Espera de asilo en EEUU
A principios de febrero, el presidente Biden instruyó al Departamento de Seguridad Interior (DHS) que tomara acciones para poner fin al MPP, un programa que había puesto en marcha el pasado gobierno.
La iniciativa había conducido a decenas de miles de solicitantes de asilo a permanecer en la frontera del lado de México, a la espera de una determinación en sus casos, lo que trajo consigo, según diversas denuncias, problemas de índole humanitario que se agravaron con la pandemia.
De acuerdo con la abogada de inmigración Kristy Figueroa-Contreras, “las personas eran citadas, llegaban a las cortes de Estados Unidos en la frontera y luego se regresaban a México a seguir esperando en lugares muy peligrosos”.
El programa fue parte del plan de Trump para luchar contra la inmigración irregular, como respuesta a multitudinarias caravanas que tuvieron lugar a finales de 2018 y principios de 2019.
“Era un programa muy polémico porque esa región de México, en donde han tenido que esperar los migrantes no mexicanos para entrar al país, es altamente peligrosa y ha sido muy difícil la vida para estas personas”, comentó la letrada.
El ingreso a EEUU de los migrantes que aguardan en México habría comenzado a través de dos cruces fronterizos. En cada uno se estarían procesando hasta 300 personas por día. También se mencionó la posibilidad de un tercer cruce con menos personas.
“Han empezado por el Cruce de San Isidro, que es en San Diego, California”, dijo. “Ya comenzaron a cruzar algunas personas”.
Es muy importante, desde la perspectiva de la abogada, que quienes están en el MPP hayan reportado una dirección exacta de donde piensan vivir en EEUU.
“Estas personas no serán detenidas, pero los casos serán trasladados a las cortes de las áreas en donde van a vivir”, explicó.
Acorde con el DHS, los migrantes pueden registrarse para ser atendidos a través de un centro de apoyo en línea, donde tendrán que proveer información básica para verificar su elegibilidad.
Mediante ese centro, las personas podrán hacer preguntas sobre el procesamiento de sus casos y también habrá una línea directa de teléfono para responder preguntas y ofrecer apoyo. Dele clic aquí para más información. (https://conecta.acnur.org)
¿Examen más fácil?
Para obtener la ciudadanía de Estados Unidos, existe un proceso que se llama naturalización y como parte de éste se realiza una entrevista a las personas que califican, que incluye una serie de preguntas sobre su pasado en este país y otras relacionadas con la historia y valores cívicos de EEUU.
En ese sentido, otro cambio es el anunciado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en cuanto a la prueba para la ciudadanía, que volvió a ser “más sencilla” a partir del pasado 1ero. de marzo.
El examen para la naturalización retornó al formato del 2008, con 100 preguntas, frente al modelo introducido en 2020 que contempla 128 interrogantes.
“El año pasado anunciaron que iban a cambiar la prueba y todo aquel que hubiera presentado su solicitud después del 1ero. de diciembre de 2020, ya estaba sujeto a esa prueba mucho más compleja”, dilucidó la abogada.
Sin embargo, los solicitantes que hayan iniciado el trámite para su naturalización entre el 1ero. de diciembre de 2020 y el 1ero. de marzo de este año tendrán la posibilidad de escoger entre la prueba del 2008 o la de 2020, teniendo en cuenta que algunas personas ya estudiaron este formato.
Con el modelo desmontado por las autoridades migratorias, los solicitantes de la ciudadanía estadounidense tenían que responder satisfactoriamente por lo menos 12 de 20 preguntas, contrario al modelo antiguo, puesto en marcha nuevamente, que estipula solo seis aciertos de 10 preguntas.
De acuerdo con la letrada, “algunas personas se ponen nerviosas en la prueba a pesar de que tienen muchos años aquí porque se les olvidan las respuestas. Ahora veremos que la prueba será como antes”.
La normativa adoptada por el Gobierno actual establece además que a partir del 19 de abril próximo, todos los interesados en convertirse en ciudadanos deberán tomar el formato de examen de 2008.
Redadas de ICE
Si a algo le teme un inmigrante sin documentos en Estados Unidos es a las redadas que lleva a cabo cada cierto tiempo el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), principalmente en ciudades de mayor presencia hispana.
Por ejemplo, en abril de 2018 se registró la mayor redada en un sitio de trabajo en casi una década, que dejó como resultado la detención de más de un centenar de empleados en una planta de cárnicos en Tennessee.
Los migrantes afectados presentaron una demanda en tribunales federales tras describir cómo los uniformados capturaron a casi cualquier trabajador de la compañía solo por tener apariencia de “latino”, sin considerar su ciudadanía o documentación.
Las nuevas políticas de Washington indican que las agencias de control migratorio “se enfocarán en personas con antecedentes penales peligrosos y en recién llegados que no tengan sus papeles”, según la letrada.
Subrayó que las modificaciones anunciadas no significan que durante la Administración Biden “no vayan a seguir las redadas”, sino que “las prioridades de detención y deportación serán otras”.
Anteriormente, “cualquiera que estuviera aquí indocumentado, independiente de sus antecedentes criminales, su tiempo en el país o de su familia, ya esa persona era blanco para la detención y la expulsión del país”, explica Figueroa-Contreras.
[email protected]
@danielcastrope