño), aislamiento social, desempleo, falta de vivienda y participación en delitos. La presencia o ausencia de múltiples factores puede alterar la reacción del niño a la violencia doméstica, tanto a corto como a largo plazo”.
Algunos ejemplos de cómo la violencia doméstica puede dañar físicamente a los niños, citados por la Corte de Florida, incluyen:
En esa línea, Castellanos recordó que en una ocasión, “cuando respondí a una escena de crimen me preocupaba muchísimo por ver a ese niño de 7 años que se hacía el que estaba jugando mientras estábamos interrogando a los padres. Sin embargo, no me ocupaba del bebé. Ahora sabemos, por la neuroplasticidad del cerebro, que ese bebé está más impactado todavía que el niño de 7 años viviendo en ese ambiente”.
“Los niños que viven en hipervigilancia, que son las víctimas silentes de la violencia que ocurre dentro de los hogares, tienen que saber que si empieza una discusión dentro del hogar, ellos no pueden meterse en el medio porque muchos niños pierden la vida interfiriendo. La madre tiene que prepararlos con una palabra que les indique que tienen que ir a un lugar donde esconderse en la casa, o si tienen la edad suficiente, que tienen que salir a la calle y tener identificado un vecino cercano que sepa lo que está sucediendo. Tienen que prepararse de antemano”, declaró la experta, considerada una Embajadora de Paz por su entrega a la comunidad por más de 30 años.
Como reveló, “estos niños ya saben lo que está pasando, sienten el puño del abusador contra la víctima, escuchan las malas palabras, las discusiones horribles, ven al otro día a la madre con el ojo morado o la ropa rasgada. Mi preocupación es traer paz a los hogares, abogar porque tanto el abusador como la víctima sepan el impacto que tiene en la mente de los niños. Tenemos estudios de resonancia magnética del cerebro de las criaturas, y tienen la misma actividad cerebral que un veterano de guerra”.
En Estados Unidos, “la violencia de pareja por sí sola afecta a más de 12 millones de personas cada año. Las mujeres de 18 a 24 años y de 25 a 34 años generalmente experimentan las tasas más altas de violencia de pareja íntima”, plantea la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica. En promedio, “más de 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres en los EEUU sufrirán violación, violencia física y / o acoso por parte de una pareja íntima”.
Además, “un promedio de 24 personas por minuto son víctimas de violación, violencia física o acoso por parte de una pareja íntima en los Estados Unidos: más de 12 millones de mujeres y hombres en el transcurso de un solo año. Casi 3 de cada 10 mujeres (29%) y 1 de cada 10 hombres (10%) en los EEUU han sufrido violación, violencia física y / o acoso por parte de una pareja y reportaron que esto tuvo un impacto relacionado en su funcionamiento”.
También, “1 de cada 10 estudiantes de secundaria ha experimentado violencia física por parte de su pareja solo en el último año”, estadísticas que muestran la gravedad del tema. Entrando en el área de las consecuencias más lamentables, “1 de cada 4 mujeres (24,3%) y 1 de cada 7 hombres (13,8%) de 18 años o más en los EEUU han sido víctimas de violencia física grave por parte de una pareja íntima en su vida”.
Según indicó Castellanos, “la violencia doméstica es la séptima causa de muerte para las mujeres en los EEUU. Mueren 1200 mujeres cada año por estos crímenes. Si nos ponemos a pensar en los números, un ejemplo que impacta mucho es que del 2001 al 2012, en la guerra de Irak y Afganistán murieron 5.488 soldados. ¿Sabes cuántas mujeres murieron en ese mismo tiempo a manos de la persona a la que le juraron su amor? 11.766. Si no lo llamamos femicidio, no hay otra palabra”.
Datos del Servicios de defensores de víctimas del condado Miami-Dade apuntan a la violencia doméstica como un crimen. “Nadie, ni siquiera alguien con quien vive, tiene derecho a golpearlo o amenazarlo con violencia. Conocer sus derechos legales y sus opciones es el primer paso para poner fin al abuso”, se lee en su página.
Este servicio subraya que “la ley lo protege si está siendo abusado o amenazado por su cónyuge, excónyuge u otro miembro de la familia que vive o vivía en el mismo hogar que usted. La ley lo protege del abuso por parte de una persona con la que tiene un hijo en común, ya sea que vivieran juntos o no. No es necesario estar casado o ser pariente del abusador para estar protegido por la ley”.
Como indica el Equipo de revisión de muertes por violencia doméstica del condado de Miami-Dade, creado en mayo de 1998, “aproximadamente de tres a cuatro mujeres son asesinadas por un compañero íntimo cada día en los Estados Unidos. Los homicidios de parejas íntimas representan aproximadamente un tercio de todos los asesinatos de mujeres”.
