MIAMI.– El cierre del gobierno federal, que comenzó la madrugada del 1 de octubre, genera ya efectos significativos en el estado de Florida, donde unos 95.000 trabajadores federales enfrentan la suspensión de sus salarios y millones de residentes ven amenazados servicios clave.
Esta paralización, la primera en casi siete años, se produjo a raíz de un profundo desacuerdo presupuestario en el Congreso que mantiene en vilo la continuidad de programas de salud, asistencia alimentaria y operaciones en aeropuertos.
Primeros afectados
El impacto más directo recae sobre la fuerza laboral del nivel federal en el estado. Los empleados considerados "esenciales", como el personal de TSA en los aeropuertos de Miami y Orlando, agentes fronterizos y personal militar en bases como MacDill, deben continuar sus labores sin recibir compensación económica hasta que se resuelva la disputa.
Para mitigar la situación, los trabajadores suspendidos pueden solicitar beneficios de desempleo a través del programa específico para empleados federales (UCFE), con gestiones disponibles por vía telefónica o en el portal floridajobs.org. Mientras tanto, organizaciones como United Way Suncoast en Tampa ya preparan planes de ayuda y distribución de alimentos.
Servicios de salud
Aunque los programas de Medicare y Medicaid mantienen sus operaciones gracias a que su financiamiento está garantizado por ley, los beneficiarios podrían experimentar demoras en citas médicas. La razón es una reducción del 41% del personal en el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
La mayor amenaza recae sobre los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), en el que Florida tiene alrededor de 4.7 millones de inscritos y es el estado líder en este mercado.
Asistencia alimentaria
La situación es especialmente crítica para el programa WIC, que asiste a 417.000 mujeres, infantes y niños en Florida. Las autoridades advirtieron que sus fondos podrían agotarse en una o dos semanas si no se alcanza un acuerdo presupuestario.
Por su parte, el programa SNAP de cupones de alimentos garantiza los beneficios de octubre, ya que se cargan por adelantado, pero su continuidad en los meses siguientes queda en duda si la parálisis gubernamental persiste.
Esta vulnerabilidad afecta directamente a las familias de más bajos ingresos del estado.
Transporte y turismo
Los principales aeropuertos del estado, como los de Miami y Orlando, mantienen sus operaciones, pero bajo una creciente presión.
La principal preocupación es el posible ausentismo del personal de TSA, que trabaja sin sueldo, lo que podría generar largas demoras en los controles de seguridad, como ya ocurrió en el cierre de 2018.
Asimismo, los 11 parques y refugios nacionales de Florida, incluidos los Everglades, permanecen parcialmente abiertos, pero con servicios muy reducidos.
En última instancia, la falta de un acuerdo político no solo profundizaría la incertidumbre para miles de familias, sino que también pondría a prueba la resiliencia de los servicios esenciales de los que dependen millones de floridanos.