MANAGUA — El gobierno de Estados Unidos informó que sus ciudadanos han sido objeto de “acoso y agresión” por parte de “personas enmascaradas” en Nicaragua y recomendó a los estadounidenses no viajar a la nación centroamericana, donde también la pandemia de COVID-19 representa un “riesgo desconocido”.
“No viaje a Nicaragua por COVID-19. Reconsidere viajar a Nicaragua debido a la disponibilidad limitada de atención médica y la aplicación arbitraria de las leyes. Actúe con mayor cautela en Nicaragua debido a la delincuencia”, señaló una alerta de viajes en Nicaragua publicada el viernes en la página web de la embajada de Estados Unidos en Managua.
Según el informe, el régimen de Daniel Ortega “hace cumplir las leyes de manera arbitraria con fines políticos” y “en todo Nicaragua los funcionarios gubernamentales y las fuerzas del orden continúan apuntando a quienes se oponen” a la administración sandinista, incluidas figuras de la oposición, exiliados, activistas, representantes empresariales, defensores de los derechos humanos y miembros del clero y de la prensa.
Entre las supuestas acciones de la dictadura mencionó “detener arbitrariamente a defensores de la democracia; impedir que determinadas personas salgan de Nicaragua por vía aérea o terrestre por motivos políticos; confiscar y/o registrar arbitrariamente propiedad privada, incluidos teléfonos personales y computadoras”.
En su nota el Departamento de Estado también destacó que ciudadanos estadounidenses han informado haber sido objeto de "el acoso y la agresión por parte de personas enmascaradas. Los ciudadanos estadounidenses residentes en Nicaragua también informan un mayor escrutinio del presunto discurso político y un escrutinio adicional por parte de los funcionarios de inmigración”.
La nota también recomendó estar alerta ante riesgo de “delitos violentos, como el asalto sexual y el robo a mano armada” y advirtió que la mala infraestructura en algunas partes de Nicaragua "limita la capacidad de la embajada para ayudar a los ciudadanos estadounidenses” en casos de emergencia.
En cuanto a la pandemia el documento señaló que los informes locales “indican niveles muy altos de COVID-19” y aconsejó consultar con los Centros de Control de Enfermedades (CDC) antes de viajar al país.
El régimen nicaragüense no ha adoptado cuarentenas ni otras medidas desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020. Por el contrario, ha promovido actividades políticas, religiosas y deportivas que conllevan aglomeraciones y aumentan el riesgo de contagio, según los especialistas.
La noche del jueves, el presidente Ortega ofreció por primera vez estadísticas sobre la vacunación y dijo que hasta el momento 523.557 nicaragüenses -todos mayores de 45 años- han sido vacunados contra el COVID-19, lo que representa apenas el 18,6% de la meta gubernamental de 2,8 millones de personas -cerca del 44% de la población total-.
Ortega anunció que a partir del 20 de septiembre el Ministerio de Salud comenzará a vacunar, siempre de forma voluntaria, a las personas mayores de 30 años, que constituyen un segmento poblacional importante en el país.
Hasta ahora en Nicaragua se han registrado 12.350 casos del nuevo coronavirus y 201 fallecidos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.