Al citar algunos de los puntos clave en torno a este problema, el equipo resalta que “más del doble de mujeres son asesinadas por sus maridos o novios que por extraños”. Asimismo, “tener un arma en el hogar hace que sea tres veces más probable que usted o un ser querido sea asesinado por un familiar o pareja íntima, y “los efectos de la violencia doméstica relacionada con las armas de fuego duran mucho más allá del delito real”.
“La investigación nacional indica que las ciudades que cuentan con procedimientos para estudiar las muertes relacionadas con la violencia doméstica logran reducir su tasa de homicidios”, añade un informe de este equipo.
Las parejas abusivas se apoyan en todo lo que pueden para hacerse con el poder sobre su pareja, y esto puede incluir a las mascotas. La Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica publicó un reporte conjunto con el Instituto de Recursos Urbanos (URI) sobre la intersección de la violencia doméstica y las mascotas, incluidos los resultados de una encuesta de casi 2.500 sobrevivientes a través de sus líneas.
El objetivo de la encuesta fue determinar cómo la posesión de una mascota afecta a las víctimas y sobrevivientes de violencia de pareja íntima en su planificación de seguridad inmediata, así como cuando están tomando medidas para dejar la relación abusiva.
La encuesta mostró que:
Lo anterior demuestra que una pareja abusiva utilizará el amor y el cuidado que un sobreviviente tiene por sus mascotas para controlar sus acciones. También destaca la importancia de mantener a las mascotas seguras durante una relación abusiva y cómo la protección de las mascotas también es una parte crucial del plan de un sobreviviente.
“De la única manera que lo vamos a resolver es reconociendo que es un problema social. Cuando el piloto de Germanwings estrelló el avión y todos murieron, pues en casos como ese, en el 32% de los incidentes de violencia social, dos semanas previas, casi siempre esa persona ha tenido un problema de índole íntima, o sea, un problema de violencia doméstica”, enfatizó Castellanos, que suma numerosos reconocimientos por su servicio a las víctimas del crimen.
“El niño que se cría con una mamá sometida o con un papá violento, tiene un patrón de conducta que se repite. El niño que se cría con ese tipo de papá, o es un niño que lo van a abusar porque se siente indefenso en casa, o se convierte en abusador”, apuntó la experta. “No vamos a resolver los problemas sociales, la violencia en nuestras calles, hasta que no tomemos conciencia de que el problema proviene del hogar. Del hogar sale una sociedad pacífica o una violenta. Esto nos tiene que interesar a todos, porque la víctima puede ser una mamá, una hermana o una hija tuya”, puntualizó.
Alertó que en algunos casos los abusadores “tienen sistemas de rastreo. Mi primer caso fue una muchacha que acababa de romper la relación con el muchacho. Él le dijo que le iba a dar el carro y que bajara para darle la llave. Lo que llevó fue una pistola. Él le metió un tiro en la cara y se suicidó. Después de eso, como 14 años más tarde, respondo a otro crimen donde un hombre mató a una maestra y él se mató ahí mismo. La mamá nos decía que dondequiera que ella iba, él estaba. Cuando vinimos a ver, debajo del carro le había puesto un GPS. El acoso es otra cosa con la que tenemos que luchar”.
Al hablar del caso de Gabby Petito, confesó que “el alma se me partió, porque al momento que la vi, y ella abrió esa boca llorando, ya yo sabía que él la había matado y que ella era víctima de violencia doméstica, porque cuando la ves descompuesta, y que lo primero que hace es culparse ella misma, es eso”.
De ahí que, tanto en su papel de facilitadora para el Departamento de Estado de los Estados Unidos entrenando a jefes de policía, como en la Policía de Coral Gables, ha hecho énfasis en la formación del cuerpo policial para saber detectar este tipo de casos de forma temprana y así evitar tragedias.
“Tenemos que crear conciencia de que esto es real. Tenemos que ver toda esta violencia como un precursor de homicidios, es mi opinión. De la única manera en que vamos a arreglar esta sociedad es si empezamos a trabajar con paz dentro de los hogares”, acotó.
Kattia Castellanos ha dedicado su vida a ayudar a otros a transformar sus vidas, local y globalmente. Como agente de cambio, es frecuentemente llamada a presentarse como motivadora y conferencista en prestigiosas universidades nacionales e internacionalmente.
En su faceta de autora, Castellanos, que nació en Cuba y a los 7 años emigró a EEUU a través de la Operación Pedro Pan, presenta un íntimo libro de autoayuda e inspiración: “El Efecto Cocuyo, descubre tu propósito de vida. Lecciones de mi padre”, con herramientas para ayudar al lector a su transformación y a encontrar su propósito de vida, el éxito y la felicidad.
Las autoridades de Miami-Dade instan a pedir ayuda en caso de violencia doméstica, llamando al 305-547-0150.
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