REDACCIÓN
Janet Woodcock, directora del Centro para Evaluación e Investigación de la Administración para los Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés), advirtió que el consumo de flibanserina puede tener efectos secundarios graves cuando se ingiere; especialmente, si se mezcla con alcohol, por lo que se necesitará una receta médica para su compra
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El nuevo medicamento para estimular el deseo sexual de las mujeres que acaba de ser aprobado por la Agencia de Fármacos de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés), bajo el nombre de Addyi, abrió paso este miércoles a un agitado debate en los medios y redes sociales acerca de su efectividad y posibles peligros. El problema es que esta pastilla rosa no es tan "color de rosa" como parece, pues tiene varias contraindicaciones que podrían causar daños severos e incluso la muerte. Con este panorama, la población femenina se está preguntando si el remedio no es peor que la enfermedad.
Los encargados de desarrollar esta píldora señalaron que su componente principal es la flibanserina, un agente no hormonal que actúa sobre la serotonina, un neurotransmisor que tiene un papel importante en varias funciones fisiológicas como el sueño; la agresividad; los comportamientos alimenticios, sexuales y la depresión.
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Existe una clara diferencia entre este "Viagra femenino" y el masculino. Uno de los principales es que los efectos no son inmediatos. Mientras que el Viagra puede tomarse unas horas antes del acto sexual, la píldora para mujeres debe ser tomada por un largo período, de un mes o más, para ver los resultados.
La píldora femenina, que contiene flibanserina, busca combatir la falta de deseo sexual en las damas, mientras que la versión masculina aumenta el flujo sanguíneo para mejorar la capacidad sexual de los hombres. La rosada actúa en el cerebro de las mujeres, elevando los niveles de dopamina. Está pensada para ser administrada cada día en personas premenopáusicas que sufren el llamado desorden de deseo sexual hipoactivo.
Ahora bien, aunque la cifra de mujeres que presentan diferentes grados de hipoactividad sexual es de 40% -una cantidad considerable de la población- es importante tomar en cuenta que la llegada de esta pastilla puede atraer otro tipo de problemas.
Janet Woodcock, directora del Centro para Evaluación e Investigación de la FDA, advirtió que el consumo de flibanserina puede tener efectos secundarios graves cuando se ingiere; especialmente si se mezcla con alcohol, por lo que se necesitará una receta médica para su compra.
Durante los experimentos con la píldora, al menos 10% de las participantes en los tres ensayos clínicos experimentaron una mejora significativa en la satisfacción durante sus relaciones sexuales, en términos de deseo y de reducción de la angustia. Sin embargo, el medicamento "aparentemente no mejoró el desempeño de las relaciones sexuales".
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Algunas pacientes que tomaron la pastilla presentaron baja de presión arterial y desmayos, náuseas, mareo y somnolencia. Al respecto, la FDA alertó sobre "riesgos serios" de hipotensión y pérdida del conocimiento, principalmente cuando se combina esta píldora con bebidas alcohólicas.
El problema es que las mujeres que toman este medicamento deben hacerlo por un tiempo prolongado para ver los resultados, lo que demanda mayor control y disciplina de las pacientes en no tomar alcohol u otros medicamentos que podrían complicar el cuadro médico.
Un análisis de la institución federal encontró, además, que las mujeres que toman Addyi y anticonceptivos hormonales "tienen la tendencia a experimentar más efectos adversos”.
Discusiones entre expertos
Los resultados no tan efectivos de esta medicación, sumados a sus importantes efectos colaterales, despertaron una fuerte discusión entre médicos, farmacéuticos y expertos sobre las razones que motivaron a la FDA a aprobar esta pastilla para que salga al mercado.
Algunos especialistas en el tema consideran que su lanzamiento fue promovido básicamente por el deseo de comercializar la pastilla para tener grandes ganancias, como también las tuvo el Viagra masculino. La psicóloga y terapeuta Leonore Tiefer, de la Universidad de Nueva York, acusó a los grupos farmacéuticos de "medicalizar el sexo" para ganar dinero.
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Efectos colaterales
Náuseas
Mareos
Somnolencia
"Riesgos serios" de hipotensión y desmayos