jueves 28  de  marzo 2024
Tallahassee

Aspirante a gobernador de Florida dice que no será rehén de la industria azucarera

Thomas Christopher King es un abogado demócrata que busca la nominación de su partido a la gobernación de Florida y dice que, de lograrlo, se enfrentará "de manera valiente" a uno de los sectores que más daño le ha hecho al medio ambiente: la industria azucarera
Diario las Américas | SERGIO OTÁLORA
Por SERGIO OTÁLORA

MIAMI.- Si el electorado y la suerte estuvieran de su lado, Thomas Christopher King se convertiría en el gobernador más joven de la Florida en la era moderna.

Nació en Orlando, hace 38 años, es abogado egresado de la Universidad de la Florida (UF), hizo sus cuatro años de pregrado en la Universidad de Harvard, y dentro de los candidatos a la gobernación por el Partido Demócrata, es uno de los menos conocidos, según las encuestas.

Tiene tres hijos, dos niños y una niña. Su esposa –Kristen– la conoció cuando ella tenía quince años. Fueron novios en la secundaria y han formado una familia bajo los valores cristianos.

Se considera un empresario progresista, amigo de los sindicatos, de las pequeñas empresas, y se ve a sí mismo como el único candidato que, en los últimos veinte años, se enfrenta “de manera valiente” –según lo afirmó– contra lo que considera uno de los sectores que más daño le ha hecho al medio ambiente: la industria azucarera.

Por sus palabras contundentes, parece que hubiera escogido un enemigo poderoso contra el que quiere enfrentarse. “Creo que en cuanto al medio ambiente, las fuentes de agua y el incremento del nivel del mar, muchos de los problemas que no hemos sido capaces de resolver se han empeorado por los obstáculos físicos y políticos impuestos por los azucareros”.

Aclaró que no se trata de “vilipendiar” a las empresas o industrias sino de trazar una especie de línea roja, “como gobernador no seré rehén ni recibiré dinero de esa industria”.

Cree que esa es la manera de separarse del resto de la manada, la que promete, en cada elección, que no obedece a los dictados de los intereses creados ni al dinero de los grandes tiburones.

-Usted está hablando de la industria azucarera, ¿Pero qué posición tiene frente a un monopolio como lo es FPL (Florida Power & Light), que está pidiendo subir las tarifas después del impacto del huracán Irma. ¿Qué piensa de eso?

Por eso es que se necesita un gobernador demócrata porque mucha gente ha perdido la confianza en Tallahassee, que ahora está en manos de un solo partido [Senado y Cámara son de mayoría republicana]. Es un problema que un solo partido esté al mando del Estado, sea demócrata, republicano, liberal o conservador. Y creo que a los votantes les preocupa qué puede pasar con los cobros de FPL por Irma. No confían en que sus intereses han sido tenidos en cuenta en relación con los de las empresas de energía. Voy a tratar de desarrollar la mejor relación posible que me permita negociar con esas compañías. Estoy compitiendo y voy ganar porque los votantes no sentirán que me he vendido a una corporación.

-¿Cree que es posible echar para atrás, en un momento dado, una ley de educación aprobada por la pasada sesión legislativa del congreso estatal que, según sus críticos, le quita millones de dólares a las escuelas públicas?

Para mi esa ley 7069 [aprobada a principios de 2017] es una de las peores iniciativas en educación de las últimas décadas. No sólo por lo que contiene sino como fue creada, en secreto, sin transparencia. Si hubiera sido el gobernador la habría vetado rápidamente. Para mí el mayor problema con esa ley es que pone a competir a los chárter schools (escuelas por concesión) y a los colegios del sistema público por el presupuesto destinado a ese rubro. A los distritos escolares se les está robando los recursos en momentos de gran necesidad. El gobernador Rick Scott debiera liderar el apoyo a la educación pública, esa debiera ser una de sus tareas.

-¿Pero en concreto cómo echar para atrás esas políticas educativas consideradas nocivas?

