WASHINGTON.- El Gobierno del presidente Donald Trump no considera "creíble" la versión de Nicaragua sobre la muerte del preso nicaragüense-estadounidense Eddy Montes, quien falleció el 16 de mayo último en la cárcel "La Modelo" en circunstancias poco claras.
"Hasta ahora, el Gobierno (de Nicaragua) no ha llevado a cabo ninguna investigación independiente, creíble o transparente sobre la muerte del señor Montes. Al carecer de información independiente, consideramos que la versión oficial no es una explicación creíble de los hechos", dijo a Efe una portavoz del Departamento de Estado.
Esa fuente, que pidió no ser identificada, explicó que Nicaragua le está dando al Gobierno "la misma versión oficial sobre la muerte de Montes que ha hecho pública".
El Ejecutivo nicaragüense ha insistido en que Montes murió cuando un guardia disparó en defensa propia porque el preso estaba supuestamente agrediendo a varios centinelas.
Entretanto, decenas de reos contradicen esa versión y aseguran que recibió un balazo cuando varios guardias disparaban desde fuera del patio en el que se encontraban, tras una discusión verbal entre prisioneros y carceleros.
La familia de Montes, de 57 años, asegura que el Ejecutivo de Nicaragua se ha negado a publicar los resultados de la autopsia y, por tanto, están ocultando información sobre la causa de la muerte.
La portavoz del Departamento de Estado volvió a exigir la "liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos en Nicaragua".
Montes era uno de los llamados "presos políticos", es decir, activistas que fueron encarcelados tras la ola de protestas que comenzó en abril de 2018 para pedir la renuncia del gobernante Daniel Ortega.
El tema de los llamados "presos políticos" se ha convertido en un punto de fricción en las negociaciones entre el régimen y la opositora Alianza Cívica, que comenzaron el 27 de febrero y se suspendieron el 3 de abril.
Uno de los temas que ha dificultado la reanudación de las negociaciones ha sido la muerte de Montes.
En opinión del Gobierno de Trump, "después de más de un año de muerte, represión y violencia, el presidente Ortega continúa violando los compromisos constitucionales básicos que ha hecho para respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales en Nicaragua".
"El uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía, la presencia continua de matones paramilitares enmascarados, las continuas detenciones arbitrarias y los ataques contra los medios independientes solo sirven para socavar aún más la legitimidad del régimen de Ortega", resaltó la citada portavoz.
EEUU y otros países del continente han pedido a Ortega que cumpla con lo pactado en el diálogo con la oposición y libere antes del 18 de junio a todos los manifestantes presos.
Según el último reporte del Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos, unas 730 personas, entre manifestantes y periodistas, están bajo algún tipo de régimen carcelario en Nicaragua, por pensar diferente a Ortega.
El Ejecutivo hasta ahora reconoce 468 reos, a los que califica de "terroristas", "golpistas" o "delincuentes comunes".
FUENTE: Con información de EFE