MIAMI.- Bajo los auspicios del canal FOX, en un hotel de Orlando, los precandidatos republicanos a la gobernación de Florida, el congresista Ron DeSantis y el comisionado del Departamento de Agricultura Adam Putnam, intercambiaron duros ataques y compitieron por quién era el más radical y a favor del presidente Trump.
En cuanto al tema del nombramiento del nuevo magistrado de la Corte Suprema federal, Putnam defendió el proyecto de ley que prohíbe el aborto si ya hay latidos del corazón del feto, y enfatizo en que el nuevo juez del máximo tribunal debe ser alguien que siga la letra de la constitución, y no a “alguien que trate de hacer leyes a partir de su posición”. Y al respecto añadió: “es espectacular lo que va a vivir el país en los años por venir”.
“Esta es una oportunidad histórica para reemplazar al magistrado Kennedy. Debe ser un constitucionalista, como Clarence Thomas o Antoni Scalia. Es aplicar la constitución como está escrita no tratar de legislar con cada fallo”, señaló DeSantis.
Primero Florida
Cuando los moderadores le preguntaron a Putnam por qué el presidente estaba equivocado al apoyar a DeSantis, empezaron los ataques.
Una de los principales argumentos del comisionado de agricultura es que su oponente hace campaña desde “un estudio de televisión en Washington, y no en Florida”.
Argumento que “me interesa más lo que pasa en las escuelas en el condado de Washington, que en Washington D.C. Me importa más lo que está pasando en Ruskin, Florida, con la congestión y la calidad del agua, que lo que sucede con el tema de Rusia, me interesa lo que pasa en el otro ST Petersburg, en Florida. Es una agenda de primero Florida”.
DeSantis se defendió al recordar las navidades que no estuvo con su familia en el Estado del Sol, sino cumpliendo sus deberes como militar, tanto en la base de Guantanamo, como en Irak, en Fallujah, como miembro de un escuadrón especial.
Pero aprovechó para recordar que Putnam, durante la campaña presidencial de 2016, no asistió a ninguna manifestación del entonces candidato republicano Donald Trump.
Putnam respondió que “apoyo a nuestro presidente por el hecho de que todos nosotros pagamos menos impuestos, me encanta el hecho de que está desafiando a nuestros supuestos socios comerciales para defender a los cultivadores de Florida y los trabajos en Estados Unidos. Me encanta el hecho de que fue a Singapur y se reunió con el gobierno de Corea del Norte para desnuclearizar la península”.
Inmigración
En este tema hubo una competencia consciente para ver qué candidato se proyectaba como el más radical frente al tema de los “ilegales”.
DeSantis atacó a Putnam por haber apoyado el grupo de los ocho, compuesto por senadores republicanos y demócratas que buscaron en 2013, con una proyecto de ley, desarrollar una reforma migratoria integral que nunca pudo llevarse a la plenaria de la Cámara, y por lo tanto no fue sometida a votación.
El congresistas republicano calificó ese proyecto desastroso porque, a su manera de ver, “habría reducido los salarios para los estadounidenses y era un incentivo para la inmigración ilegal”. También subrayó que su oponente había estado de acuerdo con la congresista demócrata Nancy Pelossi para oponerse a la participación de los militares en la vigilancia de las fronteras.
“Tenemos la posibilidad en Florida de hacer el E-Verify[base de datos utilizada por los empleadores para ver si a quien quiera contratar tiene o no estatus migratorio]. Le agradezco al comisionado que quiera poner a la Florida primero, pero en ese entonces no fue así, prefirió los intereses de los grandes donantes para permitirles traer una fuerza laboral barata en contra de nuestros ciudadanos”, manifestó DeSantis.
Putnam de inmediato lo acusó de apoyar una ley de agricultura que daba beneficios de estampillas de alimentación “para los ilegales”. DeSantis lo negó de plano, y Putnam enfatizó en que “en la Florida los contribuyentes pagan 100 millones de dólares para mantener, vestir y alimentar a criminales ilegales en nuestro sistema de prisiones. Esto tiene que terminar, está en mi agenda de Florida primero. Hay 45 alguaciles del estado que me apoyan, porque ellos saben quién es mejor para asegurar nuestras fronteras y mantener segura a la Florida”.
En el tema de las armas los dos candidatos republicanos redoblaron su apoyo a la Segunda Enmienda (que permite la adquisición y porte de armas) y a los dos millones de floridanos, “respetuosos de la ley”, que tienen una licencia para tener un arma.
Según Putnam, “no hay que dejar que la discusión de las armas sea secuestrada por la izquierda”. Para DeSantis, más allá que el control de armas, lo que falló en la tragedia de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas fue una burocracia y un alguacil [el de Broward] que no cumplió con sus deberes.