La crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos (EEUU) vuelve a ser noticia en la prensa nacional y el mundo, pero la realidad es que nunca ha dejado de serlo porque el caos humanitario lejos de aligerarse, empeora.
La crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos (EEUU) vuelve a ser noticia en la prensa nacional y el mundo, pero la realidad es que nunca ha dejado de serlo porque el caos humanitario lejos de aligerarse, empeora.
Hasta el momento, las visitas y acuerdos de la vicepresidente Kamala Harris a Centroamérica, quien fue encargada para hallarle solución a la crisis; las promesas del presidente Joe Biden o las declaraciones del jefe de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, han tenido un escaso efecto en siquiera aliviar la situación migratoria.
“La razón por la que la prensa se enfoca ahora en la emigración de haitianos es porque deja muy claro que nada de lo que ha dicho esta administración era cierto y al final por mucho que quieran aplicar una frontera de puertas abiertas y dar un trato digno a los inmigrantes, pues se ven forzados a aplicar la ley de inmigración de EEUU y la jurisprudencia”, destacó la abogada de inmigración María Mellado.
“Yo he hablado con un colega y amigo en Guatemala y me ha dicho que hay 65.000 haitianos esperando en la frontera de Guatemala para entrar a México”, dijo.
“El gobierno ha intentado levantar las políticas de control de la inmigración masiva y desordenada en la frontera sur, pero los tribunales de justicia se lo han prohibido y lo han calificado de caprichoso y poco razonable. Ahora el Gobierno se enfrenta a un grave problema que han creado ellos al anunciar que dejarían entrar a todo el mundo y hemos visto los resultados. Dijeron incluso que el tema migratorio era temporal. No, ya estamos en septiembre. En agosto han vuelto a llegar 208.000 personas, han vuelto a entrar 18.000 menores no acompañados y 80.000 adultos más”, resaltó la abogada.
Desorden y caos, el resultado de un cambio de política migratoria
Un drástico y no planificado cambio de política de inmigración, implementado por la Casa Blanca y contrario a lo establecido durante los cuatro años del gobierno de Donald Trump, ha fomentado un panorama impensable en los últimos años.
Albergues improvisados y hacinados, más de 15.000 personas, entre ellas niños, viviendo bajo puentes, desorganización, aumento de la violencia y el tráfico de personas por bandas criminales; brechas para la entrada de drogas y de peligrosos delincuentes y terroristas, además de cuestionables imágenes de decenas de miles de inmigrantes han resaltado ineficacia e irresponsabilidad en esa gestión.
Ahora, las televisoras se ha encargado de destacar imágenes de agentes de inmigración de EEUU sobre caballos tratando de impedir el cruce de haitianos.
Las imágenes "no reflejan lo que somos como país, ni tampoco lo que es el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos", dijo el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
La Patrulla Fronteriza comenzó a deportar a los haitianos a su país por vía aérea durante el fin de semana.
Mientras los migrantes seguían cruzando la frontera el miércoles y miles acampaban bajo un puente en Del Río, Mayorkas dijo que su departamento estaba trabajando para disuadir las llegadas. Este miércoles el gobierno comenzó a liberar a miles de inmigrantes haitianos con familiares en EEUU.
"Tenemos un plan para abordar la migración en la frontera sur, lo estamos ejecutando, lleva tiempo y empezamos a ver los resultados", dijo al panel.
Migración haitiana
Cerca de 19.000 migrantes, "en su mayoría haitianos", están varados en un puerto del norte de Colombia a la espera de abordar embarcaciones que los lleven a la frontera con Panamá, informó la Defensoría del Pueblo (Ombudsman) este miércoles.
"Hemos podido constatar que se encuentran represados cerca de 19.000 migrantes" que buscan pasar hacia Centroamérica, dijo Carlos Camargo, el jefe de la entidad que vela por los derechos humanos en Colombia.
La Defensoría detalló en un comunicado que la "mayoría" son haitianos.
Los migrantes, agregó Camargo, esperan por un cupo en embarcaciones que van del pequeño puerto de Necoclí (noroeste) a Acandí, una aldea fronteriza con Panamá.
