MIAMI.- REDACCIÓN DLA / EFE
MIAMI.- El senador republicano por Texa se convierte así en el primero de su fórmula política en lanzarse al ruedo con miras a las presidenciales del próximo año.
MIAMI.- REDACCIÓN DLA / EFE
El controvertido senador republicano por Texas Ted Cruz anunció este lunes oficialmente su intención de aspirar a la candidatura presidencial para 2016.
Horas antes del acto en el que formalizó sus aspiraciones, Cruz dijo a través de su cuenta Twitter “¡Me estoy lanzando a Presidente y espero ganar su apoyo!” El mensaje estaba acompañado de su primer vídeo oficial de campaña.
I'm running for President and I hope to earn your support! pic.twitter.com/0UTqaIoytP
— Ted Cruz (@tedcruz) marzo 23, 2015
Cruz, de 44 años, es una de las cabezas visibles del movimiento ultraconservador del "Tea Party". Confirmo su intención de competir por la candidatura republicana de cara a la Casa Blanca en un acto en la Liberty University de Lynchburg, Virginia, una institución fundada por el predicador evangélico Jerry Falwell y que es la universidad cristiana más grande del mundo.
La noticia, adelantada por el diario Houston Chronicle, supone el inicio en la prolongada carrera electoral de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. Se espera que Ted Cruz busque el apoyo de conservadores para alcanzar el triunfo en las primarias republicanas.
Perfil
Líder de las batallas más duras contra las políticas de Barack Obama en el Congreso, el senador Ted Cruz es uno de los principales rostros del Tea Party -ala ultraconservadora del Partido Republicano- y hoy fue el primero en dar un paso al frente para ser el próximo inquilino de la Casa Blanca.
De padre cubano y nacido en Canadá, Cruz -cuya candidatura era un secreto a voces- es un ferviente opositor a las medidas migratorias del presidente estadounidense que pretenden aliviar a millones de inmigrantes ilegales de la amenaza de la deportación, algo que, a su juicio, supondría "una amnistía" por sus delitos contra las leyes migratorias del país.
El senador por Texas rechaza, sin miramientos, cualquier tipo de reforma migratoria en el país que contemple un camino a la ciudadanía para los más de once millones de inmigrantes ilegales que viven en EEUU, una prioridad para la Casa Blanca que no ha prosperado en el Congreso, en parte por presiones como las de Cruz.
Sus críticas a la Administración Obama abarcan prácticamente toda la agenda del Ejecutivo, desde su postura en política exterior, especialmente el enfriamiento de las relaciones con Israel, hasta el "buque insignia" de los logros del mandatario, su reforma sanitaria, que precisamente hoy cumple cinco años.
Los republicanos, que han votado más de medio centenar de medidas para derogar la ley de salud sin éxito, se oponen en su mayoría a la reforma, pero no fue otro sino Cruz quien forzó y protagonizó el cierre parcial del Gobierno en 2013, al bloquear la votación de los presupuestos en el Senado si no eliminaba los fondos para esa reforma.
Su empeño, que no fue bien recibido por todos sus compañeros de bancada, le llevó a permanecer más de 21 horas en el atril de la Cámara Alta para zancadillear el proyecto, un episodio muy recordado en Washington durante el que llegó a leer un par de cuentos a sus hijas para ocupar su tiempo.
De profundas creencias cristianas evangélicas y enemigo frontal del sistema fiscal, en su discurso de hoy apeló precisamente a las raíces fundamentales de su ideología.
"En lugar de un código tributario que aplasta la innovación, que impone cargas a las familias que luchan por llegar a fin de mes, imaginen un impuesto llano y simple que permita a todos los estadounidenses declarar sus impuestos en una postal. Imagínese que se elimina el Servicio de Impuestos (IRS)", dijo entre aplausos.
El legislador, de 44 años, ha pasado por algunas de las mejores universidades del país, Harvard y Princeton, y conoció a su esposa, Heidi, con quien tiene dos hijas, mientras era asesor sobre política nacional en la campaña presidencial de George W. Bush (1999-2000).
Desde que decidiera presentarse a senador por Texas en 2011, se ha convertido en un experto en desafiar al aparato de su partido, y muchos apuntan a que su intención es lograr cohesionar de nuevo al Tea Party, lo que provocaría una fractura aún más evidente con el resto de los conservadores.
Muy hábil desde el punto de vista comunicativo, ha llegado a bromear sobre el envío de funcionarios de Hacienda a la frontera con México, asegurando que allí serían de más utilidad.
En reiteradas ocasiones, ha negado públicamente que el planeta esté sufriendo un cambio climático y, últimamente, ha optado por un discurso económico basado en la desigualdad de ingresos y el endeudamiento con la metáfora de "las dos Américas".
No obstante, pese a haber devuelto al Tea Party a las portadas periodísticas, las expectativas presidenciales de Cruz no son muy halagüeñas, según revelan las encuestas.
Aunque haya conseguido la atención e, incluso, la admiración de sus acólitos, las ideas de Cruz están demasiado a la derecha del "establishment" como para ser el candidato republicano a la Presidencia.
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Otros potenciales
En el banco conservador, otras figuras han confirmado su intención de presentarse como aspirantes de cara a las primarias, como el exgobernador de Florida Jeb Bush, aunque no han anunciado formalmente su aspiración.
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Por contra, en el lado demócrata, las opciones parecen concentradas exclusivamente en torno a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, quien aún no ha confirmado tampoco formalmente su precandidatura pero ha indicado que tomará una decisión al respecto a mitad de 2015.
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