FLORIDA.- Se calcula que al menos 97% de familias en Estados Unidos tienen perros en casa. Y 30% de estos son perros de competencia, una cualidad nada fácil de conseguir en el animal.
FLORIDA.- Se calcula que al menos 97% de familias en Estados Unidos tienen perros en casa. Y 30% de estos son perros de competencia, una cualidad nada fácil de conseguir en el animal.
Especialistas señalan estos perros poseen un perfil muy distinto y que requieren de cuidados especiales, por lo cual son mucho más que fieles mascotas.
Por ello, consideran la cinofilia como una actividad fundamental para continuar con la resguardar las razas de perros, por generaciones.
"Esta es una disciplina poco conocida que implica una especial crianza y afición hacia los canes, y se encarga de preservar la raza del animal que, a la larga, puede extinguirse por falta de cuidados, o también de distorsiones que implican su degeneración”, explica Daniel Sánchez, manejador profesional de perros de competencia especializado en la raza Doberman y Boxer. También es miembro del American Kennel Club, uno de las organizaciones más importantes del mundo afiliada a la Federación Canina Internacional
Señala que los perros de competencia son aquellos que clasifican para para las exhibiciones, como la feria canina que se realiza en el Madison Square Garden, de Manhattan, y que en Estados Unidos tiene una tradición centenaria. Estas exposiciones se realizan hasta dos veces cada año en todos los condados.
Justamente, la 147ª edición del Westminster Kennel Club, realizada en febrero pasado, un show considerado uno de los mejores.
También en Venezuela, estos espectáculos se realizaron en el pasado, con concurrido público, pero la práctica desapareció.
En este tipo de eventos, los jueces de canes evalúan la “calidad” del perro, es decir, la salud, la conformación o contextura, y el temperamento, los cuales deben estar ajustados a los estándares internacionales que rigen el trabajo. Luego, les otorgan la certificación.
La figura del entrenador es un personaje clave que hace que este animal sea imponente y dueño de sí mismo, en cualquier escenario. Y si es, además, criador vela porque se cumpla con una procedencia generacional.
“Lo primero que hace un entrenador es construir una línea, según el cual el perro debe sentir que debe ser merecedor de estar en la casa”, dice Sánchez
Los manejadores profesionales trabajan con siete clasificaciones de perros: los de trabajo, como los doberman, bóxer y rottweiller; los de pastoreo, como el pastor alemán; los de deportes, como el labrador retriever; los sabuesos, como los beagles; los perros toys, como los de razas pequeñas; y los terrier.
Aunque el cuidado de estos perros puede superar el medio millón de dólares, los propietarios lo pagan porque recibirán, después de dos años, un perro disciplinado y listo para competir.
A pesar del mérito tienen tanto los entrenadores como los perros, el trabajo ha desatado polémicas, por lo cual es poco expuesto. “Hay mucha gente en contra del mundo del show y protestan la disciplina del perro. El tema es que las personas humanizan a los perros porque tienen algún tipo de carencia, quizá. Y el daño lo recibe la mascota: terminan confundidos, su instinto desaparece y se convierten en nerviosos e inseguros y hasta alérgicos”, indica Sánchez.
“Lo importante es preservar la raza del perro, esa es nuestra labor fundamental”.