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MIAMI.- Era la 1:22 am del jueves 24 de junio de 2021 cuando un escalofriante crujido derribó una buena parte del edificio de 12 plantas Champlain Towers South, en la localidad de Surfside, al norte Miami Beach. Y con ello, el derrumbe se llevó la vida de 98 personas.
No se trató de la inclemencia del tiempo ni de un acto terrorista. Un año después miles de voces siguen preguntando qué sucedió y por qué.
En principio, todo el equipo de bomberos y rescate del condado Miami-Dade y localidades adyacentes acudió al lugar para dar una mano y salvar la vida de quienes se creían atrapados entre los escombros.
Con imágenes espeluznantes, que mostraban rescatistas trabajando contra reloj, sin prácticamente descansar, y la presencia de autoridades locales y estatales que trataban de calmar los ánimos de familiares y prensa, los días trascurrieron hasta dar el paso final de suspender la búsqueda.
El saldo: 98 muertos, cuatro personas fueron rescatadas de los escombros, pero una murió a causa de las heridas poco después de llegar al hospital. Otras once resultaron heridas.
Seguridad
El desplome de la edificación, que fue construida en 1981, puso en tela de juicio el sistema de verificación y construcción frente al mar, donde se encontraba el condominio.
La existencia de grietas en la base de la edificación y la probable afluencia de factores salinos procedentes del mar pudieron haber afectado la estructura.
En aquellos días, los propietarios del inmueble debatían la necesidad de acumular 15 millones de dólares para realizar reparaciones.
De los 99 apartamentos que conformaban la edificación, 55 sucumbieron la madrugada del 24 de junio. El resto fue demolido la noche del 4 de julio.
Según el portal de bienes raíces Realtor.com en Internet, los valores de las propiedades en el mercado inmobiliario oscilaban entre 405.000 y 1.2 millones de dólares entonces.
Rápidamente surgió la reclamación de mejorar la ley de inspección, cuando solo los condados Miami-Dade y Broward, de los 67 que conforman el estado, tenían regulaciones para la recertificación de condominios.
Todo parecía indicar que la muerte de 98 personas sería la gran prioridad, pero el Congreso estatal de Florida fracasó y más tarde tuvo que convocar una reunión extraordinaria para gestionar la nueva ley de protección.
Entretanto, supervivientes y familiares de las víctimas del derrumbe fueron adjudicados al menos 997 millones de dólares tras un acuerdo judicial con las partes involucradas.
Otros 100 millones serían añadidos.
"Ninguna cantidad de dinero será suficiente para compensar. Esperamos que el cierre del capítulo legal de esta catástrofe traiga a las víctimas cierto consuelo", declaró el abogado Harley S. Tropin.
Nueva ley
El Congreso estatal finalmente pudo ponerse de acuerdo y adoptar una ley que requiere la recertificación a los 30 años de vida, o 25 años si el edificio está dentro de tres millas (cinco kilómetros) de la costa, y cada 10 años a partir de entonces.
La nueva ley requiere que las asociaciones de condominios tengan suficientes reservas para pagar reparaciones importantes y realizar un estudio de las reservas cada década.
También requiere que las asociaciones de condominios proporcionen informes de inspección a los propietarios, y si se necesitan reparaciones estructurales, el trabajo debe comenzar dentro de un año del informe.
Investigación
La investigación sobre las causas del derrumbe continúa. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST en inglés) anunció que la pesquisa avanza hacia una fase concluyente.
La nueva etapa investigativa del cuerpo federal implica analizar muestras de materiales extraídos del edificio derrumbado.
De esta manera, cantidades específicas de hormigón serían perforadas y analizada en laboratorios para determinar la fortaleza o el desgaste de los materiales.
“Este es un paso importante de nuestra indagación, que podemos dar solo después de meses de cuidadosos estudios y preparación”, señaló Glenn Bell, colíder de la investigación.
Las nuevas pruebas ayudarán a los expertos a encontrar fallas potenciales en los elementos estructurales del edificio de 12 pisos, observar distintas características de los materiales, como la densidad, el nivel de porosidad y si hubo corrosión.
Un año después
La vida en Surfside volvió lentamente a la normalidad, pero marcada para siempre por la tragedia.
“Lo superas. Vives tu vida. Pero creo que todos, de una manera u otra, lidiamos con los efectos”, declaró Matilde, quien vive junto a su esposo Armando en uno de los condominios de Collins Avenue.
Ninguno de los dos ha recuperado la sensación de seguridad que solían tener antes del derrumbe de la Champlain Towers South.
El edificio donde viven tiene 31 años de vida y esperan que pronto comience el proceso de inspección, recientemente adoptado por el estado.
Entretanto, Matilde, su esposo y miles más evaden transitar por la calle donde estuvo la Champlain. “Prefiero no mirar. Ahí está el hueco aun”, subrayó.