@jpernalete
Alejandro Álvarez, el conductor que presuntamente atropelló a un ciclista cuasándole la muerte en la madrugada del miércoles en el puente de Key Biscayne, se encuentra en libertad bajo fianza después de pagar 38.500 dólares, pese a que sobre él pesan cuatro cargos criminales, entre ellos el de haber abandonado la escena del accidente con personas lesionadas.
Además, de acuerdo con el documento de arresto del Departamento de Policía de Miami-Dade, Álvarez, tenía un “fuerte aliento a alcohol” luego de regresar a la escena del accidente, después que huyó inicialmente de la escena, según uno de los oficiales que estuvo presente en el lugar del suceso.
El accidente causó la muerte de Walter Reyes, de 49 años, cuya bicicleta presentó una notable abolladura en la rueda trasera provocada por el impacto del automóvil. El fallecimiento de este hombre que se desempeñaba como agente de bienes y raíces deja desprotejidas a una esposa y dos hijas.
Según la declaración de Álvarez ante las autoridades, esa madrugada compartió con amigos en un club de Miami Beach hasta las 2:45 de la mañana, hora en la que asegura que después partió del lugar junto a sus compañeros para llevarlos a sus respectivas residencias. Después de eso, regresó al local nocturno para continuar disfrutando hasta las 4:30 AM aproximadamente.
A esa hora fue que el estudiante de la Universidad de Maryland de 21 años emprendió camino a la residencia de sus padres, localizada en el exclusivo cayo. Relató a los detectives que en la curva cerca del 6000 block de Crandon Bolulevard, el individuo se salió del camino al cambiar una canción que sonaba en su teléfono conectado al vehículo, atribuyendo este supuesto descuido como causa del choque contra los ciclistas.
Aparentemente la recomendación de su madre fue lo que le hizo regresar 20 minutos después al lugar que había abandonado tras el fuerte impacto.
“Fui yo, yo soy el que está involucrado en el accidente, estaba asustado y huí”, fueron las palabras del joven al dirigirse al oficial encargado de la escena del crimen.
El agente destacó en el informe que al momento de entrevistarse con el sospechoso, expelía un “un fuerte aliento a alcohol” y que además de tener los ojos enrojecidos, tenía dificultad para hablar y lloraba de manera histérica.
Al preguntársele si estaba ingiriendo bebidas alcohólicas, Álvarez dijo que no pero se negó a que le realizaran de una prueba de sangre para proseguir con la averiguación. El carro que arrolló a los deportistas y cuya matrícula está registrada a nombre del padre del joven, presentó daños en el parabrisas, en el parachoques delantero y en una de las puertas.
