
Los republicanos replican a los demócratas que se oponen al nombramiento de Barret, que Trump tiene la autoridad para cubrir el puesto en el Tribunal Supremo
WASHINGTON — La Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado fijó para el 22 de octubre su votación para recomendarle la nominación de la jueza Amy Coney Barrett al pleno del Senado, y la votación final se esperaría para fin de mes que la confirmaría para ocupar la vacante en la Corte Suprema de Estados Unidos.
El avance del proceso de confirmación se ha convertido en el dolor de cabeza de los demócratas, pero poco pueden hacer porque la Ley le permite al presidente Donald Trump hacer la nominación para llenar la vacante en el Tribunal Supremo.
“Una farsa”, dijo la senadora demócrata Amy Klobuchar. “Acaparación de poder”, dijo su correligionario Richard Blumenthal. “No es normal”, agregó el también demócrata Dick Durbin.
“Uno no convoca a una audiencia de confirmación para la Corte Suprema durante una pandemia, cuando el Senado está en receso, cuando ya han empezado las votaciones para la elección presidencial en la mayoría de los estados”, según la opinión del senador demócrata Chris Coons.
Los republicanos, deseosos de cubrir la vacante dejada por el fallecimiento de la jueza liberal Ruth Bader Ginsberg replican que el presidente Donald Trump tiene la autoridad para cubrir el puesto y que ellos tienen los votos necesarios para hacerlo.
El senador republicano John Cornyn dijo que entiende la "desilusión” de los demócratas y agregó que “su derrota es la victoria de los estadounidenses”.
Barrett, de 48 años, se enfrentó a casi 20 horas de preguntas de los senadores, declinó dar detalles más allá de decir que mantendría la mente abierta y analizaría los casos individualmente.
“No es la ley de Amy”, les dijo a los senadores varias veces.
Barrett no estaba presente en la audiencia del jueves, la última de las sesiones de la semana en momentos en que la pandemia persiste en el país. Dos senadores republicanos en la comisión han dado positivo a coronavirus.