Una de las cosas extraordinarias de la posición de gobernador es que cada año puede ser un factor de cambio cultural. Tiene un enorme poder para establecer el presupuesto y asegurar qué puede y qué no puede haber dentro del mismo. En relación con las políticas educativas hay ideas que no me gustan pero que tienen que ser financiadas año tras año. Seré un gobernador que se asegurará de que eso no pase. Que estimule a los jóvenes a que sean maestros, a valorar esa profesión. Que desarrolle una buena política educativa que apoye a los maestros. Tengo la oportunidad, cada año, de asegurar que el presupuesto dé valor y prioridad a la educación.

-Florida es uno de los estados donde hay el mayor número de votantes a quienes no se les permite votar, y también donde se han manipulado los distritos electorales a favor de un partido, dos caras de una misma moneda. ¿Qué piensa de eso?

-Soy el candidato mejor preparado para luchar contra esa manipulación de los distritos electorales a favor de un partido. Mi padre, David King, lideró la iniciativa llamada “Distritos Justos”, creó un panorama mucho más diverso. De hecho Anette Taddeo, que ganó hace poco una gran elección, fue una silla producto de esa iniciativa. En cuanto a la obstaculización del voto, he sido el único candidato que desde el día número uno dijo que 1.6 millones de floridanos, en todo el estado, de todas las procedencias y experiencias, se les han quitado sus derechos civiles. Seré el candidato que hará todo lo que esté en su poder para asegurar que esa situación se resuelva.

-¿Cómo hacer, en ese sentido, para que un nuevo gobernador (republicano o demócrata) no deshaga todo lo que hizo o trató de hacer su antecesor?

Tengo un plan para los votantes, es muy simple, quiero que el mayor número posible de personas pueda ir a las urnas. Quiero hacer ese proceso más asequible y fácil, a través de todo el estado. Lo que hemos visto en los últimos veinte años es que el gobernador ve cualquier oportunidad para hacer del voto un proceso más complicado. Y muy a menudo han sido muy exitosos en la negación del voto. Ya sea que hablemos de las máquinas de votación, del registro de electores, del restablecimiento del derecho al voto para los exconvictos, o del registro de votantes el mismo día de la votación, éstas son buenas ideas que hay en otros estados y se pueden implementar en la Florida. Por eso se necesita un gobernador demócrata.

-¿Cuál piensa que la clave para conquistar la mente y los corazones de los desencantados que votaron en Florida por Donald Trump?

Creo que tiene que ser un mensaje económico. Obtenemos la victoria cuando ganamos el debate económico. Creo que será positivo para la economía tener a un gobernador demócrata. Hay una tonelada de evidencias que lo sugieren. Los que votaron por Trump lo hicieron porque tenían ansiedades muy reales sobre su futuro. No veían un futuro más positivo que su pasado. Lo que sugiero es hablar de vivienda, los primeros cuatro años de universidad gratis, acceso a los pequeños negocios, estas son herramientas que producen entusiasmo sobre el futuro de la gente. Y cuando pasa eso, ganamos elecciones.

¿Cree que la correlación de fuerzas en Florida podría cambiar por el influjo masivo de puertorriqueños?

No puedo decir de antemano si ellos votarán por demócratas o republicanos. Voy a trabajar muy duro para asegurar de que ellos voten por nosotros y por nuestra capacidad de cambiar el futuro del estado. Creo que nuestras ideas en realidad importan, ese ha sido el centro de nuestra campaña en el sur y centro de la Florida, donde se localiza el grueso de la comunidad latina. Quiero que la comunidad sienta que soy su defensor. El tema número uno, sea cubano, puertorriqueño, venezolano, colombiano, o dominicano, ha sido las oportunidades económicas.

-El gobernador Scott ha hablado de sanciones contra Venezuela ¿Qué cree al respecto?

El gobernador tiene la responsabilidad y la plataforma para hablar de asuntos humanitarios y crisis de Latinoamérica y el mundo. Por eso un gobernador puede hablar de huracanes en Puerto Rico, o hambrunas y fascismo en Venezuela. Eso es lo que ha tratado de hacer el gobernador Scott, de señalar desafíos y problemas.

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