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martes 11
de
febrero 2025
WASHINGTON.- Estados Unidos va a triplicar su presencia militar en la frontera con México ante el avance de una caravana de migrantes centroamericanos que atraviesa el país vecino y la formación de una nueva que aún intenta cruzar allí desde Guatemala. Donald Trump habló este lunes de "invasión".
El Pentágono anunció en la tarde de este lunes el envío de 5.200 soldados a la frontera, que se habrán desplegado para fines de esta semana y se unirán a los 2.100 efectivos de la Guardia Nacional que envió el presidente en abril ante la llegada de otra caravana.
"Ya hay 800 soldados en camino hacia Texas", manifestó el general Terrence John O'Shaughnessy, del Comando Norte, en una rueda de prensa en Washington junto a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Arizona y California son otros estados en los que se desplegarán.
La Guardia Nacional es un cuerpo de voluntarios que es fuerza de reserva del Ejército. Los efectivos que se envían ahora son sin embargo tropas en activo. Pero ni unos ni otros pueden participar en arrestos de inmigrantes sin papeles porque la ley impide a los cuerpos militares practicar detenciones. Su tareas son básicamente de apoyo logístico.
"¡Esta es una invasión de nuestro país y nuestro Ejército los está esperando!", advirtió Trump a los migrantes a través de Twitter pocas horas antes del anuncio oficial.
"Miembros de pandillas y alguna gente muy mala está mezclada entre la caravana dirigiéndose a la frontera sur. Por favor, regresen, no serán admitidos en Estados Unidos a no ser que sigan el proceso legal", dijo.
Trump ha convertido la caravana en un tema electoral de cara a los comicios legislativos de medio mandato que tendrán lugar la semana que viene y lleva tiempo agitando el miedo a los inmigrantes que avanzan hacia Estados Unidos con la intención de pedir asilo. Según medios estadounidenses, estudia además la aprobación de una orden ejecutiva para prohibir la entrada de centroamericanos al país, incluidos solicitantes de asilo.
La caravana partió el 13 de octubre de la violenta ciudad hondureña de San Pedro Sula, atravesó Guatemala y entró en México, donde ahora mismo se encuentra en el sureño estado de Oaxaca. Ha llegado a tener más de 7.000 miembros, pero en estos momentos está integrada por 3.630 personas, según las autoridades, y 5.500 según los organizadores.
El trayecto que les queda para llegar a la frontera con Estados Unidos es de entre 1.400 y 3.500 kilómetros, según la ruta que escojan, es decir: aún tardarán semanas en llegar.
Una segunda caravana formada por entre 1.500 y 2.000 personas, según estimaciones periodísticas, trata ahora de entrar en México desde Guatemala. El domingo se produjeron enfrentamientos entre ellos y las policías mexicana y guatemalteca en la frontera entre esos dos países. Un hondureño murió.
"Tenemos que prepararnos para la llegada de un grupo muy grande", manifestó este lunes el jefe de CBP, Kevin McAleenan, en la rueda de prensa. "No vamos a permitir que un gran grupo entre en Estados Unidos de manera peligrosa e ilegal".
Los efectivos militares en camino brindarán apoyo logístico, de alojamiento y transporte, entre otras cosas. Entre ellos hay ingenieros de combate. También se envían helicópteros a la frontera con capacidad de visión nocturna. También se enviarán aviones de carga.
FUENTE: dpa