MIAMI- DANIEL CASTROPÉ
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@danielcastrope
Seis mujeres fueron detenidas en esa ciudad como parte de una operación especial encubierta que la Policía mantiene en silencio
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Como parte de una operación encubierta que mantienen en completo hermetismo, la Policía de Hialeah asestó un duro golpe a varios centros de masajes que venían operando bajo parámetros de ilegalidad.
Resultado de una investigación periodística realizada por DIARIO LAS AMÉRICAS y nuestro socio informativo, TELEMUNDO 51, logramos establecer que el miércoles 17 de febrero la Policía allanó tres locales de masajes, que posteriormente fueron cerrados tras comprobarse que estaban incurriendo en severas irregularidades.
De acuerdo con información de récord público a la que ambos medios tuvimos acceso, seis mujeres fueron capturadas por agentes del Departamento de Policía de Hialeah, quedando a disposición de una jueza que determinará los cargos que se presenten contra las implicadas.
Los documentos oficiales permiten establecer que las seis mujeres venían realizando labores como terapistas sin contar con las licencias pertinentes, conforme a las leyes que regulan esta actividad en el estado de la Florida.
Las detenidas como resultado de la operación policial, que se ha manejado con extremo sigilo, comparecieron este jueves en una corte de fianza, en donde la jueza del caso les formuló acusaciones por prestar un servicio de forma ilegal.
El operativo
Según fuentes oficiales, las unidades asignadas a la operación encubierta llegaron a cada uno de los establecimientos situados en diferentes puntos del municipio de Hialeah, haciéndose pasar como “clientes en busca de masajes relajantes”.
Uno de los centros que fue cerrado, está situado en el 2350 y la calle 84 del oeste de Hialeah y, de acuerdo con informaciones obtenidas, en ese lugar, los policías vestidos de civil realizaron la captura de cuatro mujeres identificadas como Metteto Zhang, Paula Andrea Mejía, Nirania González y Miriela González.
Vecinos de ese local comercial dijeron que ninguna de las mujeres opuso resistencia al momento del arresto cuando fueron esposadas y conducidas hasta los vehículos oficiales. El propietario de una joyería contigua hizo un video con su teléfono celular que supuestamente registra parte de la operación, pero se negó a compartirlo con la prensa.
Casi al mismo tiempo, la acción encubierta de las autoridades se trasladó a otro establecimiento que ofrecía “relax”, ubicado en el 6500 y la avenida 4 del oeste de Hialeah, en donde las unidades policíacas procedieron a dar captura a una mujer, que solo fue identificada como Luz Marina.
El mismo miércoles, la Policía realizó la intervención de otro negocio, de las mismas características que los anteriores, en el 556 de Hialeah Drive. Allí, según los documentos oficiales que forman parte de la investigación periodística, los detectives asignados al caso aprehendieron a una mujer identificada como Tu Xiaoyum.
En todos los casos, los agentes pudieron constatar que las presuntas terapistas no contaban con las licencias necesarias. Según trascendió, algunas de ellas tuvieron esos permisos en el pasado, pero al momento de la acción policial se encontraban vencidos.
De acuerdo con documentos de la Corte, las mujeres capturadas tendrían que pagar fianzas que superan los 7.000 dólares para recuperar su libertad.
Un mar de denuncias
Algunas de las denuncias que hemos podido conocer sobre el servicio prestado en algunos de esos establecimientos rebasan los límites de una simple sesión de masajes corporales.
Un antiguo funcionario del ayuntamiento de Hialeah, consultado acerca de este tema, manifestó su preocupación por el auge que está tomando este tipo de negocios, que, según dijo, “cruzan la delgada línea entre lo que es un masaje terapéutico y un acto que se puede catalogar como propio de la prostitución”.
La fuente, que pidió permanecer bajo anonimato, reveló que en la operación del cuerpo policíaco de Hialeah, el miércoles pasado, habrían sido nueve los negocios “visitados” y solo se procedió al cierre de tres de los mismos.
“Aquí hay algo que huele muy mal y lo que no entiendo es por qué la Policía ha guardado tanto hermetismo sobre una acción que deberían mostrar como un ejemplo para otros departamentos policiales del Condado”, afirmó la fuente.
Al respecto, un vecino de uno de los establecimientos cerrados por las autoridades, que se dedica la venta de planes de televisión satelital, apuntó “todo el mundo en el shopping sabe qué es lo que se hacía ahí, pero nadie hacía nada por evitarlo, hasta ahora que lo sellaron”.
La queja del “buen samaritano”, que también pidió mantener su identidad en reserva, es una entre otras decenas de denuncias que reciben las autoridades, y los mismos medios de comunicación, sobre el “verdadero” servicio que se ofrece en estos sitios, supuestamente habilitados para masajes corporales.
La prensa tras la verdad
En días recientes, DIARIO LAS AMÉRICAS publicó un amplio informe relacionado con la prostitución en internet y las redes sociales, y el canal de televisión Local 10 también abordó el tema al develar un video sobre el servicio que se ofrecía en un centro de masajes de Hialeah.
En la pieza audiovisual emitida por la televisora local queda evidenciado el momento en que una mujer se despoja de sus ropas ante un periodista con una cámara oculta, que finge ser un cliente, y, acto seguido, la supuesta terapista pide 260 dólares por una “sesión especial”, que requería del uso de preservativos.
Según la experiencia del investigador John Rode, el medio televisivo estableció que esos centros “de masajes” publicitan los servicios de sus “chicas” en sitios web como bakpage.com. La investigación periodística de DIARIO LAS AMÉRICAS constató que efectivamente ese sitio en internet ofrece ese tipo de servicios.
El establecimiento donde el canal de televisión Local 10 consiguió infiltrar al periodista está ubicado en el 3778 y la avenida 12 del oeste de Hialeah, a poca distancia de la oficina de un representante estatal.
El investigador Rode afirmó que “conseguir una prostituta en uno de esos centros de masajes es más fácil y rápido que pedir una pizza por teléfono”.
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