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MIAMI.- La realización de construcciones adicionales en viviendas y locales comerciales, desde el aparente simple cambio de ventanas y la instalación de aire acondicionado central hasta la adición de una habitación, requiere el cumplimiento de normas de seguridad que son regidas por las autoridades locales, y el desobedecimiento puede acarrear serias sanciones que afectarían el bolsillo y el bienestar de la propiedad.
Así lo expuso la funcionaria pública Claudia P. Elorza, supervisora del Departamento de Construcción de la Ciudad de Miami, durante una entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, en la que saltaron preguntas sobre construcciones, permisos y qué hacer para evitar penalidades.
De hecho, la ley de Florida requiere obtener un permiso municipal o condal, según la jurisdicción donde se encuentre la propiedad.
En Miami, ahora, “gracias a las nuevas tecnologías, podemos solicitar el permiso y la inspección por Internet y así evitar tener que ir a la oficina y esperar ser atendido”, planteó la supervisora, que atiende al público el segundo martes de cada mes en West End Park, 6030 SW 2nd Street, y el cuarto en Coral Gate Park, 1415 SW 32 Avenue, de 9am a 5pm, para explicar qué hacer y cómo hacerlo.
Otras jurisdicciones, como Hialeah, Miami Beach o Coral Gables, así como territorios administrados directamente por el Condado Miami-Dade, por ejemplo, Kendall, Fontainebleau o Westchester, requieren procedimientos diferentes.
Si reside en la Ciudad de Miami, visite en Internet el portal Miamigov.com, haga clic en Get / Manage a permit, que significa en español ‘consiga o procese un permiso’.
Una vez allí, debe crear una cuenta (expediente) en la casilla iBuild Portal, con su correo electrónico email y la contraseña que usted seleccione.
Luego, entre a la casilla ePlan/ProjectDox, donde abrirá su expediente y proveerá la información requerida sobre materiales de construcción y el plano solicitado, según el caso.
De esta manera, la solicitud “es atendida por varios departamentos, según la obra presentada, y así pasa de uno al otro para ser analizada y hacer cumplir los requerimientos necesarios: construcción, zonificación, etc.”, explicó Elorza.
Es aquí cuando el solicitante debe tener paciencia y esperar la respuesta de cada una de las autoridades implicadas en la autorización, sean comentarios o solicitudes de más información, hasta recibir el ansiado OK, pagar la tarifa requerida, según el valor o coste de la propuesta, para comenzar la obra.
El trámite puede demorar, acorde con la obra presentada, tres, cuatro, ocho semanas o más.
Asimismo, la obra requiere inspecciones sistemáticas, según sea el caso, para obtener el ‘visto bueno’, o no, para continuar.
En el caso de construir un estacionamiento en el frente de casa, también hay regulaciones.
“Tener zona verde es necesario porque así la lluvia drena y evitamos inundaciones. Por eso, existe la regulación de un mínimo de 30% de hierba en el frente de la casa. No se puede cubrir todo el espacio con cemento”, acentuó la supervisora de obras de Miami.
Hay constructores, personas o firmas que empleamos para construir un estacionamiento, que sugieren no pedir permiso, lo que podría ocasionar una multa cuando menos.
Otros piden el permiso precisado y cumplen a primera vista con mantener el 30% de hierba requerido, pero después, cuando la obra recibe el visto bueno final de la municipalidad, el constructor regresa para cubrir de hormigón el área verde requerida.
“Eso también es penalizado”, acentuó.
Si no obtiene el permiso de construcción que pide la ley, algún día la liebre puede saltar, sea a la hora de pedir una autorización o vender la propiedad.
“Si el plano oficial muestra que una casa tiene 1.500 pies cuadrados y luego se detecta que tiene 200 más, eso significa que hizo algo sin permiso y le exigirán ‘legalizar’ la construcción adicional con el pago de una multa, que puede crecer mientras no la pague, además de la inspección requerida que, si detecta fallos (cosas mal hechas), podrían pedirle repararlas o deshacerse de la adición”, explicó la funcionaria pública.
La multa, que pudiera comenzar en unos 500 o 1.000 dólares, sube de valor por día mientras no se pague. “Hay casos en que la penalidad acumulada llega a superar el valor del inmueble”, destacó Elorza.
También están los casos de personas que compran propiedades en efectivo, sin la intervención de una entidad financiera que vele por la legalidad del inmueble, y no saben que hay cosas mal hechas, sin los permisos requeridos, y ante la ley quien compra es responsable de las irregularidades.
En ese caso “es importante realizar una investigación de la propiedad (lien or violation search). He visto situaciones difíciles, como personas comprando una casa por 175.000 dólares y más tarde encuentran que tienen una deuda acumulada por irregularidades de 900.000 dólares”, argumentó.
Además, en Miami hay otros permisos requeridos, como podar o cortar un árbol, donde no afecte el medio ambiente. Esa autorización cuesta 12 dólares, pero hacerlo sin permiso conlleva a una multa de 1.000 dólares.
Son muchos los que desconocen el peligro que corren si realizan una construcción sin los permisos requeridos por la ley.
“Son problemas que, a la larga, saltan y pueden ser extremadamente costosos”, señaló el comisionado de Miami Manolo Reyes”.
Los códigos de construcción “no existen por capricho. Existen para proteger a las personas que habitan en ese lugar, porque puede venir un ciclón y se puede derrumbar el techo, una pared y causar muertes”, subrayó Reyes.
Por ello, tras el paso del huracán Andrew en 1992 los códigos de construcción fueron fortalecidos.
“Ahora podemos ahorrarnos ir a la oficina y la espera porque podemos pedir los permisos por Internet desde la comodidad de una computadora”, recalcó.