Por un acuerdo entre los gobiernos de Colombia y Panamá el transito de migrantes se restringe a un máximo de 650 personas al día. Más de 50.000 han cruzado esa frontera en 2021.
Los viajeros deben atravesar el golfo de Urabá, un tramo marítimo de unos 60 kilómetros. También sortear la amenaza del Clan del Golfo, la mayor organización armada del narcotráfico que controla la región.
El lugar es uno de los principales puntos de tránsito de haitianos, africanos y asiáticos que buscan migrar a EEUU. La mayoría viene de Chile y Brasil, buscando cruzar hacia Panamá por la peligrosa selva del Tapón del Darién, uno de los tramos más complicados del viaje a Norteamérica.
El fiasco de la Casa Blanca en inmigración
En entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, Mellado manifestó que “la administración Biden, a pesar de lo que ha prometido, se dio cuenta de que se ha disparado en la pierna y ha cometido un error gravísimo al anunciar políticas supuestamente "más humanitarias".
“La única salida ahora mismo que tiene la administración Biden es aplicar la ley de Inmigración. El Departamento de Justicia le ha exigido que aplique la ley, el Departamento de Salud le obliga a cumplir las normas de salud ante la pandemia y los altos riesgos de contagio. De su lado no tienen nada. No tienen respaldo mayoritario sobre este tema en ninguna de las dos Cámaras, mientras la opinión pública está horrorizada por la crisis. Tienen a más de 15.000 haitianos viviendo bajo puentes.
“Creo que la Casa Blanca debe emitir una declaración de emergencia que ha solicitado el gobernador de Texas, Greg Abbott, para ayudar a que se procesen los casos de asilo político demostrable y detener la avalancha de inmigración ilegal.
“Por su parte, el papel de la vicepresidenta Kamala Harris es nefasto, está desaparecida, ha ido solo una vez a la frontera y se reunió a puertas cerradas con siete niñas jóvenes; no permite visitas ni fotos en centros de detención. La percepción del trabajo de Kamala Harris es que hasta el momento ha sido pésimo”, opinó Mellado.
“Yo represento a personas que están en Tijuana y llevan meses y con el revés de la Corte Suprema, saben que tendrán que esperar mucho más tiempo. Tenemos un grupo de abogados de la frontera en el que compartimos información casi a diario, contactamos con las autoridades, las ONG, organizaciones aprobadas por la ONU, etc”.
“Lo que hace la actual administración ahora es tratar de cumplir la ley: deportar de forma masiva y a personas con antecedentes penales, pero claro, tienen a la prensa encima y organizaciones pro-inmigrantes porque Biden y sus asesores prometieron demasiadas cosas irracionales. Lo que tienen realmente en sus manos es una enorme crisis migratoria sanitaria y a ciudades como Del Río, en Texas, donde entran diariamente 15.000 personas. Todo esto les pasará factura”, concluyó.
De acuerdo con Camargo, las empresas que ofrecen el transporte en lanchas o pequeñas embarcaciones están vendiendo unos 250 tiquetes diarios cada una, pero en los "últimos días ha aumentado el número de migrantes en tránsito que llegan a Necoclí y que se encuentran varados allí ante la imposibilidad de conseguir" un boleto.
Unas 11.500 personas han comprado pasajes para hacer el viaje antes del 13 de octubre. "Hay un número indeterminado de personas que no han podido adquirir sus tiquetes" y recurren a cruzar el mar en "embarcaciones ilegales", agregó el Ombudsman.
En enero y julio de este año, autoridades ya habían reportado el desbordamiento del puerto de Necoclí, una población de unos 45.000 habitantes. Los viajeros suelen acampar en la playa o arrendar casas particulares durante su estadía.
Decenas de miles de migrantes, haitianos especialmente, han llegado en los últimos meses a la frontera de México con Estados Unidos. Buena parte de ellos hicieron el tránsito por Colombia.
El flujo masivo de haitianos que se han aglomerado bajo un puente de la ciudad fronteriza de Del Río, en Texas, es parte del problema atribuido a las políticas migratorias de la administración Biden y que lejos de hallar soluciones efectivas, se agrava.