MIAMI- El 23 de mayo de 1937, a los 98 años, cerró los ojos el magnate neoyorquino John Davison Rockefeller, autor de impresionantes y controvertidos logros empresariales, que terminaron convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos del siglo XIX.
MIAMI- El 23 de mayo de 1937, a los 98 años, cerró los ojos el magnate neoyorquino John Davison Rockefeller, autor de impresionantes y controvertidos logros empresariales, que terminaron convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos del siglo XIX.
Como se lee en un artículo de CubaNet, Rockefeller nació en un hogar de clase media, y heredó de su madre el sentido del orden, la dedicación y una estricta moral. Desde muy temprana edad demostró ser inteligente y aplicado, formado en colegios públicos y con un interés natural por los negocios, que lo llevaron a matricularse en la escuela comercial de Cleveland, de la cual se graduó con 16 años.
En 1857 se había convertido en uno de los contables mejor pagados de Cleveland, pero cuando le negaron un aumento, decidió poner su propio negocio y entrar en el gran juego.
Con su socio M. B. Clark fundó la firma Clark & Rockefeller, que en el primer año obtuvo beneficios por 4.000 dólares y en el segundo cuadruplicó la suma. El joven neoyorquino estaba en el camino correcto, y quería mucho más.
La Guerra Civil marcó el inicio de su fortuna. Republicano y abolicionista convencido, votó por el presidente Abraham Lincoln y apoyó al Ejército de la Unión. En vez de ir a la guerra, pagó a soldados para que ocuparan su lugar y se dedicó a sus negocios con un éxito rotundo y creciente.
Sobre la base de prestar dinero y reinvertir las ganancias, controlar los costos y aprovechar todos los subproductos de la actividad petrolera, para 1868 la firma Rockefeller, Andrews & Flagler poseía dos refinerías en Cleveland y una subsidiaria en Nueva York. Había nacido la refinería de petróleo más grande del mundo, pero aun así no era nada en comparación con lo que vendría después.
El 10 de enero de 1870 Rockefeller fundó la Standard Oil, con la cual prácticamente monopolizó la industria petrolera de Estados Unidos, controlando la extracción, refinado y transporte del valioso combustible en la nación, a la par que sostenía importantes monopolios en varios países de Europa y América Latina.
Por más de cuarenta años consolidó a la Standard Oil como la compañía petrolera más grande del mundo, revolucionando la industria en todos sus niveles y demostrando una extraordinaria e implacable capacidad competitiva. Asimismo, dedicó gran parte de su fortuna y recursos a importantes proyectos de impacto social y económico, como la fundación de la Universidad de Chicago, una de las más prestigiosas del mundo, y la Universidad Rockefeller, de Nueva York, dedicada a las ciencias biomédicas, la primera de su tipo en el continente americano.
A pesar de que J.D. Rockefeller impulsó programas en diversas áreas de la educación, la ciencia y la medicina, su voracidad como empresario fue criticada por periodistas e investigadores, hasta que el gobierno de Estados Unidos decidió enfrentarlo en un prolongado litigio para obligarlo a fragmentar su gigantesca compañía petrolera.
Hasta hoy, Rockefeller ha sido el único empresario que logró construir un monopolio tan consolidado y eficaz, que el propio Gobierno estadounidense tuvo que intervenir para diluirlo. Está considerado como el hombre más acaudalado de la historia. Fue el patriarca de la poderosa familia de multimillonarios que aún existe, con su mismo apellido y poder económico.
FUENTE: CubaNet