jueves 28  de  marzo 2024
Especial Eduardo Padrón

Alejandro Ríos: "Se planteó que Miami es un nicho que hay que explotar en términos culturales"

Sobre el aporte y la importancia que MDC ha tenido en la educación y la cultura de Miami-Dade, y el peso de Padrón en ese aporte e importancia, "podemos decir que Miami Dade College es él"
Por JESÚS HERNÁNDEZ
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Corría el verano de 1992 cuando Alejandro Ríos conoció a Eduardo Padrón, quien era en aquel momento el rector, o presidente como acostumbramos a decir, del Wolfson Campus, del entonces Miami Dade Community College.

Ríos había acabado de llegar a Miami, tras cruzar, literalmente, el río Grande. “Mojado totalmente, no solo la espalda, con mi esposa”, recordó, y tuvo lo que asegura que fue “un golpe de suerte” porque cree mucho en la suerte, “y comencé a trabajar como uno de los asistentes de Padrón”.

“Desde ese día”, aseguró Ríos, “surgió una relación de respeto, de reconocimiento. Por supuesto, yo era el alumno y él era el mentor. Yo era el que tenía que aprender qué es esta sociedad, y con quién mejor que con una persona que la conocía y la conoce al dedillo”, reconoció.

Y con el paso de los meses y los años, el Miami Dade Community College creció aún más y pasó a llamarse Miami Dade College (MDC) y Ríos se dio cuenta de cuánto aprendía a diario.

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<p> Alejandro Ríos. </p>

Alejandro Ríos.

“Uno aprende mucho solamente observándolo. Mirando cómo Padrón interactuaba con todos los empleados. Siempre dando las gracias. Los jefes generalmente no dan las gracias y él siempre se muestra agradecido por la acción más pequeña”, reflexionó.

Más tarde, Ríos pasó a ocuparse de las relaciones con la prensa en español, ya que, como propuso Padrón, “MDC tiene que tener una plaza dedicada a la atención de los medios de comunicación en español, en una ciudad que tiene radio, televisión y prensa plana en español”.

Sobre el aporte y la importancia de MDC en la educación y la cultura de Miami-Dade, y el peso de Padrón en ese aporte e importancia, Ríos parafraseó al novelista francés Gustave Flaubert: “Vamos a decir como dijo Flaubert ‘Madame Bovary soy yo’ y Padrón puede decir 'MDC soy yo'. No lo va a decir nunca. Pero, absolutamente, Miami Dade College es él”, precisó.

Ríos insistió en que Padrón pudo haber hecho como hacen otros rectores, presidentes de universidades, que se conforman con ser uno de los mejores.

“Con solo eso, ser uno de los mejores, ya hubiera quedado inscrito en la historia. Pero hizo mucho más, sobre todo en dar oportunidades. Y como él mismo dice, las demás universidades escogen, discriminan, pero MDC no. Y lo planteó así porque es un humanista, con el concepto de puertas abiertas para todos”.

Hay quien dice que MDC no se limitó a educar en sus aulas y que salió al ruedo, en forma de libros, cine, teatro y artes plásticas, a formar e ilustrar a quienes se le acerquen.

“Apostó por esta comunidad tan diversa, llena de nacionalidades y talento, donde el español prima. Padrón dijo: ‘Esto es un nicho que hay que explotar en términos culturales’, desde la feria del libro, el teatro, exposiciones de artes plásticas hasta el festival de cine, son maneras pedagógicas de llegar a la sociedad”.

Por eso, imaginamos que un médico, un arquitecto, un empresario, una ama de casa, que no haya tenido la oportunidad “de ver una buena película, de leer un buen libro o admirar una exposición de arte o una obra de teatro, de pronto pueda hacerlo en uno de los espacios habilitados por MDC”. Eso motiva, va haciendo más grande a la gente.

A esto sumamos el respeto de Padrón por el idioma. “No hay un documento en MDC donde su apellido no esté acentuado. Y si no lo está, pide que lo acentúen. Eso, en un lugar como Miami, donde muchos omiten esa regla, dice mucho del respeto que él siente por el idioma”, aseguró.

¿Anécdotas? “Muchas, sobre todo que tengan que ver con la perfección. Pero recuerdo una muy especial. Padrón se aprestaba a recibir al presidente Barack Obama y cuando caminaba por un pasillo del college rumbo a él, paró a contestar el saludo y la pregunta de una amiga. Obama estaría esperándolo, pero él no dejó de atender a esa persona. Lo hizo porque consideró que esa persona merecía todo el respeto del mundo, tanto como el presidente que lo esperaba. Creo que ahí está Padrón”.

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