MIAMI.- El sur de Florida no es igual desde que el equipo de béisbol cubano se clasificó para semifinales y viaja al corazón del exilio a disputar la siguiente ronda del Clásico Mundial. Miami arde de indignación.
MIAMI.- El sur de Florida no es igual desde que el equipo de béisbol cubano se clasificó para semifinales y viaja al corazón del exilio a disputar la siguiente ronda del Clásico Mundial. Miami arde de indignación.
El importante evento, que sin la presencia de plantel cubano hubiera sido una fiesta meramente deportiva, se ha convertido en un campo de enfrentamiento ideológico y las voces que representan al exilio se alzan para mostrar su descontento.
En este contexto, el congresista cubanoamericano republicano Mario Diaz Balart, como presidente del Subcomité de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados del Comité de Asignaciones de la Cámara Baja, envió una carta al Departamento de Estado y expresó estar horrorizado con la decisión de la Administración [del presidente Joe] Biden de “permitir que el régimen de Cuba exporte su vergonzosa explotación de jugadores de béisbol a los EEUU”.
La misiva con fecha del 16 de marzo, difundida por el propio congresista republicano en la red social Twitter dice:
“… Solicito información sobre cómo la política de permitir a los jugadores y a los vigilantes del régimen de Cuba viajar a EEUU es consistente con nuestra política para terminar el tráfico humano y prevenir el enriquecimiento de los opresores del pueblo cubano. También me gustaría saber qué ciudadanos cubanos viajaron con el equipo y si algunos es un violador de los derechos humanos y si chequearon si alguno tiene vínculos con el régimen y el ejercito cubanos”.
Más adelante, Díaz Balart apeló a la coherencia al decir que “el propio informe del Departamento de Estado sobre el tráfico de personas clasificó a Cuba, una vez más, como un país de Nivel 3, por sus incumplimientos de las normas laborales mínimas, y señaló las preocupaciones sobre la vulnerabilidad de los “migrantes económicos cubanos, incluidos los casos de jugadores profesionales de béisbol” que estaban siendo víctimas de trata de personas. El informe, además, comparó el programa médicos de misiones del régimen con otras profesiones también explotadas, afirmando que el régimen “lucra de otros programas de exportación de mano de obra igualmente coercitivos, incluidos maestros, artistas, atletas, entrenadores deportivos, ingenieros, técnicos forestales, y más de 7.000 marineros mercantes enviados a todo el mundo”.
El representante del distrito 26 destacó el vínculo existente entre el régimen y la federación de béisbol de la isla, al decir que “las personas que dirigen la Federación Cubana de Béisbol forman parte del mismo régimen que oprime al pueblo. Por ejemplo, uno de los exvicepresidentes de la Federación, es Antonio Castro, hijo del difunto dictador Fidel Castro, quien aparentemente se le permitió viajar a los EEUU para explorar oportunidades de jugar en las Ligas Menores. Según informes de prensa, él también vino a los EEUU en nombre del régimen para reclutar jugadores de viven en libertad y abogar para que los jugadores cubanos, que escaparon, regresasen a Cuba a jugar en el equipo nacional”.
En su misiva el miembro de la Cámara de Representantes expuso el modus operandi de la dictadura al explicar que “al igual que otros oficios explotados [por el régimen], como los médicos enviados al extranjero, los jugadores de béisbol de Cuba son controlados de cerca por vigilantes de la delegación, para asegurarse de que no deserten. A menudo, les confiscan sus pasaportes y como disuasión adicional, les prohíben viajar con sus familiares”.
Por otra parte, Diaz Balart recalcó la posición de los jugadores que “se negaron a unirse a un equipo, cuyo propósito principal de apoyar al régimen que ha oprimido brutalmente al pueblo cubano. Son consciente de que el régimen cubano utilizará este evento como otro método para ejercer el control sobre el pueblo cubano, generar ingresos para su maquinaria de opresión y ampliar la audiencia de su propaganda”.
Hizo referencia a las declaraciones del pasado 14 de marzo, del pelotero de origen cubano Aroldis Chapman al reportero Alden Gonzáles de ESPN quien le preguntó sobre el significado para Cuba del Clásico Mundial de Béisbol Cuba: “En Cuba todo está básicamente politizado. Mucha gente quiere separar el béisbol, ..de la política. Quieren separarlo. Pero en Cuba todo es política, el deporte, la cultura, todo. Así que, si estás representando a Cuba, no solo estás representado a la bandera, estás representando al gobierno”.
“A muchos jugadores de origen cubano les hubiera gustado participar en un equipo de la isla que no estuviera vinculado al régimen que oprime al pueblo e intenta empañar la reputación de quienes se fueron, sin embargo, no lo pudieron hacer”.
Al finalizar recalcó: “me parece vergonzoso que el Departamento de Estado haya decidido fomentar este evento, incluso proporcionando visas a los agentes del régimen que abusan y controlan a los peloteros cubanos. Lamentablemente la Administración Biden ahora tiene la dudosa complicidad tanto en la explotación de los atletas cubanos y en la amplificación de la propaganda del régimen”.
“Por estas razones y dentro de todas las reglas y regulaciones aplicables, solicito información sobre exactamente qué medidas tomó el Departamento de Estado para alentar o facilitar este evento, incluidas las reuniones de las Grandes Ligas de Beisbol con el régimen cubano y como alentar una mayor explotación de los jugadores de beisbol cubanos es consistente con la política de los EEUU de oponerse al tráfico de personas y evita que los ingresos enriquezcan al opresor del pueblo cubano. También solicito información sobre si aquellos que viajaron con el equipo fueron examinados por posibles vínculos con el régimen y especialmente, si alguno es un violador de los derechos humanos o tiene vínculos con el ejército cubano”.
Diaz Balart no está solo, el próximo domingo en el estadio de los Marlins, 501 Marlins Way, Miami, varias organizaciones del exilio han convocado a una gran manifestación para demostrar el rechazo de los cubanos de la Florida a las políticas y maniobras de, régimen de la Habana.
cmenendez@diariolasamericas.com
@menendezpryce