@hesushdez
La detención del asesor político republicano Roger Stone, que fue cercano colaborador de Donald Trump durante la campaña presidencial en 2016, pone sobre el tapete la pregunta quién es verdaderamente este hombre.
Stone afronta ahora cinco cargos por declaraciones falsas, uno por obstrucción a la Justicia y otro por manipulación de testigos. Y todo parece indicar que pudo haber actuado como un enlace entre la campaña de Trump y Wikileaks, que en medio de la campaña difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran "perjudiciales" para la campaña de Hillary Clinton, la rival entonces del hoy presidente.
No obstante, Stone, de 66 años, ha proclamado su inocencia desde que comenzó la investigación y ha aseverado que no testificará contra Trump.
El Presidente, por su parte, insiste en que las acusaciones contra Stone no son más que otro episodio de la investigación del fiscal especial Robert Muller y que se trata de la "mayor caza de brujas de la historia".
Antecedentes
Pero antes que todo esto sucediera, Stone vivió una vida intensa, incluso colorida, que le valió múltiples reportajes en respetados medios de comunicación e incluso la realización de un documental de 90 minutos hace un par de años.
Hijo de inmigrantes europeos, Stone creció en una zona rural de Nueva York y cuando apenas tenía 12 años alguien puso en sus manos el libro The Conscience of a Conservative, o la conciencia de un conservador, de Barry Goldwater, y a los 13 ya formaba parte del grupo de apoyo a William F. Buckley, Jr. a la alcaldía de Nueva York en 1965.
Más tarde se mudó a Washington DC para estudiar en George Washington University, pero su interés por la política fue más fuerte y con solo 19 años logró figurar en la tristemente célebre investigación Watergate.
Según aquel informe final, Stone habría hecho una contribución monetaria a nombre de la Alianza Socialista Juvenil al candidato republicano Pete McCloskey, quien a su vez competía contra Richard Nixon en las primarias del Partido Republicano.
Más tarde, el joven activista envió el cheque cobrado a la prensa para ‘tratar de probar’ que el adversario de Nixon era apoyado por la izquierda y poder desacreditarlo de esa manera.
Incluso empleó a un joven simpatizante para infiltrarse en las filas de la campaña presidencial de George McGovern en 1972.
Todo esto saltó a la luz durante las célebres audiciones del Congreso sobre Watergate en 1973 y Stone, que en aquel momento trabajaba como miembro del equipo del senador Robert Dole, perdió el empleo.
Entonces, Stone decidió probar suerte como consultor político y fundó el National Conservative Political Action Committee, una especie de súper grupo de apoyo que contribuyó en las campañas políticas de varios republicanos.
A partir de entonces, el hombre se convirtió en fuerte. Tan fuerte que fue denominado el asesor a tener en cuenta, desde Ronald Reagan John McCain y Trump hasta otros del exterior, como Mobutu Sese Seko de la República de Zaire, Ferdinand Marcos de Filipinas y los rebeldes de UNITA en Angola, según una entrevista publicada por The New Yorker en 2008.
“Recuerda”, dijo entonces Stone, “la política no trata de unir a la gente, sino dividirla”.
“Lo único peor en política que estar equivocado es ser aburrido”, estableció.