Mauricio Ochmann es de los actores que prefiere mantener al margen su vida privada y alejarla de los reflectores. Sin embargo, una entrevista que ofreció hace dos años cobró relevancia recientemente porque desvela las situaciones más adversas que enfrentó de niño, época en la que sucumbió ante el alcoholismo.
El pasado de Mauricio Ochmann fue convulso, nacido en Washintong D.C, abandonado por su madre y adoptado por mexicanos, su vida fue una montaña rusa desde el inicio. Un proceso de adopción tras otro, bullying en la escuela y una vida familiar complicada lo pusieron frente a una situación inusual para un niño.
Desde los ocho años edad comenzó a transitar un camino oscuro cuando inició su vicio con el alcohol, algo que culminó dos décadas después en una clínica de rehabilitación y con el hallazgo de paz y serenidad con el que logró convertirse en lo que más deseaba, ser un padre amoroso.
“Toda la infancia y la adolescencia estuvo difícil. Tengo muchos esqueletos y fantasmas adentro. Como a los ocho años se me cruzó una cerveza enfrente. Para todo este mundo que estaba viviendo me cayó de perlas. Amortiguaba el dolor”, explicó en la entrevista.
La complicada vida que vivía Mauricio Ochmann con el alcoholismo tuvo un alto cuando el actor decidió que su situación podría ser diferente. “Fue creciendo hasta que llegó un momento en el que tuve que levantar la mano y pedir ayuda porque estaba ya en un camino de excesos y de una muerte lenta inconsciente”.
“Me duró hasta los 28 años, una adolescencia tardía. A los 28 fue cuando levanté la mano. Lorenza, mi primer hija, ya había nacido y eso me revolucionó mucho y me sacudió”, contó el ex esposo de Aislinn Derbez.
“Me interné en una clínica. Le pedí ayuda a un buen amigo. Desde allá hasta el día de hoy te puedo decir que esto es vida. Me estoy convirtiendo en el ser humano que quería ser y que soñaba, El papá que es responsable. Rescaté esa esencia desde niño”, reveló el actor.
FUENTE: Con información de varios medios.