Miami.- Por Alex Saldívar
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Hay quienes siguen teniendo cierta animadversión por los minivanes, pero a mí, que cada vez me voy haciendo mayor, me gustan más cada día. En esta oportunidad estuve al volante de la nueva Sienna de Toyota, un vehículo fabuloso, cómodo y perfecto para encarar viajes largos. Pero hay más que eso. Gracias a su propulsor y a su manejo, no se descarta para ser un auto de uso diario aunque sus dimensiones parecieran que pueden complicar las cosas.
Sí, lo acepto. Fui de esos “radicales” que en su momento se negaban a aceptar la funcionalidad de este tipo de vehículos, pero las cosas van cambiando. Aunque siempre nos quejamos de que los minivanes eran autos para señores (más bien para señoras), también les sacamos mucho provecho cuando fuimos jóvenes: transportábamos las bicicletas, al perro, toda la compra del súper y más, mucho más, sin ningún problema. Hoy, todavía es mejor y más fácil cargar con todo.
Propulsión suficiente
El nuevo Toyota Sienna tiene una planta de poder V6 de 3.5 litros de desplazamiento y 24 válvulas con Dual VVT-i, que es capaz de desarrollar hasta 266 caballos de fuerza a 6200 revoluciones por minuto y 245 libras-pie a 4700 rpm. Hay que destacar que el tren motriz es suficiente como para mover sin miramientos al vehículo y sus ocho ocupantes.
Y ya que hablamos de los pasajeros, estos cuentan con posibilidades de entretenimiento para todos gracias al paquete SE Preferred ($2.300, opcional), lo que me parece una opción más que recomendable para cualquier familia latina de esas bien numerosas y fiesteras. Si el color elegido es Salsa Red Pearl, como el Sienna que manejamos por algunos días, entonces el match está asegurado.
La Sienna se siente bastante ágil para su tamaño. Completa, buen tacto, buen olor, multitud de gadgets, muchos huecos para colocar vasos, iPod, teléfono, gafas. El potente motor de Toyota estaría mejor acompañado con una caja más moderna (ahí va mi espíritu de joven radical) pero desde luego se me antoja una combinación muy atinada para el cliente medio del vehículo.
Cabe señalar que el sistema de dirección ha sido revisado y la sensación de los caminos se transmite de muy buena forma. Es el mismo caso con el sistema de suspensión que ha sido afinado para no resultar tan suave, pero tampoco tan duro como para cansar luego de algunas horas frente a los mandos (o en algún otro asiento).
Cómo amablemente me hacen ver algunos de mis lectores, es mi obligación mencionar también lo que no me gusta. En este caso son dos detallitos. Uno el diseño de los pilotos traseros inferiores (desmerecen en mi opinión el resto del magnífico trabajo realizado) y la llave. No creo que sean muchos dólares de ahorro y sería relativamente fácil darle mucha más calidad a tan valioso e importante elemento del auto en nuestro día a día.
Este Sienna que probé tiene un precio de 40.448 dólares (hay que añadir siempre dealer fee, placas e impuestos). Imposible no compararlo con precios de autos “Premium” familiares mucho más pequeños y con menos servicios a su disposición. Una ganga vaya, aunque le cueste póngalo en su cesta de decisión la próxima vez que tenga que pensar en un auto para toda la familia.
En conclusión
Pudiera parecer una obviedad, pero no existe mejor tipo de autos para viajar cómodamente (y si quieren también aprisa) que un minivan. La lucha entre los tres mejores de este segmento: Toyota Sienna, Honda Odyssey y Town & Country promete ser despiadada, pero pienso que el título se quedará en manos de algún fabricante del lejano oriente.
