MIAMI.- En medio de un ambiente que el congresista Carlos Curbelo califica como “favorable”, el representante federal por el distrito 26 presentó un proyecto de ley para restringir la ayuda económica a cubanos en EEUU, que fue aceptada en su primera fase y será discutida próximamente por un comité especializado.
En términos generales, si la iniciativa del representante es aprobada posteriormente por el Congreso, otorgaría beneficios económicos sólo a refugiados y asilados, al mismo tiempo que responsabilizaría al Gobierno federal del cumplimiento de las regulaciones.
Basado en “el abuso de los fondos federales que produce un apéndice de la ley Refugee Education Assistance Act de 1980”, que otorga ayuda monetaria a todos los inmigrantes cubanos considerados asilados, el congresista republicano propuso “regular los beneficios económicos de la Ley de Ajuste Cubano, a quienes puedan probar ser refugiados o perseguidos políticos”. Nada más.
Curbelo dijo que desde su introducción al Congreso, la “Ley de Oportunidades de Empleo para los Inmigrantes Cubanos” ha recibido “un importante apoyo” de los miembros del Congreso y de las comunidades del sur de Florida. De hecho, según dijo, la propuesta tiene 125 patrocinadores en la Cámara de Representantes.
De acuerdo con Curbelo, la legislación radicada en el cuerpo legislativo federal tiene el apoyo de miembros del Congreso de todas partes del país, que representan muy diversos distritos.
“Me complace haber alcanzado este hito en la legislación bipartidista para impulsar una propuesta que busca asegurar que los cubanos al salir de la isla, escapando de la dictadura represiva de Castro, están protegidos, pero garantizando, al mismo tiempo, que no se puede abusar de la generosidad de los Estados Unidos”, señaló.
Para el representante del sur de la Florida, no está bien que algunos cubanos continúen recibiendo beneficios de Estados Unidos, destinados a ayudar a los refugiados, incluso después de haber regresado a vivir a Cuba de forma permanente o temporal.
Curbelo aclaró que su propuesta no busca cortar “toda la ayuda”, y explicó que los cubanos podrían seguir llegando a los Estados Unidos, y lograr “el privilegio” de tener un permiso de trabajo, pero lo que se busca es “darle la ayuda a quien realmente lo merece”.
“Hace daño a la familia”
Entre tanto, el excongresista y candidato demócrata al Congreso Joe García, rival de Curbelo en las próximas elecciones del 8 de noviembre, cuestionó los alcances de la propuesta del representante republicano.
A juicio de García, “esto es solamente otra política más de Curbelo, que intenta hacerles daño a las familias del sur de la Florida”.
Opinó que esta parte de los Estados Unidos “es la comunidad vibrante que es hoy precisamente por las personas que vienen aquí en busca de una vida mejor para sus familias, y nuestra comunidad está mejor gracias a su aporte”.
Aunque está de acuerdo con sancionar a aquellos que han abusado de la Ley de Ajuste Cubano, el político cubanoamericano aseguró que la “retórica” de acabar con ella es “irresponsable” y, además, ha aumentado el éxodo masivo.
El excongresista dijo que centros urbanos como Miami acogen gran cantidad de hispanos, no solo cubanos, que son obreros, o personas de clase media o ejecutivos que “están cambiando para bien el contexto de Estados Unidos”.
García, que en 2013 lideró el proyecto de reforma migratoria en la Cámara de Representantes, estancado por la oposición de la mayoría republicana, afirmó que el Distrito 26, “en el que me crié y he vivido toda mi vida”, refleja el futuro de la nación.
“No es buena”
En opinión de Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, la iniciativa podría convertirse en una nueva carga para los gobiernos locales que tendrían la obligación de asumir el costo que representa a una persona recién llegada al país el proceso de adaptación.
Para el activista, la propuesta de Curbelo le quita una responsabilidad al Gobierno federal y se la traslada a las arcas de gobiernos municipales que, acorde con sus planteamientos, podrían ser el “único camino” para pedir ayudas de los cubanos que lleguen después de que la nueva ley eventualmente entre en vigencia.
“Al quitar las ayudas al cubano que llega, este se va a encontrar sin ningún amparo, lo que contribuye a destruir la familia cubana durante los primeros meses, o colgarse de otros familiares que a lo mejor no están en condiciones adecuadas para brindar su ayuda”, afirmó.
Sin embargo, Sánchez recalcó que es “importante y muy necesario” que las autoridades investiguen el fraude o el abuso que “algunas personas puedan estar cometiendo con ese tipo de ayudas”. Y acotó: “A eso nadie debe oponerse”.